Cuando un piloto comienza a pilotar en la élite con más de 30 años lo más habitual es que llegue un poco tarde y le cueste mucho alcanzar las primeras posiciones. A fin de cuentas se tiene que batir el cobre con recién llegados que derrochan ímpetu y con los veteranos que tienen su edad y que se las saben todas en la categoría. Por eso lo que consiguió Troy Bayliss en el Campeonato Mundial de Superbikes tiene mucho mérito, ya que no solo llegó a la élite, sino que sumó hasta tres títulos mundiales.
Su llegada a Superbikes
Nacido en Nueva Gales del Sur (Australia) en marzo de 1969, Troy Bayliss no fue uno de esos motoristas que destacó muy pronto. De hecho, comenzó a dar de qué hablar cuando en el GP de Australia de 1997 participó en 250cc como invitado, logrando una meritoria sexta posición. Eso llevó a que le reclutaran en el campeonato británico, donde consiguió la victoria.
Así que en SBK se fijaron en él y comenzó su participación en el mundial del año 2000 (había tenido dos pequeños escarceos anteriormente), sustituyendo a Carl Fogarty, pues se había lesionado precisamente en Australia. Y lo hizo sobre una Ducati, a la que no tardó en domar. Sus buenas actuaciones provocaron que se mantuviera en el equipo, ya que culminó la temporada 2001 en sexta posición.
Así que llegó el mundial de 2022 con Colin Edwards defendiendo el título que había ganado con Honda y las Ducati esperando recuperarlo con ese veterano novato que había irrumpido como un elefante en una cacharrería. La batalla fue apasionante, pero el título cayó del lado del australiano, dejando a Edwards sin un título que sí lograría en 2002 a costa de un Bayliss que dominaba a la perfección su Ducati, pero que no pudo contener el fulgurante final del estadounidense.
Paso por MotoGP
Su llegada a SBK con título y subcampeonato incluidos le llevó a probar suerte en el Campeonato Mundial de Motociclismo. Y como no podía ser de otro modo, lo hizo con el equipo Ducati, que en esos momentos comandaba Loris Capirossi. Sin embargo, la marca italiana aún estaba muy lejos de las Honda que dominaban a placer el mundial (Rossi ganó a Sete). No obstante, en 2003 logró tres podios (todos en tercer lugar), un gran botín para un debutante sin la mejor moto.
La temporada siguiente no fue buena para Bayliss y eso le hizo recalar en el Camel Honda Pons en 2005, donde no pasó del sexto puesto.
Vuelta a SBK
Después de pasar el final de la temporada 2006 lesionado, el australiano decidió volver a Superbikes, es decir, allí donde sentía que podía dar lo mejor de sí mismo. Lo hizo con Ducati y a los 37 años consiguió un retorno por la puerta grande, ya que se hizo con su segundo título superando claramente a la Honda de James Toseland, que se resarciría al año siguiente ganando el título.
El último canto de sirena de Troy Bayliss se produjo en 2008, con 39 años. El australiano consiguió encadenar una temporada excelente que le convirtió en campeón por tercera vez en su carrera. Después de eso, este piloto se retiró y lo hizo en lo más alto, aunque tendría un breve retorno en 2015.
Claro que el apellido Bayliss no se ha terminado, puesto que Oliver Bayliss, su hijo, va a debutar en la próxima temporada de Supersport sobre una Ducati. Lo hará mucho antes que su padre (tiene 18 años), aunque está por ver que pueda igualar su velocidad y su maestría.