Husqvarna TC 250

Presentación de la nueva moto de cross de Husqvarna. Se ha hecho esperar tanto que no pudo estar presente en nuestro Master Cross MX2, pero por fin la hemos podido probar y la demora ha valido la pena. La Husqvarna TC 250 es una moto nueva de arriba abajo, y lo mejor es que es sólo la punta de lanza de lo que está por llegar.

Matias Nilsson / Marcos Gil / Fotos: Husqvarna

Husqvarna TC 250
Husqvarna TC 250

Lo has visto escrito muchas veces desde el verano de 2007, cuando se anunció que BMW iba a "echar un cable" a Husqvarna, pero es así, la entrada de la marca bávara ha dado un soplo de aire fresco, liquidez y entusiasmo a la pequeña firma italiana y la TC 250 es el más reciente y palpable ejemplo de ello.

La sed de títulos de la marca de la "H" en el Mundial de Motocross, donde no gana un campeonato de pilotos desde Martens en 1993 (en constructores se llevó el de 1999), es tal que en la fabricación de su TC 250 han echado el resto y en la marca hablan de ella como el comienzo de una nueva era en la que sus máquinas de cross tratarán de brillar a la altura que lo hacen en disciplinas como el supermotard, donde en los últimos dos años han conseguido tres títulos mundiales, dos con Thomas Chareyre y uno con el belga Gerald Delepine. Para ello, la TC de "cuarto de litro" ha sido totalmente renovada, desde su compactísimo motor (no mucho más voluminoso que el 150 de Honda) hasta el chasis, reparto de pesos y geometrías básicas, y el resultado... es sensacional.

Ultracompacta

El circuito de San Miguel, en Tenerife, fue el escenario elegido por la marca para la presentación mundial de su TC 250, única protagonista de la jornada ya que en esta ocasión Husqvarna no quiso que el resto de la familia restase ni un mínimo de atención a su última creación. Todo un indicador del nivel de satisfacción de los italianos con ella.

En este escenario de lujo, cuidado hasta el más alto nivel, tendrá lugar este año una cita del Nacional de Motocross, y aquí pasa gran parte del año Andrea Bartolini, el piloto de pruebas de Husqvarna, quien tiene bastante culpa en el buen funcionamiento de la TC 250. A simple vista, no hay un gran salto estético respecto a lo conocido de la marca, a pesar de que todos los plásticos y la decoración son nuevos, pero si centras tu mirada en su zona central ahí comienzan a llamarte la atención más cosas.

El motor es lo principal, que parece fabricado a otra escala, y que te hace recordar el 125 cc de 2T de la WR, con un gran hueco desde la culata hasta el depósito de combustible y la viga central del chasis. Se podría haber bajado el depósito, en busca de centrar las masas, que ha sido uno de los objetivos a la hora de diseñarla, pero los técnicos nos contaron que han preferido ganar en accesibilidad a la hora del mantenimiento, y así, aspectos como una simple inspección de la bujía para comprobar la carburación (ahora encargada a un Keihin de 39 mm) pasa de ser un engorro en otras motos, a un juego de niños en la TC 250.

Y lo mismo cabe decir a la hora de jugar con chiclés y agujas, gracias a una caja del filtro de aire ultracompacta. Y es que este último calificativo es el que le viene al pelo a nuestra nueva amiga, ya que gracias a la conjunción de los nuevos chasis y basculante, la TC es ahora más cortita... pero habitable incluso si pasas del metro ochenta. Si ya era una moto que giraba bien, ahora, con un ángulo de dirección más cerrado, es demoledora en este apartado, pero lo mejor de todo es que el compromiso entre agilidad y estabilidad es realmente bueno y si notamos muy ligeros vaivenes de la dirección en zonas rápidas, fue más por un tarado blando del amortiguador trasero más que cuestión de geometrías.

Juguemos

Una vez en marcha -el arranque exige un pelín de atención que en las japonesas, pero sólo le podemos poner esta pega... relativa; basta con hacerse un poco- la TC no te engaña, es sincera contigo, y te deja claro que lo que quiere es que juegues con ella. Para ello, es fundamental que te sientas como en casa, y su postura, con los estribos más adelantados ahora, te ayuda en este sentido.

Nada cae de forma rara en ella. Así, ya desde los primeros saltos, se presta a que la plegues y te anima a seguir más y más allá con grandes dosis de confianza. La horquilla de 50 mm ha sido revisada por dentro y sólo pecaba de un recorrido final un poco blando, pero la rigidez delantera es muy buena; y en lo que respecta a los frenos, el trasero no destaca, pero el delantero es super potente, realmente bueno. En el caso del amortiguador, también ocurría lo mismo que delante, sobre todo si pasas de los 75 kg para los que se ha fijado el tarado estándar, lo que la penaliza un baches consecutivos, en los que acababa trabajando en su parte final de recorrido, que es algo más seco.

En saltos, sin problemas, ya que las recepciones de San Miguel ayudaban a la faena. Al aterrizar, a veces encontramos algunos pequeños vacíos de carburación, que se solucionaban con una leve presión a la maneta de embrague al tomar tierra. Éste, curiosamente, funcionaba mejor eliminando casi todo el juego muerto de la palanca, ya que si no parecía no tener suficiente caudal para desplazar los discos. El cambio de cinco marchas, es bueno pero no tan suave como en las japos, algo achacable posiblemente al escaso rodaje. Tendremos tiempo de comprobarlo más detenidamente, someterlo a la máquina de la verdad y a sus rivales porque, o mucho nos equivocamos o la nueva Husqvarna tiene mucho que decir frente a ellas. Su ciclo es muy bueno, y su motor, posiblemente uno de los más utilizables de la categoría MX2.

Husqvarna está cambiando el chip, y, como te decía al principio, lo mejor de todo es que la TC 250 es sólo el comienzo de lo que está por venir en esta nueva etapa de la firma italiana.