Para la mayoría, T.E. Lawrence tenía la azul mirada de Peter O’Toole y se lanzaba cual héroe de guerra en la cruzada árabe contra el Imperio Otomano. Al menos eso es lo que vimos en la épica Lawrence de Arabia, película de 1962 que se llevó siete premios Oscar y que llevaba a la gran pantalla la vida de este militar, arqueólogo y escritor británico. Pero ¿qué tiene que ver Lawrence de Arabia con el mundo de la motocicleta? La respuesta la encontramos en su muerte, ya que falleció por un traumatismo craneoencefálico provocado por una caída cuando conducía su Brough Superior SS100.
Lawrence de Arabia era motero
T.E. Lawrence era un enamorado de las motos, especialmente de las que realizaba George Brough casi a mano. Estamos hablando de costosas y potentes máquinas que hacían las delicias de cualquier amante de las motos. Y Lawrence de Arabia lo era. De hecho, podemos considerarlo un motero de la época, ya que su figura está irremediablemente ligada a la de las Brough. De hecho, falleció montando la poderosa SS100.
Esta maravilla contaba con un motor bicilíndrico en V a 50° OHV refrigerado por aire, con una cilindrada de 998 cc. De hecho, llegó a ostentar (la moto, no Lawrence) el récord mundial de velocidad con 210,2 km/h.
Un accidente inspirador
Después de todos los avatares que hubo en la complicada vida de este militar británico, la muerte le llegó cuando esquivó a dos niños en su camino a la oficina de correos de Bovington. En la caída se golpeó la cabeza y, después de seis días en coma, falleció el 19 de mayo de 1935 a los 46 años de edad.
Su muerte consternó a la sociedad inglesa, ya que el héroe del desierto era muy conocido y reverenciado tanto en los medios como en la calle. Y fue uno de sus admiradores quien dio un paso clave en el uso del casco cuando se monta en moto. Su nombre era Hugh Cairns, un neurocirujano de renombre que llevaba tiempo asegurando que el casco era clave para la vida de los motoristas. Sin embargo, incluso no estaba bien visto, ya que los buenos pilotos “nunca se caían”.
Cruzada por el casco
Impactado por la muerte de Lawrence por un golpe en la cabeza, Cairns trató de impulsar el uso del casco a todos los niveles. Años antes Eric Gardner ya había conseguido que al menos los pilotos de carreras lo llevaran en las competiciones, pero era el momento de hacerlo habitual para todo el mundo. Lawrence no estaba en ninguna carrera cuando tuvo el accidente.
Cairns publicó un informe que se titulaba “Lesiones en la cabeza de los motoristas. La importancia del casco”. En él mostraba que en en 21 meses habían muerto 1.884 motoristas en Reino Unido, de los cuales hasta dos tercios podrían haber salvado su vida si hubieran utilizado esta protección. Esto fue incluso más exagerado si se tenían en cuenta los vehículos militares. El ejército se hizo eco y a partir de entonces se convirtió en obligatorio para los soldados que llevaban motos o cualquier otro vehículo con el que pudieran estar expuestos a un accidente de estas características.
Sin embargo, Cairns no pudo ver cómo el casco se convertía en obligatorio, ya que falleció antes de que esto sucediera en el año 1973. Eso sí, solo fue así en Reino Unido. En España, por ejemplo, hasta 1982 no fue obligatorio en las motos superiores a los 125 cc. Y esto se extendió a cualquier moto ¡en 1992! Habían pasado 57 años de la muerte de Lawrence de Arabia.