Uno de los mayores placeres, tras un intenso día de moto, es el de vacilar con los amigos sobre la jornada en cuestión, algo de lo que muchos camareros pueden hablar, pues el bar ha sido siempre el lugar por excelencia elegido para hablar de estos temas. Gustan, y mucho, las batallitas de saltos de cientos de metros, las escaladas de piedras imposibles, las cur vas de vértigo... sin testigos, por supuesto, o con ellos, pero que niegan toda o parte de la historia.
Ahora, con las nuevas tecnologías, el lugar de reunión va a dejar de ser la barra del bar, que se sustituirá por el salón de casa o la habitación donde tengáis el ordenador. Y todo ello gracias a las cámaras de vídeo de pequeño tamaño, acoplables al casco o a otras partes de la moto para grabar, en marcha, todo cuanto acontezca desde un plano subjetivo principal. Por algo más de cien euros, podemos contar con una pequeña cámara fácilmente acoplable al casco o al manillar y tomar imágenes de nuestras acciones encima de la montura -o escalando, haciendo surf, montando en bici, esquiando...-.
Específicas
Seguro que muchos de vosotros tenéis o conocéis las cámaras de vídeo normales, como las que comercializan las principales firmas de electrónica y que resultan tan eficaces para grabar vuestras aventuras en moto, como las vacaciones de los niños o la comunión o la boda de un amigo. También pueden serviros para filmar con la moto, ¿pero en qué se diferencian de ellas las que os mostramos en este artículo? Pues principalmente, en que
están diseñadas para su uso «a bordo» de la moto, motivo por el cual tienen un tamaño compacto y un diseño perfecto para acoplarlas al casco o a la propia moto, gracias a adhesivos y soportes de los que vienen provistas. Pero además al tener que ir a la «intemperie» también son más robustas e, incluso, algunas pueden sumergirse en el agua, algo importante en días de mucha lluvia o cuando el barro hace acto de presencia.
Contamos en este artículo con cuatro de las cámaras de este tipo que se pueden adquirir en nuestro mercado, y son, por orden alfabético, la Geonaute X-Snipe 300, la GoPro Wide Hero, la Oregon ATC 5000 -versión que mejora la «antigua» ATC 2000- y la VholdR. La de Geonaute está fabricada por Oregon y resulta similar a la ATC 2000. Se trata de una cámara bastante económica que únicamente se puede adquirir en los establecimientos Decathlon. La GoPro es la última cámara que se ha incorporado a nuestro mercado y destaca por la posibilidad de hacer vídeo y fotos, además de por lo abiertas de plano que resultan sus imágenes. También permite sacar fotos la Oregon ATC 5000, que además cuenta con otras mejoras respecto del anterior modelo, el 2000, como la pantalla de para visualizar las imágenes grabadas, la posibilidad de manejarla mediante un mando a distancia y la opción de utilizar una tarjeta de memoria de 4 GB -antes, 2-. Por último, la VholdR cuenta con un ángulo de visión de 90 grados, pero se puede controlar bien el enfoque gracias a dos rayos láser que indican hacia donde está enfocando.
¿Qué hay que tener en cuenta para adquirir una cámara de este tipo?
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Facilidad de colocación. Para poder llevar la cámara en el casco o en cualquier parte de la moto tendremos que contar con un soporte. Esa pieza, a su vez, irá fijada, si es al casco, mediante un adhesivo -cinta de doble cara-, y si es, por ejemplo, al manillar, con una abrazadera o cualquier otra pieza fabricada para tal fin. Si nos decidimos por el casco habrá que tener muy claro dónde queremos colocar la cámara, pues estar pegando y despegando el adhesivo hace que éste pierda efectividad. Intentad que la cámara enfoque lo más al frente posible, pues las imágenes que enfocan la rueda delantera llegan a marear. Por modelos, la Geonaute se comercializa con dos soportes, uno para el manillar y otro para el casco de bici, aunque podría llegar a acoplarse en uno de moto.
