“¡Buell ha vuelto!”, clamaba Bill Melvin, consejero delegado de Buell Motorcycles, en un comunicado emitido por la marca. “Estamos emocionados de traer a Buell de vuelta con esta increíble variedad de superbikes y motocicletas de alto rendimiento. Comenzamos con las motocicletas de producción estadounidenses más rápidas, fabricadas a mano en los EE.UU., ¡Así que es un buen comienzo! Estamos construyendo esas plataformas para más modelos de viaje y aventura, luego ampliaremos nuestra capacidad para ser competitivos con otras marcas globales. La apasionada Buell Nation puede crecer y prosperar de nuevo”.
Tras este apasionado mensaje se encuentra el enésimo intento de reflotar la marca, que a lo largo de casi cuarenta años ha ido naciendo y muriendo en varias ocasiones. Es necesario echar la vista atrás un poco y recordar su evolución para entender un poco su historia. Surgió en 1983 de la mano de Erik Buell ex ingeniero de Harley-Davidson que desarrolló su propia marca de motos deportivas partiendo de motores Harley, lo cual era todo un desafío. Al principio el invento funcionó.
En 1993 Harley-Davidson adquirió el 49 % de las acciones de Buell, y diez años después se hizo con la propiedad de la marca, que mantuvo en producción hasta 2009, cesando completamente su actividad en ese momento. Buell decidió reinventarse creando EBR (Erik Buell Racing), creando modelos más deportivos, evolucionados a partir de los modelos 1125 CR y RR, cuyos motores de 148 CV habían sido realizados por Rotax: eran las nuevas EBR 1190RX y SX.
En 2013 –la vida de la marca ha ido a impulsos, de década en década- entró en el accionariado el fabricante indio Hero, que adquirió el 49 % de la compañía con el objetivo de reflotar la marca, que incluso llegó a estar presente en el Mundial de SBK con Niccolo Canepa y Larry Pegram en 2015, hasta que sobrevino la bancarrota y el fabricante tuvo que cerrar definitivamente. Lo que vino después fue un procedimiento de liquidación de la compañía, que fue adquirida en su integridad por Liquid Asset Partners por dos millones de dólares, manteniéndola intacta con la intención de venderá o buscar un inversor.
Además, con el objetivo de no incurrir en demandas de particulares por incumplimiento de sus obligaciones, Liquid Asset Partners mantuvo activa un pequeño equipo de producción que siguiera realizando recambio y cumpliendo las garantías comprometidas con los clientes. En 2018, la empresa trasladó su ubicación a Grand Rapids, en Michigan, reanudando su actividad con parte del equipo original que fundó la compañía, pero ya sin Erik Buell, y más como un taller artesano que como una fábrica de motos, realizando algunas unidades de las 1190RX.
En 2020 EBR Motorcycles adquirió la marca Buell, sentando las bases para el regreso a la producción como un fabricante más. De hecho, el año pasado obtuvo un notable impacto mediático en Estados Unidos al ganar el campeonato AMA de “Hill Climbling” en la categoría Open Class con Logan Cipala, a lomos de una especialísima Buell 1190HCR.
Ahora, en el catálogo 2021 de la marca, Buell Motorcycles ofrece varios modelos como su conocida 1190RX, un modelo que ya estaba presente tras proclamar su independencia de Harley-Davidson y establecerse como EBR, la 1190SX, y una misteriosa 1190 Super Touring, que será desvelada en 2023. De hecho, Buell Motorcycles anuncia la producción de diez modelos de aquí a 2024, empleando como base el conocido motor V2 a 72⁰ de 1.190 cc y 185 CV de potencia, y sus inconfundibles frenos de disco perimetrales delanteros. Además, Buell estará presente en la Daytona Bike Week el próximo mes de marzo, donde mostrará sus modelos para demostrar sus firmes intenciones. Ojalá que sea la definitiva.