Suspensiones a punto: extensión

En la puesta a punto de las suspensiones de tu moto es fundamental saber qué hacer en caso de que la extensión no sea la adecuada.

Pere Casas

Suspensiones a punto: extensión
Suspensiones a punto: extensión

Sigamos con la puesta a punto básica de suspensiones. Ya hemos trabajado en las precargas, ahora vamos a toquetear los tornillitos mágicos. Recuerda hacer un único cambio cada vez, antes de salir a comprobar que es correcto.

No olvidemos que la «extensión» regula la velocidad con que la suspensión «vuelve» a su posición inicial tras comprimirse en un bache o una frenada (delante), o un bache o una aceleración (detrás). A continuación te ofrecemos unos consejillos básicos para saber qué hacer.

Delante: si la moto tiende a abrir la dirección e irse para afuera al soltar frenos, es decir, no mantiene la trazada que hayas escogido tras la tumbada, y concede pequeños movimientos ya metida en la curva, deberías probar a aumentar el reglaje de extensión, es decir, dar un par de puntos más hacia cerrado. Si en apoyo, en cambio, rebota de delante, o se mantiene hundida en curvas rápidas, quizá se quede muy abajo por estar demasiado frenada en extensión, así que relaja este reglaje, igualmente, un par de puntos.

Detrás: si en frenadas la rueda pierde contacto con el suelo, redúcela. Si rebota excesivamente, auméntala. La «compresión», por su lado, regula el hundimiento de la horquilla o del amortiguador. Delante, si no absorbe los rizados y «salta», y si la moto no «entra» ni «gira» –es decir, no se hunde lo bastante– y rebota, redúcela. Detrás, si desliza al primer toque de gas por no aceptar ni un punto de carga y hundimiento al transferirse el peso a la rueda posterior, o resalta en los baches, redúcela. Y si flanea al acelerar, o la moto es lenta al cambiar de dirección, auméntala.

Repito: ¿Quién dijo que era sencillo?

Alta y baja velocidad
Si tienes una moto «muy buena», muy cara o muy deportiva, o las tres cosas a la vez, la horquilla o el amortiguador pueden tener doble reglaje de compresión, en alta o en baja velocidad. La primera actúa en baches y rizados, la baja en frenadas, al acelerar y en curva. Meterte en estos reglajes, al igual que variar la altura del amortiguador, o subir y bajar las barras en las tijas es, sin embargo, palabras mayores: acude antes a un especialista.

Duro no siempre es mejor
Como decíamos la semana pasada, los usuarios muy deportivos suelen proclamar a los cuatro vientos: «He mejorado las suspensiones porque las llevo duras como piedras», pero sobre todo en carretera abierta, no te obsesiones con ello, ya que puedes convertir una moto blanda, pero que transmita información, en una «tabla» imposible de pilotar.

Compromisos
Cada una de las intervenciones en las suspensiones pueden obedecer a distintos efectos y, pues, reclamar intervenciones entrecruzadas. Reglar suspensiones refl eja la «regla de la manta», ya sabes, «si te tapas la cabeza, destapas los pies». Debes pensar, en todo caso, que las suspensiones mejoren la capacidad de transmitir información a su conductor antes que conseguir una posible efectividad óptima. Mejor saber qué ocurre en todo tipo de asfaltos que ser muy rápido en un tramo concreto.