Conducción con moto en circuito

Ya has entrenado con la moto de campo y has perfeccionado la conducción, ahora es el turno de empezar a rodar en el circuito.

Pere Casas

Conducción con moto en circuito
Conducción con moto en circuito

Nada como un cursillo en circuito para aprender a montar en moto.

Quizás la enseñanza más importante sea precisamente esta: entender que disfrutar al límite de la moto y de las sensaciones del equilibrio dinámico, solo es posible cuando no hay tráfi co, ni guardarraíles, ni otras trampas…

Hemos pasado una época en la que –todos– pensábamos que «tener una superbike es un derecho universal», pero no basta con comprar una «R» para estar a su altura.

Conducir una moto diseñada bajo los criterios de un piloto profesional, y para ser usada en circuito con estos criterios, no es algo evidente: debe ser aprendido. Por tu seguridad, pues, invierte en un curso de conducción.

Personalmente creo que en el precio de una «R» la marca debiera incluir un cursillo de pilotaje. Mientras esto llega, piensa que hay múltiples posibilidades de realizar uno en circuito.

Una vez estés rodando en él, te parecerá gratuito arriesgar en carretera para demostrar que «eres el rápido del barrio». En carretera obtendrás solo una mínima parte de las sensaciones de las que gozarás en circuito, además con total seguridad.

Con la adecuada monitorización aprenderás más y mejor que en muchos kilómetros «circulando».

Una vez «hayas hecho circuito», creo que tendrás por seguro que tu concepción de «cuándo, cómo y sobre todo, de dónde» montar rápido en moto cambiará para bien.

Mi consejo personal, y no solo porque participo como monitor en ellos, es que te apuntes a uno de los cursillos del Action Team (www.actionteam.es). Pero hay otros, igualmente de calidad, que superan a las clásicas «rodadas» o «tandas abiertas» en las que puedes simplemente entrar a rodar en un circuito intentando seguir a un piloto rápido, profesional o no, pero que no tiene interiorizada la pedagogía necesaria para enseñar de modo que tú, más que intentar ir deprisa, aproveches el curso para realmente «aprender».

Esta frase popular encaja aquí mejor que ninguna: si quieres poner a prueba tus reconocidas aptitudes, y disfrutar de verdad de las prestaciones de tu moto, ¿por qué no te inscribes en un curso? Muchos de los «valentinos» que no tenemos la oportunidad de demostrar lo buenos que somos en carretera, aprenderemos más y mejor en un cursillo, bajo una buena monitorización, y que lo de arriesgar en carretera es, sencillamente, de motociclistas poco inteligentes por no decir, llanamente, insensatos y estúpidos.

  • Pretender ir rápido sin primero tomarte tu tiempo para «aprender a aprender».
  • Creer que ya sabes todo y que puedes ir más deprisa que el monitor, que te frena, pero que estará haciendo su trabajo.
  • Crearse falsas expectativas: un cursillo es de conducción, no es tu primera carrera.
  • Empeñarse en permanecer en un grupo equivocado, demasiado rápido o lento: pide a tu monitor que te adjudique a otro.
  • No enfrentarse al cursillo con «mente en blanco»: resetea tus hábitos y empieza de cero interiorizando las técnicas ofrecidas.