La GoPro viene con un soporte para casco de tipo adhesivo de la marca 3M. El pegamento es tan fuerte que hasta quitamos algo de pintura del casco cuando lo despegamos. Eso significa que no vais a poder hacer muchas pruebas de cómo colocar la cámara -aunque trae un adhesivo de recambio-. GoPro ofrece, además, la posibilidad de adquirir por separado un soporte para el manillar -22 euros- y una ventosa de alta resistencia -34,80 euros-. Igualmente, está disponible un kit que incluye la cámara con estos accesorios a un precio inferior que si se adquirieran cada uno de ellos de forma separada. La más completa en este sentido, de serie, es la Oregon, pues en su estuche viene un soporte para el casco de bici, otro para un casco de alpinismo -ambos podrían llegar a utilizarse con uno de moto-, y uno más para el manillar.
La VholdR, por su parte, trae un soporte para casco con adhesivo 3M -se puede comprar por separado- bastante bueno, y se venden por separado uno de bici y otro para ponerlo en la cinta elástica de las gafas de montar. La colocación de la VholdR es menos problemática que con otras porque un simple movimiento del objetivo nos permitiría grabar en horizontal o en vertical, con lo que nos da lo mismo colocar la cámara en un lateral o en la parte superior del casco -o en el manillar-. Todos los sistemas probados nos parecieron eficaces, aunque los que cuentan con adhesivo específico, como el de la GoPro y el de la VholdR, son los que más nos convencieron. Los de Oregon y Geonaute se acoplan perfectamente al manillar, pero no al casco de moto. Ahora bien, os recomendamos afianzar las cámaras con unas bridas o unas cintas elásticas, como las que tienen la Oregon y la Geonaute, pues en caso de impacto sería más complicado perderlas. -
Ángulo del visión. Tiene relación con lo expuesto anteriormente, con la colocación de la cámara, pues un ángulo de visión reducido hará que cualquier movimiento del cuello -si la llevamos en el casco-, desplazamiento por impacto, o, simplemente, el no haberla colocado correctamente, tenga como consecuencia el dejar de enfocar hacia donde queremos. En este sentido, la clara dominadora es la GoPro, pues con su ángulo de 170 grados tendremos un campo en foco realmente amplio, independientemente de que la cámara esté o no colocada a la perfección. Aparte, cuenta con un visor a través del cual podemos mirar y saber hacia dónde se está enfocando.
La Geonaute, con 48 grados, está muy limitada, con lo que se requiere mucha práctica antes de llegar a grabar un buen vídeo. La Oregon tiene un ángulo más amplio, de 53 grados, y se nota, pero nos sigue pareciendo un poco reducido. Gracias a su pantalla de «led» podemos saber de antemano hacia dónde está enfocando la cámara, lo que se agradece enormemente. La VholdR ofrece un ángulo de 90 grados, y además proyecta dos láser rojos que nos ayudan a saber hacia dónde se está enfocando. Convence la VholdR, pero después de probar los 170 grados de la GoPro, los de la primera nos saben a poco. -
Botones. El diseño de los mandos de manejo y su facilidad de accionamiento resulta importante. Pensar que estamos grabando y no hacerlo, y viceversa -con el riesgo de quedarnos sin batería o sin capacidad de memoria- da muchísima rabia. Y esto ocurre con todas, a pesar de que emiten pitidos que nos indican cuándo comienzan y terminan de funcionar. Pero en marcha, con el casco puesto y el motor de la moto funcionando, no siempre es fácil escuchar el pitido. La Geonaute tiene unos botones pequeños y con los guantes puestos no se manipula demasiado bien.
La Oregon resulta mejor este sentido, pero no nos gusta la ubicación de los propios mandos, pues el «power» está donde la pantalla, detrás, y no se sabe si la hemos encendido o no. Cuenta con un mando a distancia, pero seguimos teniendo el mismo problema, al desconocer si se ha puesto en marcha o no. La mejor posicionada en este sentido es la VholdR, ya que no tiene botón sino una pestaña de gran tamaño que nos señala si grabamos o no. En el término medio se encuentra la GoPro, con unos pequeños botones pero de operatividad sencilla con los guantes puestos. Ahora, como en las demás, tendremos que estar pendientes de los pitidos o de que alguien nos indique si hay luces parpadeando por algún sitio para saber si está en marcha o no. -
Conexiones. Una vez grabada nuestra aventura llega el momento de ver el vídeo. Hay quien prefiere proyectar las imágenes directamente en el televisor y hay quien busca hacerlo en el ordenador -un paso obligado para los que se dedican a editar esos vídeos-. La Geonaute y la Oregon cuentan con cable para TV y uno para PC -funcionan como un «pendrive», bastando con enchufar la cámara a un puerto USB para que el ordenador las reconozca-. En la televisión ocurre igualmente, aunque tendréis que buscar el canal auxiliar que sintonice con la cámara.
