El español Mika Pérez ha anunciado su retirada definitiva como piloto profesional a los 23 años, después de pasar dos años prácticamente en blanco por la falta de oportunidades. La ausencia de dinero le ha impedido tener moto las últimas temporadas y le ha hecho tomar la decisión de colgar el casco.
El anuncio llega apenas unos días del anuncio de la retirada de su compatriota Aleix Viu, doble subcampeón de la MotoGP Rookies Cup y que ha estado compitiendo los dos últimos cursos en el Campeonato de España de Supersport dentro del ESBK.
Como Viu, Mika Pérez también tuvo que recurrir a una copa monomarca barata para darse a conocer. En su caso fue la European Junior Cup -la copa monomarca de Honda dentro del WorldSBK-, donde llegó tras ser campeón de la de Campeones MiniGP 140 en 2012 y campeón de la Challenge Honda CBR 250 en 2013. En la EJC se estrenó en la última cita de 2015 en Jerez, para empezar a disputarla a tiempo completo en 2016.
Allí ya demostró maneras con un podio y una pole para terminar sexto y, tras un 2015 para olvidar con un par de poles que no pudo cristalizar en las carreras, se destapó en 2016 con una temporada soberbia en la que acabó todas las carreras en el top 4 para proclamarse campeón en la que fue la última edición de la categoría.
En su lugar llegó el Mundial de Supersport 300 y Pérez fue elegido por el Wilsport para llevar la Honda. Pese a que su moto parecía no estar a la altura de las Yamaha y Kawasaki -que tras ese año prácticamente han monopolizado la categoría-, Pérez fue capaz de lograr las dos únicas victorias de la marca en la historia de la categoría, acabando el año cuarto.
Eso le valió fichar por el Kawasaki ParkinGO para 2018, donde pese a no lograr ninguna victoria se quedó a las puertas de ser campeón mundial. Un adelantamiento de Dani Valle en la última curva de la última carrera le costó la victoria y el título, que fue a parar a manos de Ana Carrasco por un solo punto.
Cambió a la Scuderia Maranga y todo salió mal, ya que apenas logró una pole y esa carrera se canceló por lluvias torrenciales. De ahí se fue al Prodina para 2020, terminando quinto y logrando por fin una victoria con la Kawasaki para convertirse en uno de los pocos pilotos que ha ganado con dos marcas en SSP300 junto a su compatriota Marc García y los neerlandeses Koen Meuffels y Victor Steeman.
Pese a todo eso se quedó sin sitio y, tras una breve sustitución en 2021, se centró en sus estudios de ingeniería esperando una oportunidad que no ha llegado hasta optar por la retirada, que ha anunciado en sus redes sociales dejando claro que quiere seguir vinculado al motociclismo:
"Hoy quiero anunciar que me retiro definitivamente como piloto de motociclismo. Hace mucho tiempo que estoy esperando una oportunidad que no llega y aunque he estado trabajando en silencio es momento de decir adiós. Es momento de enfocarme en terminar mis estudios de ingeniería y estoy seguro que voy a poder seguir dentro del mundo del motociclismo, ya sea como coach o ingeniero de pista", apunta Pérez, haciendo un alegato de la peor parte de este deporte:
"La razón de no tener moto es sencilla, todo el mundo lo sabe: si no tienes dinero, no llegas a ninguna parte. Es duro, pero es así, no importa el talento que tengas y es lo peor de este deporte. Siempre he tenido que demostrar en la pista que podía destacar con pocos medios y compaginando mi carrera deportiva con los estudios, pero no ha sido suficiente. Aunque he llegado más lejos de lo que me esperaba en mis inicios, creo que no he podido demostrar mi verdadero potencial y eso es lo que más me duele. Estoy orgulloso de lo que he logrado", continúa, repasando sus logros antes de empezar con los agradecimientos:
"Sólo me queda dar gracias a todas las personas que han confiado en mi durante este tiempo. El motociclismo me ha enseñado que no hay que rendirse nunca, así que no me voy a rendir para conseguir mis objetivos en la vida", sentencia.
