Marc Márquez pensó en parar después de las malas sensaciones de su brazo tras el Gran Premio de España. Así lo ha confesado hoy en rueda de prensa justo antes de arrancar el Gran Premio de Italia. El piloto del Repsol Honda, que apenas completó unas pocas vueltas del test post GP del lunes, pidió opinión a sus médicos, que le recomendaron seguir adelante con las carreras.
“Después de Jerez valoramos la posibilidad de parar otra vez. Lo hablamos con los doctores, pero incluso ellos me dijeron que era buena mi reintroducción en mi día a día habitual, que incluyen las carreras y subirme a mi MotoGP”.
La progresión del húmero es buena y la fractura está consolidada. Pero ahora el problema es el hombro, que le obliga a pilotar con una posición diferente a la habitual para que no haya dolor encima de la moto. Y el mayor problema es que el dolor en el hombro va a más según avanza el fin de semanas de carreras..
“Después del último chequeo médico, mi brazo está bien, que es lo más importante, pero ahora mi principal limitación es el hombro que se ha estancado. El húmero está preparado para empujar al máximo, pero el hombro todavía no. Los doctores ya me avisaron de esto, que cuando te rompes el húmero, el hombro o el codo pueden verse afectados porque están conectados. En el pasado ya tuve una operación en ese hombro y no estaba todavía al 100 % cuando corrí en Jerez el año pasado”.
“Lo prioritario de esta lesión, el húmero, está mejorando. En una recuperación de este calibre o magnitud cuando vas solucionando limitaciones aparecen otras. Estamos intentando entender exactamente qué es lo que está pasando en el hombro y esperemos que poco a poco el cuerpo se pueda adaptar cada vez a las nuevas situaciones".
En cualquier caso, Márquez es consciente de que el Gran Premio de Italia va a ser difícil, dado lo exigente a nivel físico que es el circuito de Mugello, “tengo que aceptar donde estoy y hacer mi fin de semana”.
A lo que no prestaba mucha atención es al ruido que se ha creado a su alrededor sobre si no volverá a ser el mismo tras la lesión. El último que se sumaba a esta opinión era el ex piloto y ex coach de Valentino Rossi, Luca Cadalora, que indicaba que Márquez había perdido su magia.
“Al final escucho lo justo y necesario. Soy muy realista con mi situación actual. Sé de dónde vengo, sé dónde estoy y sé dónde pretendo llegar, luego veremos si puedo o no, pero siempre digo que la confianza en mí mismo no la he perdido nunca. En Le Mans la valoración general fue muy positiva porque aunque fuese en lluvia, cuando no tenía la limitación física volvió a salir esa magia y volví a ir rápido. Vale que me caí, pero también forma parte de mi ADN. Coger la moto después de la caída, perder el miedo y volver a remontar. Y volver a ser el piloto más rápido en pista. Cosas que me gustan, me dan energía y motivación. Tengo claro el objetivo. Estoy luchando y trabajando para ello, pero hay que recordar que dije desde el primer momento que llegué aquí que no estaba listo para ir rápido, después de nueve meses. Necesitas un tiempo para que tu cuerpo esté bien y entonces espero volver a ser el de antes".