Continúa la invasión de los dos tiempos en nuestros campos. La plaga aumenta y, como ejemplo, en este año 2013 las cifras de ventas en España son las 250 y 300 de enduro de KTM son las que han ocupado las posiciones de cabeza con más unidades despachadas entre las todo terreno. Una corriente que ya no es fruto de la casualidad, que se mantiene, y que entendemos que no se debe sólo al tema económico/crisis. Sabemos la doctrina de que las 2T cuestan menos que las 4T y tienen un mantenimiento teórico más asequible, pero además, lo que ahora realmente pensamos que impulsa sus ventas es la corriente creciente de la práctica de un enduro auténtico, complicado, de recorridos digamos engorrosos, duros y extremos. Algo que muchos habéis hecho y, aún seguís haciéndolo, toda vuestra vida, pero que otros habían abandonado y, algunos, ni lo habían descubierto.
Valores como la valentía, la constancia y la seguridad se encuentran envasados en estos cilindros de 300 cc. que rezuman espíritu de trabajo en equipo para conseguir sus objetivos. No decimos con ello que las 4T no permitan conseguir estos mismos ideales pero, sin duda, el tema del peso juega una baza fundamental cuando lo que priman en vuestras rutas son las trialeras frente a las pistas. No descubrimos nada nuevo, simplemente reabrimos un debate que de forma permanente esta en los foros endureros. ¿2 ó 4T? Un dato más. Entre todas las ventas de KTM del año pasado, tras las 350 EXCF ha sido la 300 EXC -1.400 unidades, la más vendida-. Una cifra más: la TE 300 es en España donde más ventas tiene de todos los mercados.
Por última vez, al menos de momento, enfrentamos una KTM 300 con una Husaberg 300 ante el próximo cese de la actividad de la marca sueca. Una triste decisión, aún difícil de entender, que nos deja la esperanza de que algún «vikingo» tire de arresto patrio para recuperar la firma -ojala, porque su final es injusto y merece otra oportunidad-. Las Husaberg nos cantan la canción de Nino Bravo, «Dejaré mis tierras por ti, dejaré mis campos y me iré lejos de aquí… Al partir un beso y una flor, un te quiero una caricia y un adiós…».
Con cierto sentimentalismo afrontamos esta comparativa, como lo haremos con cada una de las pruebas que aún hagamos en las que tengamos alguna Husaberg 2014, acompañados en esta ocasión por Oriol Mena, desde hace cinco años piloto oficial Husaberg y, por ello, buen conocedor de la marca y de todos sus modelos, con los que ha competido.
Antes de comenzar a rodar le planteamos, al que fuera Campeón del Mundo Junior, que nos expusiera su opinión de las 300, con las que el también ha corrido en el pasado y esto nos comentaba: «ciertamente es una categoría cargada de interés por lo que aportan y permiten hacer. Motos de uso deportivo que, quizás, se alejan de la comodidad general que tienen las cuatro tiempos, que me parecen como más señoriales. Competí con la Husaberg 2T, me gustó, pero exige buena adaptación y mucha puesta a punto para ir rápido. En la categoría de E3 ahora son las reinas porque cuesta mucho domar a las 500, tremendamente agotadoras».
Coincidimos con Oriol en que hay ciertos detalles de uso general como, por ejemplo, el tener que hacer mezcla para la
Los propulsores 300 de nuestra comparativa llevan años destacando por su carácter tan resolutivo y dinámico, por su adaptación a todo tipo de usuarios y por sus infinitas posibilidades de configuración. Recordad que disponéis, de serie, de dos curvas de potencia -desconectando un cable o, comprando el pulsador selector para cambiar de forma más cómodo y en marcha- así como la regulación de la válvula de escape, cambiando su muelle o ajustando su precarga -este año (MOTO VERDE 418), le dedicamos un análisis profundo-. Ambas opciones transforman los motores en lo que necesitéis, con más o menos garbo, respuesta directa o más tranquila… Podéis tener una trescientos aventurera, más sociable, o pedirle que tenga una mente despierta lista para conocer lo oculto e inalcanzable.