La VholdR sólo cuenta con cable USB para el ordenador, que además es muy corto y hace las veces de cargador de la batería conectado al PC -opcionalmente se vende un cargador para enchufar a las tomas de corriente clásicas-, por lo que para descargar la información basta enchufar la cámara al PC y seguir unas sencillas instrucciones. La tarjeta MicroSD de la cámara trae un software para conectar con una web en la que podéis mostrar vuestros vídeos. Con un solo cable bastante largo solucionáis este tema de conexión en la GoPro, pues tiene la entrada USB y la del televisor. Pudimos ver lo grabado inmediatamente, al igual que en las otras tres. - Calidad de imagen. Además de contar con un ángulo superior al de los demás modelos, la calidad de filmación -la resoluciónde la GoPro es la que más nos ha convencido, ofreciendo unos colores más reales que el resto. Además, el estabilizador de imagen funciona muy bien y la imagen se mantiene en su sitio, independientemente de los baches que nos «comamos» con la moto. La grabación recogida por la VholdR también nos ha sorprendido gratamente, aunque los colores aparecen un poco más apagados que en la GoPro. El estabilizador de imagen también nos permite coger baches sin que afecte demasiado. En cuanto a la Oregon y a la Geonaute, ambas están en otro escalón más abajo, pero sin que eso signifique que no podamos disfrutar enormemente con la imagen obtenida. De todas formas, más que la calidad de la imagen, insistimos en que es el ángulo lo que más las penaliza.
- Alimentación. El tiempo de uso de estas cámaras resulta fundamental, sobre todo, teniendo en cuenta que no resulta tan complicado que se nos queden encendidas sin darnos cuenta. Preferimos la alimentación por pilas porque se puede llevar recambio en la mochila, mientras que las baterías requieren de cargador o de un portátil -y hasta que no lleguemos a casa, complicado-. Una cosa importante con la GoPro: las pilas alcalinas duran muy poco, unos cinco minutos, así que os recomendamos el uso de las recargables de litio -que no son fáciles de encontrar- o de NiMh.
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Protección. Una cosa que hemos en falta en todas las cámaras es la existencia de una tapa para proteger el objetivo del polvo, las piedras o el agua. Y no sólo nos referimos a que la cámara tenga protección al llevarla encima durante muchas horas en las que sólo vamos a tomar imágenes de unos minutos -una travesía, por ejemplo, en donde tendremos que estar parando para limpiar el objetivo cada vez que queramos empezar a filmar una parte del recorrido-. También es importante este detalle al guardarla en un cajón de casa o al transportarla en una mochila/riñonera con otros objetos.
La Oregon, al menos, sí que cuenta con una funda de neopreno para guardarla una vez hemos terminado de utilizarla, pero sería más conveniente contar con algo rígido, mientras que la GoPro va «encerrada» en una carcasa -la que la hace sumergible- y protege el objetivo, pero no el «objetivo» de la propia carcasa. Aunque si ésta se daña se puede comprar como recambio, por 34,80 euros, una nueva. -
Soporte de grabación. Para poder grabar imágenes necesitamos mucha memoria, algo que todos los modelos comparados además de, en algunos casos, de memoria interna, que valen para poco más que probar si la cámara funciona correctamente o no -con 32 MB grabaremos un minuto- . Con 1 GB se pueden grabar alrededor de 45 minutos, y que las cámaras no están preparadas para soportar tarjetas de gran capacidad -de 8 GB o más-, con lo que si queréis estar varias horas grabando, tendréis que llevar varias tarjetas encima. La Geonaute cuenta con 32 MB de memoria interna, pero se puede acoplar una tarjeta SD de 2 GB.
