Gas Gas EC 250F

Mecánica Yamaha en la Gas Gas EC 250F 2010. No ha sido nada fácil, pero al fin Gas Gas ha podido sacar a la luz el modelo que más quebraderos de cabeza les ha dado a lo largo de la última década. Tras desestimar dos proyectos propios, la firma catalana ha decidido, de momento, lanzarla a la serie con mecánica Yamaha.

M. Nilsson/ Ll. Llurba | Fotos: ll.Llurba

Gas Gas EC 250F
Gas Gas EC 250F

Ha pasado más de una década desde que Gas Gas inició su proyecto 4T. Un plan que empezó a gestarse cuando ya era inevitable la entrada de estos propulsores en el mundo del enduro. Tras vencer en 1998 su primer título nacional en la clase de 450 4T con motor Yamaha, la firma catalana, junto con la ayuda del departamento de Industria de la Generalitat de Cataluña y bajo la supervisión de su técnico, Josep Montjé, empezó a dar forma a sus propios propulsores de 250 4T y 450 4T. Mientras que éste último pudo abrirse camino gracias, en parte, a la experiencia y sacrificio de Xevi Puigdemont; el del "cuarto de litro" nunca acabó de ofrecer las garantías suficientes para salir a la serie, pese a que hubo un prototipo.

Debido a ello, el programa tuvo que posponerse y, poco después quedó en el olvido. Años después, hace unas tres temporadas, el por aquel entonces responsable técnico en propulsores de 4T, Brian Gillen, volvió a retomar el proyecto y, partiendo de cero, ensambló un propulsor que vio la luz en el último Salón de Barcelona. Sin embargo, y aunque era un motor mucho más acorde a las exigencias del mercado, la entrada de la crisis y la repentina salida del americano de la fábrica de Salt, acabó minando la parte final, como la fase de producción.

El pasado año, las cosas cambiaron repentinamente para Gas Gas cuando, ante todo pronóstico, Rieju le propuso que le cediese un bastidor para acoplar en él los motores Yamaha que tenía y así crear su Marathon 250 4T. Una situación que la nueva dirección de Gas Gas no dudó en aprovechar y producir la primera Gas Gas EC 250 4T.

Combinada

Al igual que sus hermanas de sangre, esta Gas Gas también cuenta con el nuevo "restyling" de 2010, con diseño más minimalista y decoración en negro –incluido basculante– y rojo, que ofrece un aire de modernidad y elegancia en todo su conjunto, –llantas anodizadas en negro y bujes pintados en rojo–. También se han incorporado soluciones tan útiles como el depósito translúcido fabricado en nailon, con mayor capacidad para la reserva o el protector del piñón rediseñado para una mejor evacuación del barro.

Asimismo, y gracias a la alianza con Rieju, la EC comparte la estructura con la Rieju Marathon. Partiendo de la parte ciclo de la Enducross 125, nuestra protagonista también monta el grupo motriz de las WR 250 F de 2006. Sin embargo, la EC 250 4T ha querido desmarcarse con soluciones propias. Medidas que Gas Gas ha solventado con un embrague AJP de accionamiento hidráulico que, por cierto, tiene un tacto divino, y unos frenos de la firma Nissin en vez de los Brembo que emplea Rieju.

Regresando al motor, éste es un viejo conocido. Su carácter es muy bueno al dibujar una curva de potencia útil, a pesar de que sigue montando el tradicional carburador. No obstante, y pese a su buen carácter, la entrega de potencia a bajo régimen no puede compararse al rendimiento que muestra una vez superadas las 6.000 rpm, momento en el que nos desvelará su auténtico carácter. De igual forma, y aunque empuja con alegría –no llega a las extraordinarias cotas de la KTM EXC 250F–, en ningún caso es violenta y siempre se someterá a nuestras exigencias.

Buena conducta

El esqueleto de la EC 250 4T sigue las mismas líneas que traza Gas Gas para todas las demás. Su comportamiento es garantía de eficacia, por su estabilidad, maniobrabilidad y manejabilidad. Incluso lo podríamos catalogar como uno de los mejores chasis del mercado, pese a que debe hacer frente a un peso bastante por encima de la referencia del sector, la EXC-F 250 –seis kilos de diferencia–.

Por otro lado, a diferencia de otras opiniones, las suspensiones nos parecieron demasiado duras para practicar enduro. Tanto la horquilla como el amortiguador trasero, no ceden con facilidad en su primer recorrido, por lo que esa sequedad repercutirá en nuestra comodidad al poco de rodar con ella. Para hacerle frente y entender su carácter, deberemos ir muy rápido y en busca de saltos.

Respecto a los frenos… ¡un diez! Tienen un extraordinario tacto y un mordiente excepcional. Al igual que la posición de conducción, donde la moto se deja llevar muy bien por su eficaz ergonomía.