BMW ha presentado juntos, por vez primera en su historia, dos modelos turísticos distintos, la K 1600 GT y la K 1600 GTL, y lo ha hecho a lo grande, nada menos que en Sudáfrica. A pesar de las dificultades del mercado mundial, las cosas están yendo bien para la fábrica de Berlín Spandau, de donde salieron en 2010 nada menos que 98.000 unidades. Tras las remodelaciones de las R 1200 Classic y R, y de la G 650 GS que os mostramos la semana pasada, ha llegado el turno a dos modelos K 1600 que, digámoslo ya, son sustancialmente idénticos.
No te creas, sin embargo, que BMW los ha improvisado. La marca se proclama «reina de las turísticas» desde la R 80 GT, y ahora estos dos nuevos modelos van uno y dos pasos más allá, siguiendo la experiencia de cuatro décadas de la marca en este segmento.
Soberanas
En realidad, aunque iguales por chasis, carrocería y mecánica, la GT y la GTL tienen caracteres algo distintos. La GTL va más allá de lo que entendemos en Europa por una GT, es decir, que va algo más dirigida hacia una mercado tipo GoldWing. Pero empezando por la GT, y comparándola con sus rivales naturales, es decir, la propia K1300GT, la Kawasaki GTR1400 o la Yamaha FJR1300, a partir de esta BMW podemos
hablar de «superturismo».
Antes de subirte a ella conmigo echa un vistazo a las fotos y dime si te impresiona una moto de 320 kg, propulsada por un motor de ¡nada menos que seis cilindros en línea! y 160 CV. No obstante, esta moto no es sólo la muestra de la autoridad y el orgullo de la marca bávara entre las GT. Basta dar un toque al botón de puesta en marcha e insertar la primera –¡bendita esta moto!, murmuré para mis adentros, ¡que cambia de modo tradicional, con la bienaventurada palanca tradicional en el pie izquierdo!- y soltar el agradable embrague, para que los temores desaparezcan y pronto te sientas el rey de la carretera.
Seguramente sabes que un motor de seis cilindros en línea es, por definición, el mejor equilibrado de todos (con permiso de un V8), puesto que elimina incluso las vibraciones de cuarto orden. Así que olvídate de cualquier temblor, sacudida, convulsión o tintineo sea el régimen que sea. Este seis cilindros calado a 120 grados es un prodigio de suavidad en su entrega de potencia. Dominio total de la electrónica aparte, es porque cuenta con un inyector por cilindro, sí, pero con una única mariposa de 52 mm «by wire» (con control electrónico) situada al final de unos conductos de admisión muy largos.
De esta manera, –piensa que tienes nada menos que 160 CV en el puño–, la gran potencia disponible, más que sobresalir y rebosar hasta sobrepasarte, fluye en tu mano dulcemente, sin quejas ni vida, y que tanto te gusta hacer, ¡cambiar de marcha!
Pero dejemos esto. Sobre todo si colocas el modo motor «Dynamic» (con un empellón más poderoso en medios, pero sin aumentar la potencia máxima) en lugar del más habitual «Road», –recuerda que tienes el «Rain» para endulzar la respuesta todavía mas bajo condiciones adversas– el motor acelera como un gigante, pero lo hace de manera tan sosegada y suave que «no parece que corra». Ideal para una moto de turismo rápido. Da igual la velocidad engranada, da igual el régimen: el poderoso seis cilindros te sacará de cualquier curva con una eficacia majestuosa, de modo que en carretera normal acabas rodando casi siempre en sexta a bajo régimen y con unos consumos de alrededor de 6,5 l/100 km. Como te decía, ¡esto sí es una verdadera moto «automática»!
Ergonomía imperial
Relájate. Asiento mullido y confortable hasta no decir basta. Manillares sin presión. Cambios de dirección efectuados, con ayuda del bajísimo centro de gravedad del motor inclinado a 55 grados (fíjate en las fotos donde está el cigüeñal de la moto, justo donde se aplica el efecto giroscópico de las masas internas giratorias que se oponen a los cambios de dirección), con un simple movimiento del torso. Frenos potentes pero con ABS integral parcial de
última generación. Chasis doble viga de aluminio. Suspensiones Duolever delante, que desafecta los esfuerzos de frenada de los propios de amortiguación, y Paralever trasero que hace lo mismo con los de transmisión por cardán, que resultan tremendamente efi caces en toda condición de piso, ritmo o carga. Basta un botón para que puedas acompasar electrónicamente la dureza de las suspensiones a la carretera en la que circules o a tu estado de ánimo si dispones del ESA II (Normal, Confort
De acuerdo a las previsiones de BMW, la versión GT encaja más con la mentalidad europea y la GTL con la americana. Aunque nunca se sabe... o Sport, y de serie en la GTL). Todo en la mano. Maletas y guanteras de serie con cierre centralizado en el contacto. Sistema de mando integrado para el menú del ordenador de a bordo con pantalla TFT de 5,7”. Cruise control «antirradares». Pantalla multiposición con memoria muy envolvente y motor eléctrico. Equipo de audio opcional y navegador con sistema antirrobo que entra en acción cada vez que cortas en contacto. Puños calefactables. Deflectores móviles en el carenado que mejoran la refrigeración corporal cuando el «Lorenzo» ataca.
Y, no lo olvidemos –en MOTOCICLISMO lo probaremos bien de noche, te lo aseguro, cuando lo hagamos «a fondo» una vez nos llegue nuestra unidad de pruebas–, la gran novedad de las luces adaptativas de xenon que «giran y se inclinan» para enfocar la curva que vas a trazar.
La K1600GT –y la GTL– son máquinas perfectas para comerse los km porque, ¿no lo había dicho todavía?, desde su llegada «hay una o ninguna» moto tan confortable y veloz como ésta. Añade que tienes a tu disposición todo el equipamiento que necesites para aumentar el agrado de tu desplazamiento, y repetimos, un motor sencillamente infinito a tu disposición en un chasis riguroso y fácil, sensato y sólido, seguro y manejable, confi able y noble. BMW ha inventado el superturismo y te convierte en soberano absoluto