La GoPro sólo tiene 16 MB de memoria interna, aunque sus posibilidades de ampliación son mayores que en la anterior, pues admite 2 GB en tarjetas SD y 4 GB en tarjetas SDHC -tenedlo en cuenta al comprar la tarjeta porque tendemos a comprar lo más barato y las de 4 GB SDHC son más caras que las SD normales-. Éstas sí que funcionan en la Oregon, al menos eso es lo que afirma el fabricante, y además se dispone de una memoria interna de 32 MB. En todos estos casos, la tarjeta se tiene que adquirir de manera independiente, un gasto más a tener en cuenta aunque el precio de las tarjetas ha bajado en los últimos no tiene memoria interna, pero trae una tarjeta MicroSD de 1 GB. Si queréis ampliar, entonces sí que tendréis que pagar un dinero adicional, y siempre con un máximo de 2 GB.
Esperemos haber despejado vuestras dudas con este artículo. Ahora sólo nos queda daros el último consejo: no esperéis grabar el mejor vídeo de vuestra vida nada más sacar la cámara de su caja. Antes de poneros en serio, realizad distintas pruebas, colocando la cámara en distintos puntos del casco o del manillar, y con diferentes grados de inclinación. Una vez conozcáis sus secretos, podréis comenzad a grabar más en serio. Ah, y si sois de aquéllos a quienes os gusta subir vídeos a la red para que los contemplen los demás, no los hagáis de más de cuatro o cinco minutos: además de tardar mucho en cargar, pueden llegar a hacerse pesados.
Cámaras de vídeo para moto
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Geonaute X-Snipe 300
Peso: 120 g.
Medidas (Largo x Alto x Ancho): 11 x 4,8 x 4,8 cm.
Memoria: 32 MB (interna) ampliable mediante una tarjeta SD no incluida.
Alimentación: Dos pilas AA no incluidas.
Resistencia al agua: sumergible hasta tres metros.
Formato de archivo: AVI universal.
Conexión: USB (PC) y RCA (TV).
Definición: 640 x 480/320 x 240/160 x 120.
Imagen: 30 frames/segundo.
Sensor cámara: N.D.
Tamaño lente: N.D.
Ángulo de toma: 48º.
Precio: 99 euros.
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GoPro Wide Hero
Peso: 135 g.
Medidas (Largo x Alto x Ancho): 4,2 x 6 x 6,5 x cm.
Memoria: 16MB (interna) ampliable a 2 GB mediante una tarjeta SD y a 4 GB mediante una tarjeta SDHC (no incluidas).
Alimentación: Dos pilas AAA (no incluidas).
Resistencia al agua: Sumergible hasta 30 metros.
Formato archivo: AVI.
Conexión: USB (PC) y RCA (TV).
Definición: 512 x 384 (2592 x 1944, foto)
Imagen: 30 frames/segundo.
Sensor cámara: CMOS.
Tamaño lente: 2,8 mm.
Ángulo de toma :170º.
Precio: 189 euros.
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Oregon ATC 5000
Peso: 165 g.
Medidas (Largo x Alto x Ancho): 11,3 x 6,7 x 4,7 cm.
Memoria: 32 MB (interna) ampliable a 4 GB mediante una tarjeta SD no incluida.
Alimentación: Dos pilas AA (incluidas).
Resistencia al agua: Sumergible 3 metros.
Formato archivo: AVI.
Conexión: USB (PC) y RCA (TV).
Resolución: 640 x 480/320 x 240/160 x 120 (640 x 480 foto)
Imagen: 30 frames/segundo.
Sensor cámara: CMOS.
Tamaño lente: N.D.
Ángulo de toma: 53º.
Precio: 219,90 euros.
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VholdR
Peso: 140 g.
Medidas (Largo x Alto x Ancho): 9,5 x 5,5 x 3,4 cm.
Memoria: MicroSD 1 GB (incluida), ampliable a 2 GB (no incluida).
Alimentación: Batería litio.
Resistencia al agua: Resistente, no sumergible.
Formato archivo: AVI.
Conexión: USB (PC).
Definición: 640 x 480.
Imagen: 30 frames/segundo.
Sensor cámara: CMOS.
Tamaño lente: 3,6 mm.
Ángulo de toma: 90º.
Precio: 346,84 euros.
Distribuidores de cámaras de vídeo de moto:
- Geonaute: Decathlon. Teléfono: 902 323 336
- Go Pro: Diametral. Teléfono: 93 572 35 16
- Oregon: Oregon Scientific. Teléfono: 902 338 368
- VholdR: Pivot Pro. Teléfono: 607 660 050/667 749 822