Hablar de la horquilla de una moto es hacerlo una de las partes esenciales para garantizar el óptimo estado de este vehículo sobre dos ruedas. Más concretamente, su función es la de conectar (por medio de ese par de abrazaderas) dicha rueda de la moto con el manillar y el chasis de la misma. La horquilla es una pieza formada por barras concéntricas con otro par de botelles que se ubican a cada lado de la rueda delantera.
Es, por tanto, esencial revisarla cuando se acude al taller mecánico. Una revisión donde uno no puede olvidar hacer un cambio de aceite, así como elegir el más adecuado en cada caso si uno quiere que su moto esté en perfecto estado y con total garantía en cuanto a la seguridad cuando circule por la carretera.
¿Cuál es su función?
Por medio de este denso y viscoso líquido, lo que se consigue es ayudar a que este vehículo logre amortiguar de manera correcta por medio de una presión hidráulica. Es decir, se evita de esta manera que la moto sufra si en plena conducción se producen golpes o se pasa por una carretera con desniveles pronunciados. Así pues, si todos los componentes están perfectamente engrasados mucho mejor.
Eso sí, conviene saber de antemano que cada aceite (función principal aparte) ofrece unas características distintas por lo que es importante elegir uno que se ajuste no solo al tipo de moto; también al uso que se da de esta y a la forma de llevarla por parte del conductor. Por ejemplo, en las que son para competición el desgaste es mayor y por tanto el mantenimiento de la lubricación debe ser más frecuente.

Elegir el más adecuado
Diferencias aparte, lo mejor es que el aceite de la horquilla de una moto sea de base sintética y de una viscosidad tal que no pierda propiedades con altas temperaturas. Por eso, de acuerdo con el tipo de horquilla, se empleará un aceite más (si sus pasos son grandes) o menos denso. Junto a esto, imprescindible que sea un producto de calidad que sea una garantía para la moto y que la cuide bien sobre todo en relación a parámetros de suspensión, desgaste, corrosión u oxidación.
Lo más aconsejable en estos casos es dejarse guiar o bien por el profesional mecánico o por las recomendaciones que ofrece el propio fabricante en cada tipo de aceite.
Una revisión completa
Un último apunte cuando se hace el cambio del aceite elegido finalmente, lo mejor es aprovechar el momento y sustituir también los retenes y guardapolvos. La primera pieza tiene como función el servir como una especie de sello para evitar que el aceite de la horquilla salga al exterior. En los casos más graves podría afectar al freno delantero si la fuga es constante sobre el disco y va empapando las pastillas. En el caso del guardapolvos se refiere a un elemento de plástico de alta resistencia que evita que la suciedad y la gravilla de la carretera afecten a la suspensión.