Probablemente, la generación de la primera década de este siglo en MotoGP fue la primera en que prácticamente todos los pilotos cogieron un número ‘en propiedad’. Tras excepciones en las décadas anteriores como el 7 de Barry Sheene o el 34 de Kevin Schwantz, los 2000s terminaron con la costumbre de emplear el número de la posición donde finalizaron el curso anterior.
A rebufo del 46 de Valentino Rossi llegaron el 27 de Casey Stoner, el 26 de Dani Pedrosa o el 99 (y antes 48) de Jorge Lorenzo. Pero uno de los más icónicos llegó ya a MotoGP con número propio: Nicky Hayden. Aquel 69 era mucho más inocente de lo que parecía: lo usaba porque, si caía, se leía igual al derecho que al revés.
Al calor de aquella generación, fue naciendo otra que ahora mismo está en plena adolescencia. Chavales que utilizan los números de sus ídolos. En los últimos años han aparecido por las copas de promoción el 93 de Arbi Aditama, el 27 de Rico Salmela, el 26 del añorado Pau Alsina, el 99 de José Antonio Rueda o el 46 de Álvaro Lucas.
Y claro, también hay un 69. Se llama Fernando Bujosa, y llegó a la European Talent Cup nada más cumplir los 13 años, mediada la temporada 2022 y procedente del ESBK, donde había competido en Moto4 y en PreMoto3. Ya en su segunda carrera avisó con una sexta posición, tras Guido Pini, Máximo Quiles, Brian Uriarte, Casey O’Gorman y Joel Esteban.
Sin embargo, pese a sentarse en la mesa de los ‘mayores’ nada más llegar, no llegó a tiempo completo hasta 2024, cuando fichó por el Estrella Galicia 0,0 y se estrenó en el cajón en Estoril, pero el resto de la temporada fue un tanto desastrosa y acabó 17º en la general. Aun así, el AC Racing Team confió en él para 2025.
Los resultados fueron tan inmediatos que ganó la primera carrera del año, enlazando otras dos a mitad de curso en Magny-Cours y Aragón; y añadiendo varios podios más para llegar líder a la penúltima cita. Sin embargo, un cero en Catalunya le hizo entregar ese honor al vigente campeón, Carlos Cano, y llegar a Valencia sin depender de sí mismo.
Allí, solo podía intentar ganar y esperar que Cano acabase fuera del podio. Por eso, cuando el murciano se cortó del trío delantero, Bujosa volvía a tenerlo en su mano y conseguía llegar en cabeza a la última curva... donde se le metieron dos rivales. Lo había acariciado y se le había escapado entre los dedos en el último suspiro.
Hasta que, en un golpe del destino, Cano fue descalificado y, en diferido, Fernando Bujosa se convirtió en el campeón de la European Talent Cup 2025. Un título que quedará ya para siempre en su palmarés, pero que -tal y como sucede como su 69- no cambia la forma en la que el piloto de Palma de Mallorca tiene que mirar su propio futuro: siempre hacia arriba.
