El jefe de ingenieros de la nueva Suzuki RMZ 450i del 2008, Toshikazo Yamaoka, fue muy claro y preciso en las primeras declaraciones que hizo nada más llegar a la rueda de prensa en la que se presentaba su última creación, y que tuvo lugar la semana pasada en el circuito internacional de Valskenwaard (Holanda): «La RMZ 450i marcará un nuevo hito en el Mundo del Motocross ya que es la primera moto del sector que incorpora la inyección electrónica de serie. Esta nueva solución, se suma a los tres grandes avances mecánicos que cambiaron la historia de este deporte. Primero, el paso de la refrigeración por aire a líquida. Segundo, la sustitución del doble amortiguador trasero por uno único; y, por último, el relevo de los motores 2T por la avanzada mecánica de válvulas».
Con tales declaraciones, Suzuki quiso dejar bien claro que, además de los dos largos años de desarrollo e investigación sobre este sistema de alimentación, una nueva generación de modelos con inyección iba a suplantar a los ya obsoletos carburadores y que ellos, como marca, se apuntarían un gran tanto por ser los primeros en dar el pistoletazo de salida a esta innovación.
Sea como sea, las palabras del japonés no quedaron en el aire, pues no sólo la firma amarilla ha estado trabajando durante las últimas temporadas en este sistema. Todas las firmas niponas más KTM se han involucrado profundamente en desarrollar este sistema de alimentación que garantice las mismas curvas de potencia que la de carburación.
En el enduro ya contamos con un nutrido número de modelos con inyección electrónica, pero en el motocross, donde se exige un mayor rendimiento, los fabricantes quieren asegurarse antes de dar el salto.
Como la seda
Suzuki ha sido el primero en tirarse a la piscina, pero a diferencia de otros, los de Hamamatsu se han asegurado de que haya agua. Cierto que lo primero que centró nuestra atención fue la inyección electrónica por el simple hecho de ser la primera del mercado, pero, a medida que avanzaba el día, también nos percatamos de que esta Suzuki RMZ 450i posee otros nuevos atributos lo suficientemente destacables como para diferenciarse de su antecesora.
Sin embargo, y antes de nada, contaros que a diferencia de otras máquinas con inyección, el sistema de la Suzuki RMZ 450i tiene su «miga», porque al ser una moto de cross, sigue careciendo de batería y en su caso, la necesaria bomba de gasolina, montada dentro del depósito —ahora de aluminio para mantener más frío el combustible y, así, mejorar el rendimiento del motor—, es alimentada por el propio encendido electrónico de la moto mediante un rotor magnético que genera más potencia respecto a uno convencional.
Como es de esperar, este sistema es autorregulable, por lo que independientemente de dónde nos encontremos —climatología, presión atmosférica, etc.—, el consumo de combustible se regula automáticamente y el constante trabajo de carburación pasa al olvido.
Asimismo, los estrictos parámetros realizados sólo surgen efecto cuando la moto es de estricta serie, ya que una vez la modifiquemos para competición deberemos echar mano a una nueva centralita alimentada por una batería del preparador oficial de la firma, Yoshimura, y así poder regular correctamente la entrada de combustible.
Pero… ¿Qué tal va? Sin duda, los nipones han hecho una gran labor. Su comportamiento a bajo y medio régimen es excelente —con la ayuda una culata con las tomas de admisión y escape modificadas al igual que la cámara de combustión— y, una vez en altos, el propulsor se estira muchísimo.
Como era de esperar, la curva de potencia es de lo más lineal, suave y, por supuesto, sin ningún vacío. Su respuesta al acelerador es inmediata y, a pesar de que no nos dieron cifras de potencia, las sensaciones eran sumamente equiparables a sus rivales más directas.
Baila con ella
Dejando ya de lado los aspectos estrella de la Suzuki RMZ 450i, entraremos de lleno a la parte ciclo. Ésta, se regocijará presentándonos su chasis que, aunque sigue siendo un doble viga de aluminio, es más estrecho en su estructura principal y más ancho en sus bajantes.
Con tales modificaciones se ha logrado un mayor equilibrio entre rigidez y flexibilidad, por lo que se mostrará más manejable –sobre todo lo notaremos en circuitos técnicos-, tanto en curvas como a altas velocidades. En este sentido, notamos una increíble diferencia respecto a la versión anterior, mucho más lenta de movimientos. Además, al pasar de cuatro a cinco velocidades, aprovecharemos mucho más estas las cualidades con una segunda y tercera velocidad extraordinarias.
En cuanto las suspensiones, Suzuki vuelve a confiar en la casa Showa con una horquilla invertida de notable tacto, aligerada, más sensible y con una mayor capacidad de absorción, gracias a los nuevos reglajes y al paquete hidráulico diferente. Al amortiguador trasero también se le han aplicado nuevos hidráulicos y otras modificaciones internas en el pistón y válvulas para aumentar su tacto con una mayor precisión y efectividad.
Por otro lado, han cambiado por completo los discos de frenos convencionales por unos tipo «wave» que mejoran su rendimiento en condiciones adversas sobre todo en barro y que, además, son más ligeros. Al igual que los estribos, ahora más anchos, para evitar la acumulación de barro. No obstante, y debido a todo el conjunto que lleva consigo la inyección electrónica, hace que la nueva Suzuki RMZ 450i sea un kilo y medio más pesada que la de la temporada anterior.
Sin lugar a dudas, éste es uno de los modelos que tenemos en el punto de mira en cuanto aterrice a España a principios de diciembre. A partir de ese momento, la analizaremos a fondo frente a sus adversarias y sobre nuestro banco Dynojet os ofreceremos de qué es capaz su propulsor…