Ya hemos hecho las primeras carreras del Mundial y ya podemos decir que Marc Márquez está de vuelta. Ha vuelto a ser el piloto que era. Le ha llevado mucho tiempo conseguirlo, ha sido un viaje increíble, una historia de superación de un gran campeón, con una fortaleza mental impresionante para solucionar sus problemas físicos y para adaptarse a una moto como la Ducati del año pasado, que ahora ha quedado meridianamente claro que no era la mejor de las Desmosedici. Con la actual Ducati ha vuelto a demostrar que es el número 1. Lo ha sido siempre y no tiene discusión.
Debería estar enormemente agradecido a Gigi Dall’Igna, porque gracias a él ahora está vestido de rojo oficial. Fue Dall’Igna quien quiso llevar a Márquez a Ducati. Lo tenía claro y no le importó cargarse toda la política de jóvenes que había implementado la marca en los últimos años. Ahora podemos decir que eligió bien. Y es que los ingenieros no son ni managers ni empresarios, quieren ganar a toda costa y está claro que Gigi sabía que atraer a un ocho veces campeón del mundo para que pilotase su moto era toda una garantía al mismo tiempo que un placer para él.
Pero incluso Marc Márquez no es invencible y el primer rival que tiene no es ni un hermano ni un bicampeón de MotoGP. Es él mismo. En la carrera del GP de Las Américas quedó claro. Una carrera que tenía controlada con más de dos segundos de ventaja la tiró por la borda, después de pisar un piano mojado e irse al suelo. Y tengo que decir que, francamente, por momentos me recordó al Márquez que tuvo tantas caídas antes de llegar a Ducati. En cualquier caso, está demostrando que es el más fuerte de este inicio de año y va a ser tremendamente difícil vencerle este año.
Me veo en la obligación de criticar lo que se vio en la salida del GP de Las Américas porque ha quedado claro que el reglamento que se aprobó sobre el procedimiento de salida no es un reglamento justo. Me pareció increíble que tres minutos antes del inicio Márquez salió corriendo hacia el box, seguido de una decena de pilotos. Parecía como si el flautista de Hamelín tocara y los ratones le seguían para cambiar la moto y las ruedas. En mi opinión, esto no ha sido justo para los que habían calzado neumáticos slicks desde un inicio. Había siete u ocho pilotos que estaban en la segunda mitad para atrás de la parrilla y que habían hecho una apuesta. Deberían haberles premiado por acertar y en su lugar les penalizaron. Dirección de Carrera cometió un grave error y detuvo el inicio de la prueba para volver a salir todos juntos. Si no sacan en ese momento la bandera roja, habrían sido sancionados los pilotos que fueron a boxes; y seguramente la victoria se la habrían disputado alguno de los que arriesgó en la parrilla montando el neumático liso. Davide Brivio, jefe de equipo del Trackouse, estaba muy cabreado porque sus pilotos habían optado por la goma ganadora, y con razón.
Esperábamos algo diferente de este inicio de año, pero el dominio de las Ducati sigue ahí. Y es increíble. En todas las carreras han copado todas las posiciones de podio y casi siempre han estado los cinco primeros. Aprilia tuvo muy mala suerte de perder a Jorge Martín en el inicio de la pretemporada, porque era su faro y el número 1 del campeonato. Y un número 1 que no es solo simbólico ya que el español es un piloto que sabe competir por encima de los problemas y no es ninguna casualidad que le llamen ‘Terminator’. Tengo muchas ganas de verlo lo antes posible y sobre todo de verle enfrentado a Márquez, pero incluso habiendo hecho un gran trabajo en Aprilia, aún no están al nivel de las Ducati. Un salto hacia delante de los de Noale, aunque todavía tiene algún problema en los ‘time attack’ y también en frenada, en la parte delantera de la RS-GP. Queda trabajo por hacer. Esperaba algo más de Bezzecchi, que hizo una buena pretemporada y estaba siendo protagonista, pero me parece que siempre suele estar un paso por detrás de las Ducati.
Las marcas japonesas han dado un gran paso adelante. Algo más la Honda que la Yamaha. Yo pensaba que los de Iwata habían hecho un trabajo mejor, por las dinámicas y que habían fichado europeos en puestos clave, pero en cambio tengo que decir que Honda ha dado un salto increíble y a menudo están con tres pilotos diferentes entre los diez primeros. Ya sea Zarco, Mir o Marini. Creo que fue un gran movimiento haber fichado a Romano Albesiano desde Aprilia, aunque apenas haya supuesto un impacto técnico porque es un recién llegado, pero les vendrá bien para un método de trabajo que necesitan. En cualquier caso, una grata sorpresa ver de nuevo a Honda arriba. En Yamaha estamos vienta a Miller muy implicado y que lo está dando todo. En parte es algo natural ya que solo tiene un año de contrato, con opción a otro y tiene de demostrar. Él quiere quedarse allí, pero para ello tiene que obtener resultados. De Quartararo esperaba algo más, pero estoy viendo que todavía no se encuentra perfectamente integrado con su nueva moto.
Estaba esperando un paso adelante similar por parte de KTM, pero creo que ahora está más preocupado por solucionar sus problemas financieros, pero en mi opinión están cometiendo un grave error, que no es otro que apostarlo todo por Pedro Acosta. No tengo dudas de que es un es un campeón y un fenómeno, pero a día de hoy la KTM no se pilota bien, no es cómoda para pilotos con el estilo de Bastianini, por ejemplo. Esto hay que saber gestionarlo dentro de una fábrica porque tienes que poder desarrollar la moto para diferentes pilotos. No solo para uno. Además, también necesitan recursos financieros, pero creo que dentro de un mes el departamento de carreras tendrá algunos recursos extra.
Esta caída de Márquez ha vuelto a poner en orden el campeonato. Por lo menos en buenas condiciones en términos de números y clasificaciones. Si le hubieran dicho a Álex Márquez que después de tres Grandes Premios estaría en lo más alto de la clasificación, probablemente ni siquiera lo hubiera creído. Hay que reconocer que Alex ha dado un gran salto adelante con la moto 2024, será un candidato al podio en casi todas las carreras y yo espero que haga algo grande este año. Pero, seamos realistas, Marc Márquez es el que ha demostrado que es el hombre a batir.
