Muchas han sido las competidoras que le han salido a la KTM DUKE 390 desde que hiciera su aparición allá por 2013. No es de extrañar, la fórmula era simple: ofrecía una moto de mantenimiento mínimo, asequible, bonita y con el espíritu deportivo propio de la firma austriaca. Y a pesar de todo, sigue siendo la mejor elección si tu intención es pasar el máximo tiempo posible entre curvas. Sea como fuere, el caso es que después de haberla visto ya rodando por carreteras indias, los de Mattighofen han presentado en el Salón EICMA de Milán la nueva KTM DUKE 390 2017.
KTM 390 DUKE 2017, reviviendo las naked medianas
El primer contacto visual con la KTM DUKE 390 2017 no deja lugar a dudas; una moto creada por y para la diversión sin preocupaciones. Las líneas de la nueva gama de nakeds de pequeña cilindrada han sido creadas a imagen y semejanza del diseño padre que KISKA realizó para la joya de la corona austriaca, la Super Duke 1290 R.
Quizás lo que más llame la atención es un frontal totalmente nuevo, más plano y agresivo que el anterior. Luces de posición LED iluminan los bordes de un polígono seccionado en dos que acabado en punta, como si fuera el punto de mira para atacar cada ángulo. Vista de perfil, la 390 es una moto que impresiona; las aletas del nuevo depósito de 13,4 litros (anteriormente de 11) encajan a la perfección con el acabado rectilíneo de un guardabarros delantero casi plano en su zona más exterior. También el colín hereda las formas de la Super Duke, más afilado, comprimido y luciendo la denominación debajo del mismo. Los asientos, de tacto muy duro en los modelos anteriores, han sido rediseñados para adaptarse al nuevo look.
Vemos una clara influencia de la Super Duke.
El depósito pasa de 11 a 13,4 litros de capacidad
La nueva DUKE 390 2017 luce sin miedo el chasis y subchasis multitubular fabricados en acero y aluminio respectivamente, pudiendo diferenciar la 390 de las 125 y 250 por la combinación de colores: subchasis blanco en la 390 y negro en las más pequeñas. KTM ha dado una vuelta más de tuerca a su parte ciclo para instalar unas barras de 43mm de la casa de WP con nuevos ajustes y los ya conocidos frenos “Bybre” fabricados por la entidad “low-cost” de Brembo, que muerden un único disco de 320 mm de diámetro.
Mantiene el sistema de frenado y la horquilla WP de 43 mm.
Vemos una clara influencia de la Super Duke.
Otra diferencia respecto a sus hermanas pequeñas son las manetas regulables para freno y embrague y, por supuesto, el propulsor. Continúa con un monocilíndrico de 4 tiempos capaz de alcanzar 44 cv con la diferencia de que ahora pasa la restrictiva Euro4 y acaba en un lateral derecho en vez de en la zona baja-central del conjunto. Y para aquellos que lo necesiten, puesto que su relación peso-potencia es supera la permitida para el A2, se ofrecerá la limitación necesaria (apenas un par de cv).
KTM 390 Duke 2017, con opción MY RIDE
Por último, KTM ofrecerá el sistema KTM MY RIDE de forma opcional en su 390. Se trata de un sistema manos libres que mostrará llamadas entrantes en la pantalla de la propia moto, además de incorporar función de altavoz para contestarlas o simplemente escuchar música, todo pudiendo ser controlado desde los mandos del manillar.
Los chicos de KTM, o KISKA, han hecho un trabajo bárbaro para mantener al día una gama de motos que ha pegado muy fuerte en multitud de países; desde India, donde la fabrican, pasando Colombia y hasta el centro de Europa, donde los más jóvenes la han elegido por encima de cualquier opción japonesa. No es de extrañar, teniendo en cuenta que KTM puso en funcionamiento promociones para pagar el carné A2 si te comprabas una 390. Así, sí.