El alemán Jonas Folger disputará el IDM Superbike de su país el próximo 2020 con una Yamaha YZF-R1 del MGM Racing, después de no haber sido renovado como piloto probador de Yamaha en MotoGP. El plan del piloto de 26 años es realizar dos o tres wild card en el Campeonato del Mundo de Superbike el próximo curso y dar el salto completo en 2021.
Una reinvención en toda regla para Folger, cuya trayectoria deportiva ha estado marcada por los vaivenes, por diversos motivos. Su debut mundialista llegó en 2008 en 125cc como miembro de la Red Bull MotoGP Academy. Tras hacer seis carreras con una KTM y coger su primer punto fichó por el Ongetta, donde corrió sus dos primeros años completos con una Aprilia, logrando su primer podio en su cuarta carrera en el equipo al ser segundo en Francia.
Su rendimiento llamó la atención del Red Bull Ajo Motorsport, de nuevo con una Aprilia, consiguiendo tres podios y, entre ellos, su primera victoria. Fue en mojado en Silverstone, donde se impuso con contundencia por delante de Johann Zarco. Terminó el año sexto pero no renovó y, con la llegada de Moto3, tuvo que dar un paso atrás, yéndose a uno de los equipos más modestos de la nueva categoría: el IodaRacing.
Allí corrió siete carreras y solo pudo terminar una con la frágil Ioda, pero mediada la temporada recibió la oportunidad de cambiar de aires y fichar por el Aspar Team para reemplazar a Alberto Moncayo. No la desaprovechó: podio en su primera carrera y victoria en la segunda.
Logró dos podios más y acabó el año noveno, renovando para un 2013 en el que fue prácticamente el único piloto que logró inquietar el abrumador dominio de las KTM, que ganaron todas las carreras del año. Con su Kalex KTM, Folger consiguió colarse en cuatro podios y terminar el año quinto y como el mejor de los pilotos que no llevaban KTM.
Su gran desempeño con material inferior le llevó a Moto2 con la Kalex el AGR Team español, y deslumbró con su rápida adaptación: en su cuarta carrera subió al podio en Jerez y repitió dos citas más tarde en Mugello, aunque después dio un bajón y el resto de la temporada apenas consiguió un top ten. 2015 empezó mejor todavía con su victoria en Qatar, que repetiría en Jerez. Aunque se mostró bastante más regular no volvió al podio hasta Motegi, logrando el cuarto del año en Malasia para terminar sexto en la general.
Fichó por el Dynavolt Intact para 2016 y volvió a mezclar grandes actuaciones con carreras más discretas, terminando el año en séptima posición después de haber conseguido un triunfo en Brno y un total de cinco podios. Sin embargo, durante la temporada ya había firmado un contrato para saltar a MotoGP con el Monster Yamaha Tech 3.
El inicio de su periplo en la categoría reina fue realmente prometedor: las siete primeras carreras en los puntos, cinco de ellas en el top 10 y asomándose cada vez más al top 5. Entonces, tras el primer cero en Assen, llegó el momento más inolvidable: en Sachsenring, ante su público, llevó al límite a Marc Márquez y terminó segundo para hacerse con su primer podio en MotoGP.
Sin embargo, antes de la gira asiática saltó la noticia de que tenía que parar por enfermedad. No se sabía cuánto tiempo, los plazos se iban prolongando y no volvió, terminando su año de rookie en décima posición pese a haberse perdido casi un tercio de las carreras. Se le esperaba de vuelta para el curso 2018 pero llegó la noticia bomba: sufría síndrome de Gilbert y renunciaba a su plaza para recuperarse.
Tras un año en blanco, para 2019 fichó por Yamaha para ser probador de MotoGP, donde no ha hecho ningún wild card, a diferencia del resto de probadores de las demás marcas. Sí hizo cinco carreras de Moto2 con el Petronas en sustitución de Khairul Idham Pawi, pero una vez terminada la temporada recibió la noticia de que Yamaha no le renovaba y, con las parrillas de las principales categorías completas, ha optado por dar un paso atrás y competir en el internacional alemán para volver pronto a la escena mundialista.
“Después de unos meses y unas semanas algo turbulentas, finalmente he decidido empezar en el campeonato alemán junto a Michael Galinski, con el objetivo –por supuesto- de ganar el campeonato y hacer varios wild cards en el Mundial de Superbike para preparar un salto permanente para el año siguiente", explica Folger.
“Creo que es un gran nuevo comienzo para mí y un interesante cambio de entorno. Quiero volver a empezar de cero, ganar confianza, volver a acumular buenos recuerdos y empezar un nuevo camino que debería llevarme al Campeonato del Mundo de Superbike a largo plazo", razona el germano, confiado en sus posibilidades:
“Ya conozco la R1, aunque la versión de Superbike será un poco diferente a la máquina que he pilotado hasta ahora. Conozco las fortalezas de la Yamaha y estoy convencido de que es una moto competitiva para el ataque al título", sentencia.
