Hyosung GT 650 Ri

Deportiva para todos. ¿Por qué conformarte con una moto de baja cilindrada si por poco más puedes acceder a una bicilíndrica en V de 650 cc? Visto el éxito comercial de la saga más deportiva de Hyosung, la evolucionada GT 650 Ri será la respuesta para muchos ante esta cuestión.

Venancio Nieto. Fotos: Jaime de Diego. Acción: Sergio Romero

Hyosung GT 650 Ri
Hyosung GT 650 Ri

Después de sorprender con una amplia gama de motos de diferentes orientaciones, disponible sobre la misma base ciclo en cilindradas de 250 y 650 cc, Hyosung da un nuevo paso adelante refinando su GT 650 R, que adopta la inyección electrónica entre otras mejoras. En la parte ciclo destaca especialmente la nueva horquilla, que ahora es regulable en compresión y precarga, así como los neumáticos Bridgestone. En su vertiente más deportiva también se aprecian las nuevas posibilidades de regulación de los estribos. Estéticamente, los cambios se limitan al nuevo diseño del colín posterior y el chasis pintado en negro mate.

Existiendo una versión de 250 cc puedes celebrar que ésta sea la de 650, ya que no se trata de una moto pequeña con asiento, depósito y estribos a elevada altura, y manillares por debajo de la tija. En este sentido, la posición original de los estribos es la más baja y adelantada, permitiendo dos opciones más retrasadas y elevadas. Tanto en parado como circulando a baja velocidad tampoco pasa desapercibido un ángulo de giro más bien limitado, lo que obliga a anticipar movimientos para moverte de forma resuelta en el tráfico.

Cuestión de costumbre, básicamente
Este motor se muestra rumoroso y las vibraciones son claramente perceptibles. El embrague tiene un tacto fácil y sensible, pero en frío no resulta fácil cogerle el punto al acelerador. El escaso kilometraje de nuestra unidad de pruebas es salvedad a la que atribuimos cierta brusquedad de funcionamiento en los primeros metros. Puede que la inyección haya sido un paso obligado en cuestión medioambiental, pero lo cierto es que podría funcionar de forma más refinada. El empuje a bajas vueltas es discreto y a mayor régimen comienzas a disfrutar, con buenos medios y una sólida y continua entrega de potencia desde 5.000 hasta casi 10.000 rpm. Este motor no está a la misma altura que sus rivales japoneses en potencia o suavidad de funcionamiento, pero empuja sin esfuerzo para lanzarte por encima de 200 km/h, un dato que resulta relevante si hablamos de un precio inferior a 5.000 €. El cambio no brilla por su precisión, pero su escalonamiento es adecuado y el desarrollo final es realmente rápido.

Aunque la parte ciclo tampoco destaque por la contención del peso, sí se comporta de forma noble a alta velocidad y sólo por sus particulares cotas y posición de conducción debes familiarizarte con sus reacciones. La dirección es precisa y no cuesta moverla en los cambios, pero percibes claramente su peso y elevado centro de gravedad, lo que la hace algo nerviosa en conducción deportiva. La ubicación de los estribos es adecuada si lo que buscas es divertirte en curvas, pero esta posición resulta bastante radical para el tráfico diario. La posibilidad de regular la horquilla es una agradecida novedad, aunque rodando fuerte las diferencias entre reglajes son poco precisas y una vez se comprime en una frenada fuerte, le cuesta «leer» el asfalto. La buena noticia es que los nuevos Brigdestone ofrecen un rendimiento claramente superior a los anteriores neumáticos. En el apartado de frenos ocurre algo parecido al caso de las suspensiones. Funcionan con corrección en la circulación habitual, siendo sensibles y efectivos, pero a ritmo fuerte es fácil encontrar el límite de su rendimiento.

Hyosung ha mejorado un producto, caracterizado por la calidad y el resultado más que respetable frente a la feroz competencia japonesa, y además a precio imbatible. Si pruebas una GT 650 Ri descubrirás que en diversos apartados funciona de forma menos armoniosa que aquellas pero, en época de crisis, un precio casi un 30 por ciento más bajo es motivo más que suficiente para rebajar tus expectativas y sacar el mejor partido de la deportiva más avanzada de la nueva industria asiática.