Aunque no se sepa apenas nada de mecánica ni se sea un experto en el mantenimiento de una moto, nunca está de más saber algunas recomendaciones básicas para llevar a cabo algunas tareas sencillas que dejarán la motocicleta en perfecto estado. Y una de ellas es hacer el cambio de aceite cuando corresponda.
¿Cuándo cambiarlo?
Esta quizá sea la pregunta que uno más se haga antes de ponerse manos a la obra y la respuesta es hacerlo, tal y como recomiendan los expertos, el primer cambio de aceite, que es uno de los más importantes, hay que hacerlo después de los 1.000 o 2.000 km. Una vez superada esa revisión inicial, que suele coincidir con el periodo de rodaje que recomiendan los fabricantes, el cambio de aceite debe realizarse según las recomendaciones del fabricante. De forma general, se suelen establecer cambios cada 6.000 kilómetros, aunque en los últimos tiempos las nuevas tecnologías y los nuevos compuestos llevan a algunas marcas a establecer cambios cada 15.000 kilómetros para sus modelos más avanzados.
No hay que dejar de lado esta importante tarea, ya que de no hacerlo puede ser que las piezas de la montura dejen de funcionar correctamente y finalmente se produzca una avería más grave.
¿Cómo hacerlo?
Una vez ya se sabe de la obligatoriedad del cambio de aceite cada cierto tiempo cuando lo demande este vehículo de dos ruedas, ahora lo siguiente es aprender los pasos (sencillos) para hacerlo. Antes de nada, debemos asegurarnos de tener el aceite nuevo que queramos echar, así como el resto de repuestos, como la arandela del tapón, el filtro de aceite (si tenemos que cambiarlo) y todas las herramientas y útiles que vayamos a necesitar.
Tratándose de un líquido tan viscoso, lo primero es preparar la zona donde se vaya a hacer esta tarea mecánica para no poner todo perdido de aceite. Así pues hace falta disponer de un recipiente para recoger el aceite viejo y evitar que se derrame en suelo, sin olvidar el importante detalle que ese aceite debe ser llevado a un punto de reciclado (los conocidos Puntos Limpios que hay en las ciudades suelen permitir a los particulares llevar aceite de motor viejo pero en pequeñas cantidades, pues hay que tener en cuenta que los talleres oficiales PAGAN por este servicio de reciclado). Otra detalle a tener en cuenta es que está totalmente prohibido cambiar el aciete de un vehículo en plena calle o en garajes públicos o comunitarios.
En cuanto a la preparación de la moto, es primordial encender el motor para que el aceite fluya mejor, pero con cuidado de que no esté demasiado caliente y pueda ser un peligro. Con esta recomendación, lo siguiente es situar la moto recta en el plano vertical, de forma que el aceite viejo no se quede en algún recoveco del motor y se quede sin salir (aquí también conviene seguir las recomendaciones del fabricante pues algunos modelos sí están pensados para retirar el aciete al estar apoyados en la pata lateral).
A continuación se retira la tuerca de vaciado y se deja que el aceite se vaya en una garrafa o recipiente elegido. Si el cambio de aceite lo queremos completar con la sustitución del filtro de aceite este será el momento de desmontarlo e instalar el nuevo. Este detalle es importante a la hora de verter el nuevo aceite, pues en caso de haber cambiado el filtro la cantidad a echar será superior que si no hubieramos cambiado este elemento. Al cambiar el filtro conviene prestar atención a la junta tórica de la tapa del mismo. Ésta conviene cambiarla (suele venir incluida una nueva en el filtro nuevo), y también hay que montar la tapa con precaución de no pellizar la junta (algunas juntas vienen con una sustancia viscosa para evitarlo, sino es recomendable aplicar un poco de aceite).
También es importante prestar atención a al filtro de impurezas del que algunas motos dispone en la zona inferior del cárter, pensado para recoger pequeños restos metálicos provenientes del embrague o la caja de cambios. En este caso, tras desmontar el tapón y retirar la rejilla filtrante, habremos de limpiar esta. Una vez completado el proceso de vaciado, montaremos el tornillo de vaciado, siendo siempre recomendable la sustitución de su correspondiente arandela. También hay que tener en cuenta que las tuercas de vaciado son de acero y aprietan normalmente sobre cárteres de aluminio, por lo que no sería la primera vez que si apretamos a lo bruto acabemos pasando la rosca del cárter. Como siempre, apretar según el par recomendado con la ayuda de una dinamométrica nos permite evitar estos males.
Lo último ya es rellenar con el nuevo aceite en la cantidad y tipología recomendada por el fabricante. Esto se hace por el orificio de vertido, habiendo retirado el tapón, obviamente... Una vez vertido, habremos de arrancar el motor y hacerlo funcionar hasta que coja la temperatura normal de trabajo. Acto seguido lo apagaremos y esperaremos unos minutos, para verificar que el nivel de aceite es el adecuado mediante la mirilla o la cala correspondiente.