Royal Enfield nos ha llevado en exclusiva a conocer por dentro el centro tecnológico que ha montado recientemente en Birmingham, para conseguir una nueva generación de motos con los estándares europeos y lo primero que hemos podido ver ha sido el motor bicilíndrico que equiparán sus modelos 2018, que se presentan en EICMA. Se trata de una mecánica de estética clásica, que recoge la esencia de la marca que lleva haciendo motos desde principios del siglo XX y que ahora quiere volver a posicionarse en los mercados maduros, como Europa y Estados Unidos, ya que en el resto del mundo es el fabricante de motos de media cilindrada más importante, con 800.000 unidades fabricadas en 2017, de las que el 90 por cien se venden en India. Su nuevo posicionamiento requiere de un motor moderno y el bicilíndrico en línea de 648 cc cumple con todas las expectativas y con las normativas, Euro4 y Euro5. Está calado a 270º y cuenta con un único árbol de levas que actúa sobre cuatro válvulas en cada cilindro y se acciona mediante una cadena central. Sus cotas internas son 78 mm x 67,8 mm y la compresión es de 9,5:1. Las cifras que ha anunciado Royal Enfield para su nuevo motor son 47 CV a 9.000 rpm y 53 Nm a 4.000 rpm, de manera que será válido para el carné A2 y ofrecerá un compromiso para los usuarios con experiencia y los nuevos de nuestro público. Mientras que para los clientes de los países emergentes será un motor tope de gama. Cuenta con refrigeración por aire para eliminar todos los componentes del circuito que influyen mucho en la estética de los modelos clásicos y de un embrague asistido antibloqueo. Otro de los aspectos que se ha cuidado y que también diferencia a este tipo de motos aspiracionales es el sonido del escape, que por lo que hemos podido escuchar le va a dar mucha personalidad a la nueva generación de Royal Enfield. La caja de cambios es de seis velocidades. Por lo que nos ha contado el equipo de desarrollo, liderado por Simon Warburton que antes trabajó en Triumph, el motor ha sido profundamente probado con 1.500 horas de banco de potencia y 1.000.0000 de kilómetros entre las carreteras de Europa y de la India. Otra de las pruebas a las que ha sometido, pudimos ver el motor desmontando antes de realizarse, son 4.000 km a tope en el circuito de pruebas que rodea las instalaciones de la marca en UK, con varios probadores que se van relevando y solo se descansa para repostar combustible.
Centro tecnológico Royal Enfield
El plan para dar el siguiente en la evolución de Royal Enfield ha sido crear dos equipos paralelos que diseñen y prueben motos en Europa y en India, mientras que la fabricación se realiza en las tres modernas fábricas que la marca tiene en el enorme país asiático. Para ello el CEO, Siddhartha Lal y su equipo eligió la pista de pruebas de Bruntingthorpe, en Leicestershire, que era un antiguo aeródromo militar y que se encuentra en una región donde hay mucha ingeniería. Las instalaciones, de 3.000 metros cuadrados, cuentan con un equipo humano muy experimentado de más de 120 personas, que incluye a los diseñadores, ingenieros de chasis, motor y accesorios, así que como otro equipo dedicado al trabajo con elementos finitos en el ordenador. Los talleres prueban todo el material que se evoluciona y cuentan con un edificio destinado únicamente al banco de potencia y una sala de escaneado e impresión 3D, donde se lleva a la realidad a través de piezas fabricadas en plástico inyectado en la impresora cualquier diseño hecho en el ordenador y al mismo tiempo se traslada al entorno digital un chasis prototipo que se ha visto que funciona mediante un moderno scanner. Por lo que hemos visto en UK Royal Enfield va a dar un importante paso adelante en su tecnología y nuevos modelos, manteniendo la esencia de una marca con una tradición de más de cien años.