La FIM ha publicado el nuevo reglamento técnico del Mundial de Superbike, que entrará en vigor la próxima temporada, la 2014, destacando la creación de la clase SBK EVO. El objetivo del nuevo reglamento es reducir los costes y los cambios afectan a distintos apartados.
El número total de motores que pueden ser usados en una temporada se limita a ocho unidades por piloto, sin que varíe este número aunque el piloto sea sustituido o reemplazado en una o varias carreras. Ahora bien, no hay límite de número de motores en un evento.
Los motores serán precintados de manera oficial por la Dirección Técnica del Mundial de Superbike antes de ser usado, y contendrá un sello con un número de serie. La manipulación de este precinto supondrá su rotura y se considerará que ese motor ha sido usado. Los precintos se colocarán en distintos puntos del motor, para llevar un mejor control de uso.
Los equipos que necesiten usar motores adicionales durante el campeonato serán penalizados. La sanción consistirá en que el piloto en cuestión saldrá desde la última posición de parrilla en el siguiente evento (dos carreras) por cada motor.
Los "wild cards" podrán utilizar dos motores por evento en los que tomen parte.
Quedan limitados igualmente los cambios en las entradas de aire (airbox) y en el sistema de acelerador, siempre que se mantengan los elementos externos originales u homologados. En cuanto al aumento o reducción del peso en los cárteres se permitirá siempre que la diferencia no sea superior a un 15%.
Se establecen dos opciones para elegir la relación de cambio. La primera permite dos relaciones de cambio para cada marcha (A y B), pero sin posibilidad de combinarse entre ellas y con dos primarios a elegir entre el homologado y uno de fábrica.
La opción dos ofrece tres relaciones de cambio por marcha que tampoco podrán combinarse y sólo se podrá usar el primario de homologado.
Los equipos tendrán que indicar cuáles son esas relaciones de cambio y esos primarios al inicio de la temporada, pues serán los únicos que puedan utilizar durante toda la temporada. Durante el fin de semana sí que se permitirá hacer hasta dos cambios bajo supervisión técnica de la FIM y en un período de tiempo limitado. Evidentemente, los cambios implican tener que volver a precintar los motores.
Los equipos sólo podrán utilizar el material (suspensiones y frenos) que previamente haya sido aprobado por la comisión técnica, que además tendrá que estar disponible para todas las estructuras al inicio del campeonato y al mismo precio, que lógicamente deberá ser público. Estos componentes tienen que estar disponibles durante toda la temporada y debe ser entregado con un período máximo de seis semanas desde que se realiza el pedido.
El reglamento de la clase EVO (sustituye a las Superstock) tiene una serie de especificaciones, mientras que lo que no esté especificado se regulará por lo que se fija para las Superbike. Las especificaciones más importantes se resumen de la siguiente manera.
Los equipos sólo podrán usar seis motores por piloto, que serán igualmente precintados como los de Superbike, considerándose que es usado aquél cuyo precinto haya sido manipulado. Las modificaciones en el motor serán mínimas, tan solo se permiten modificaciones en el cambio (siempre que se utilicen los aprobados por la comisión técnica), en la ECU y en la electrónica, pero con muchas restricciones.
En lo que se refiere a la parte ciclo, la reglamentación es la misma que la de las SBK.