Los amantes de las Harley-Davidson, digo amantes y no clientes, que quieran viajar con su montura están de suerte. Especialmente los que dispongan de un presupuesto más reducido y quieran una moto más fácil.
Esto es debido a la aparición de la Switchback, que pertenece a la familia de las Dyna. Lo que la hace diferente de sus hermanas es su capacidad como rutera, gracias a la pantalla y a las maletas.
De hecho por imagen y características se asemeja a una Touring, pero como hemos dicho su precio la hace mucho más accesible que esta gama. Vamos a verla un poco más en detenimiento.
Uno de sus atractivos es la posibilidad de cambiar rápidamente entre su faceta turística y la puramente custom, y es que su cúpula y sus maletas se desmotan sin necesidad de utilizar herramientas.
Basta con tirar de la pantalla hacia fuera y se desencaja con facilidad. Las maletas también se quitan en un abrir y cerrar de ojos, de tal manera que la moto cambia completamente a la vista.
Con la pantalla y las maletas puestas es un gran rutera, ya que protege muy bien, si no mides más de 180 cm, y resulta muy cómoda en marcha. Tan solo sientes el aire en las piernas por encima de 120 km/h.
El manillar Mini-Ape Hanger, con unas dimensiones correctas, y el asiento, que tiene la parte delantera más estrecha, te hacen pensar que estás sobre una moto más ligera de lo que en realidad es. Éste además se encuentra a sólo 695 mm del suelo, así que llegas muy bien.
En parado hay que hacer fuerza para moverla si bien en marcha no requiere tanto esfuerzo como muchas de sus rivales o hermanas. Merece mención especial su estabilidad y es que puedes llegar a su límite, algo que de todos modos no suele ser el objetivo de sus usuarios, con un gran aplomo.
Las suspensiones también juegan un buen papel, ya que a pesar de su corto recorrido no son muy secas en los baches y colaboran en la estabilidad antes mencionada. Los amortiguadores traseros, con cubiertas para darle un aire retro, son regulables en precarga y la horquilla, con cartucho, tiene un tacto correcto.
Los frenos están compuestos por un único disco en el tren delantero, que aunque está mordido por una pinza de cuatro pistones no ofrece la misma potencia que un equipo con dos discos. Esto te obliga a combinar los dos frenos para obtener una respuesta efectiva. A cambio el trasero, accionado mediante un gran pedal, responde bien.
Cuenta con unas cómodas plataformas, equipadas con almohadillas antivibraciones, que rozan relativamente pronto. Esto es algo común en las Harley-Davidson, si bien hay cierto margen dado que las plataformas basculan y no te hacen perder agarre de los neumáticos.
El motor Twin Cam 103 te permite una conducción relajada gracias a sus grandes dosis de par, aunque sus valores sean algo inferiores a los de otros modelos que lo equipan.
Te permite ir a 120 km/h en tercera 4.500 rpm o en sexta a 2.500, así te puedes hacer una idea de lo suave y lleno que es el bicilíndrico. En el cuadro digital puedes ver, entre otras cosas, la autonomía y la marcha engranada junto a las revoluciones, algo curioso en una custom americana. La información se maneja con facilidad desde un pulsador ubicado en la piña izquierda.
La tecnología de esta Switchback también incluye la habitual alarma de proximidad y el sistema de ABS que ya ha montado la última generación. El sistema, igual que todo el cableado, ha sido convenientemente escondido para no romper con su diseño. Volviendo al motor, tenemos 70 CV medidos en nuestro banco y más 11 kgm de par, cifras que en una montura de sus características son más que suficientes.
Un punto destacable de este propulsor es la buena tracción que tiene, de modo que no hay problemas al acelerar, aunque el asfalto ofrezca poco agarre. Su escape, dos en uno, emite un sonido más contenido que otros modelos que equipan esta mecánica, bajando en gran medida su rumorosidad.
El cambio tiene un tacto un poco duro y se echa de menos la palanca tipo punta-tacón, pero todo lo demás funciona con suavidad. De hecho las vibraciones que transmite en marcha son muchas menos de las que te imaginas cuando observas la moto funcionar a ralentí.
Está disponible en tres decoraciones, negro, plata y rojo, que se combinan con llantas hot rod de aluminio negras de cinco palos. Hay que decir que como siempre el acabado de la pintura es excelente.
Con la nueva Switchback se amplía la gama y aparece una oferta muy interesante por su precio, que aunque no es bajo se acerca más las posibilidades de la media. Ya sabes que hacer para viajar con estilo...