Se suele decir que la actividad de montar en moto supone un riesgo elevado para el que la practica... ¡A nosotros nos lo van a decir! Pero incluso los profanos en la materia, muy probablemente estarán de acuerdo con nosotros en cuanto a la valoración del estado de nuestras vías. La red española es tan extensa que, al parecer, a duras penas puede ser mantenida con el rigor que exige una actividad tan delicada como circular en un coche, más todavía yendo en moto.
Hace pocos meses nos llegó a la redacción de la revista LA MOTO una carta que hablaba sobre los indeseables "gusanos" del asfalto, esas tiras negras de alquitrán cuya función es tapar las grietas que surgen con el paso del tiempo; son claras indicadoras de que ese firme recibió una capa de asfalto años atrás, pero en vez de recibir un reasfaltado o un trabajo, digamos, "más fino", se parchea (nunca mejor dicho) aplicando sobre las grietas del firme una más o menos delicada tira de alquitrán cuyos dibujos parecen dar forma a esos "gusanos" de los que nos hablaba el lector en su carta. En este caso, como en tantos otros, parece que el remedio supera en términos dañinos a la enfermedad. ¿Qué sucede cuando pisas una raja sobre el asfalto en plena curva? La moto se vuelve inestable y, en según qué casos, te fuerza a variar la trayectoria sin aportación ninguna por tu parte... Simplemente la moto se mueve sola al pisarla.
Lo que la carta comentaba era precisamente la acción que le oblgaba a variar la dirección elegida, sobre la trazada ideal de esa curva, por la aparición sobre el firme de los "malditos gusanos". Sobre todo con frío o calor extremos, se convierten en auténticas pistas de patinaje, de lo que puede deducirse que la variación de la trayectoria elegida, antes de iniciar la curva plagada de "gusanos", es obligatoria, ya sea por tus propios medios o porque la tira de alquitrán te desplaza hacia un lado mientras patinas sin remisión...
Todos tenemos nuestra particular experiencia en estas y otras lides. En mi caso, la acción de esquivar baches y tiras de alquitrán lleva, en ciertos puntos de mis recorridos diarios, a cambiar de zona de pisada si lo que de verdad pretendo es evitar graves riesgos, tanto para mi sualud como para el buen estado de mi moto. Algo que me lleva a pisar ligeramente el arcén, rebasando la línea interior, para que mi moto no sufra el impacto del boquete que se muestra ante mi rueda delantera. A veces, la superficie salpicada de tiras de alquitran es tal que la situación "invita" a pisar de forma decidida el arcén. Es la única manera de salvar la maraña de "gusanos" que plagan el carril por el que circulo.
Cansados, incluso podría decirse que hartos de tanto recorte y auteridad por todas partes, los que vamos en moto aliviando el tráfico urbano a diario, caigan chuzos de punta o derritiéndose los "gusanos" de alquitrán, seguimos padeciendo los efectos del descuido en el mantenimiento de las carreteras. ¿Conducción irresponsable del colectivo? Ovejas negras hay en cualquier lugar, gran desgracia, qué remedio, pero "barreras" para circular nos las encontramos demasiado a menudo...