Sin olvidar otros parámetros configurables que afectan a la respuesta de una 2T como es la carburación –más gorda o más fina implica respuesta más apagada o encendida-, los escapes… Cosas que podéis hacer vosotros con mínimos conocimientos de mecánica pero aún, incluso, la culata y el cilindro se podrían modificar, por especialistas, para afinar más el motor. Hacemos repaso a esto, obvio para
Al hilo de este tema, el mismo Oriol Mena, tras un primer contacto inicial con las dos monturas, dedicó su tiempo a modificar reglajes, de carburación –con el tornillo del aire- y de válvula de escape –con el tornillo de precarga-. Lógicamente, en su caso, el catalán quería más chicha y carácter explosivo. Recordad que muchos pilotos, en carrera, juegan con estos parámetros en sus 300 2T, antes de entrar a cada crono, ajustando así al terreno el empuje mecánico. Una gran virtud de las dos hermanastras ahora comparadas. En nuestras unidades de pruebas, como en el enfrentamiento anterior con las versiones 2013, la KTM tenía una configuración mecánica de respuesta más eléctrica que la Husaberg, algo más apagada. Parecía funcionar globalmente más redonda la EXC, sobre todo por su primer golpe de gas más resolutivo aunque ese mayor ímpetu también pide más dotes de pilotaje y control del acelerador para no excedernos y ponernos la moto por montera. La suavidad inicial de esta Husaberg de pruebas -venía así configurada, pero luego la cambiamos- nos ha gustado por su óptimo control, sin asustar, con cautela, asumiendo riesgos con más prudencia.
Con un gran aliado para exprimirlas como son sus cajas de cambios. Cualquier marcha es buena para las dos mecánicas cumpliendo con diferentes papeles: primera -¡bombero que apaga fuegos!-; segunda -¡socorrista que nos saca de ahogos!-; tercera –masajista que nos aporta relax aún con dolor-; cuarta –entrenador que nos da ritmo y nos mete caña-; quinta/sexta –¡«cowboy» que nos aprieta con la espuela!-. Un cambio que actúa con absoluta precisión y rectitud, lo mismo que el embrague, tan sólido como efectivo –aunque haya a quien le guste más blando y progresivo-. Nos cuesta ponerle alguna pega a estos dos motores, siendo el mal intrínseco de un dos tiempos, el de las vibraciones , el único pero destacado. Y eso que en KTM han trabajado para minimizarlas -por ejemplo, con cigüeñales mejor equilibrados- pero, aún así, de medio régimen hacía arriba el hormigueo en las manos resulta perceptible.
Si los motores tienen gran destreza y capacidad resolutiva, los bastidores no se quedan atrás y muestran una gran competividad y talento. Cómoda es la posición a los mandos en las dos, quizás con mejor ergonomía global en la KTM que en la Husaberg por aquello de que tiene un depósito algo más estrecho –por el contrario ofrece menor autonomía la naranja-. El cuerpo se mueve bien en las dos, quedando los manillares algo bajos –recomendable unas torretas que lo eleven-, a buena distancia las estriberas y con una elevada altura de los asientos –tened a la vista que hay soluciones para rebajar la elevación, desde sillines más bajos a kits de reducción de longitud de la suspensión-. Haced memoria que el asiento de la Husaberg tiene como una ligera «vaguada» central -exige elevar algo más el pie para subirnos pero frena algo más el culo en aceleraciones y subidas–.
Con apenas 103 kilos de peso, en el caso de la KTM, y algo más en la «Berg», hablar de manejabilidad es tan obvio como decir que el sol sale cada día. Con su rapidez de movimientos y facilidad de control, la agudeza intelectual se orienta hacia fines impredecibles, aportando movimientos tan rápidos como el piloto les exija, zigzagueando en senda y trialeando a ritmo elevadísimo y sin descontrol del piloto. Cuanto más deprisa queremos ir más debemos dejar a estas motos rodar, dejarlas ir, frenarlas poco y ayudarlas a marcarles la trazada. La ligereza de la parte ciclo, favorable para trepar, tiene el contrapunto a cuidar que es la tendencia o facilidad que puedan mostra la EXC y la TE para levantar la rueda delantera, muchas veces con un leve cambio de peso de nuestro cuerpo.
Husaberg TE 300: «Es una moto muy divertida y bien dotada, que permite una conducción bastante segura. El motor tiene rabia y es aprovechable aunque, en esta unidad, la noto algo floja de empuje, sobre todo tras bajarme de la KTM. La horquilla 4CS no tiene un rendmiento ideal para competir enduro pero sí que va bien cuando no son las carreras su uso principal. Me apena mucha que la marca desaparezca».
KTM 300 EXC: «¡Que energía! tiene esta mecánica. Empuje de maravilla y, con pequeños toques de carburación, pues estaba algo grasa, aún responde mejor. Todos sabemos que este es el mejor motor 300 2T pues, además, se puede configurar de mil maneras. Me gusta este depósito más pequeño que el de la Husaberg para correr, porque mejora la posición de conducción y la manejabilidad. Buen trabajo de las suspensiones».