Quienes mejor le conocen aseguran que sin la insistencia de su buen amigo Ginés Guirado jamás se hubiera embarcado en esta aventura, pero lo cierto es que Karlos Arguiñano afronta este curso la tercera temporada al frente del AGR Team. Un equipo joven y ambicioso que en 2014 aspira a consolidarse en la categoría más competida del Mundial, Moto2, de la mano de sus dos pilotos: Jonas Folger y Axel Pons. «No nos conformamos», manifiesta el carismático y popular cocinero, antes de aseverar que no se anda con medias tintas. «Yo me puse a hacer niños y acabé con siete». Dos de ellos, Amaya y Martín, trabajan codo con codo junto a él. La primera es la telemétrica del alemán Folger, y el segundo el encargado del renovado «hospitality» de la escuadra. Ambos afirman que les encanta tenerlo como mandamás, ya que no ejerce como tal. «El ambiente es muy bueno, no actúa como el típico jefe», comenta Amaya. Su padre, como no podía ser de otra forma, también se muestra feliz por tenerlos a su lado: «Te da mucha confianza. Son profesionales que no están aquí por capricho, sino por méritos propios. Desde niños han sabido lo que es el trabajo y eso me da mucha seguridad». El equipo lo completan Iker Burutxaga, team mánager, Chus Sánchez, director técnico, Beñat González, telemétrico de Axel Pons, y seis mecánicos: Joan Andreu Maixé, Joan Thomas, Fausto Benciveni, Alejandro Tejedo, Albert Prades y Álex Solá. Todos ellos coinciden en que esta campaña debe ser la del despegue y afianzamiento. «Cada año hemos ido evolucionando un poco. Empezamos con una moto, pasamos a tener dos y este parece que ya estamos ahí, porque tenemos un piloto, Jonas, que está arriba frecuentemente. Parece que ya hemos conseguido meter la cabeza. Hemos ido dando pasitos, creciendo poco a poco», declara Burutxaga.
Aún así, la batalla por el título aún la ven muy lejana: «A mí ni se me pasa por la cabeza. Karlos es bastante optimista, pero todo tiene su curso natural», explica el team mánager. Con la pelea por la corona de la categoría intermedia descartada, sus aspiraciones pasan por no bajarse del «Top 5» con Folger y por puntuar en todas las pruebas con Pons. «Me gustaría que Axel tuviera su mejor año en Moto2 y que estuviese en la lucha por los puntos en todas las carreras. Jonas está yendo muy rápido y queremos estar lo más arriba posible», manifiesta Burutxaga. Pero después de que el germano lograse el primer podio de la formación en el GP de España (prueba que vivimos en directo junto a ellos), quizás se replanteen sus metas. «Mucha gente nos había dicho que Jonas era un piloto que, por sus características, se iba a adaptar muy pronto a la Moto2. Pero no creo que nadie pensara que fuese a ir tan rápido tan pronto. Teníamos muchas esperanzas depositadas en él, pero nos ha sorprendido», continúa el mánager. Los éxitos del joven piloto alemán, a quien la fortuna le fue esquiva en las tres primeras citas del campeonato, puede que atraigan el patrocinio de alguna otra marca pues, a pesar de contar con el apoyo de reconocidas firmas, el conjunto no tiene todavía patrocinador principal.
Golpe duro
Pese al buen ambiente que reina en el AGR Team, el equipo no se ha librado de vivir momentos duros y dolorosos en sus tres años de vida. El golpe más fuerte lo sufrieron a finales de 2012, cuando el artífice de la creación de la agrupación, Ginés Guirado, falleció a causa de un cáncer. Mecánico durante un cuarto de siglo de hombres como Ángel Nieto o Jorge Martínez «Aspar», de él partió la idea de montar la escuadra. «Existimos porque estaba Ginés, pues fue quien empujó a mi padre. Tengo muy claro que sin él, mi padre nunca lo hubiera hecho», cuenta Martín. Burutxaga coincide con el responsable del «hospitality»: «Sin él no estaríamos aquí. Yo creo que a Karlos le hubieran gustado mucho las motos pero, si no hubiera conocido a Ginés, no se hubiera atrevido a montarlo».
Amaya es otra de las que le debe mucho al malogrado Guirado, pues tal y como reconoce ella misma, fue quien le abrió las puertas de la formación y el que le concedió su primera oportunidad. «Él confió en mí, fue quien me abrió las puertas del Mundial».
Tras su muerte, acaecida durante el GP de Malasia, tardaron en sobreponerse, pero desde el primer minuto tuvieron claro que continuarían la aventura. «Él llevaba 28 años en el paddock y era el que más sabía de esto, pero nunca me planteé dejarlo. Al contrario, cogí más fuerza. Le prometí a su esposa que iba a seguir con la ilusión de Ginés y que iba a estar hasta el final», revela el popular cocinero. En su honor decidieron cambiar el nombre original del conjunto (Argiñano Racing) por el de AGR (Argiñano & Ginés Racing). Lo hicieron en Valencia, unas semanas después de que les hubiera dejado. «Su pérdida fue un palo muy grande, así que optamos por modificar las siglas para que estuviera siempre con nosotros», confiesa Burutxaga. «En principio, era Argiñano Racing pero rápidamente hicimos una nueva presentación del nuevo logo. Y así va a seguir», asevera con rotundidad Arguiñano.
Números uno en la cocina
La pérdida de Ginés Guirado no solo afectó psicológicamente a los componentes de la agrupación española, sino que obligó a alterar la estructura organizativa de la misma. El primer cambio se tradujo en el fichaje de Chus Sánchez como responsable técnico; y el segundo supuso la adquisición de nuevas tareas por parte de Iker. Pero los cambios no finalizaron ahí. Después del fallecimiento de Ginés, continuaron creciendo y la temporada siguiente (2013) contaron por vez primera con un espacio permanente para albergar a los diversos invitados. «Cuando compraron el «hospitality» le dije a mi padre que le echaría una mano si lo necesitaba. El año pasado fue el primero completo. Yo me considero un novato. Solo vengo a dar de comer a nuestros compañeros en el «hospitality» de Ginés. Porque así lo considero yo: este es el «hospitality» de su equipo», asegura Martín. El hijo de Karlos es, junto con tres colegas más, («Josetxo» Calvo, Aitor Iraola y David Alcoz) el encargado de hacer las delicias de pilotos, periodistas y diversas personalidades con sus suculentos y elaborados platos. Y es que, si algo ha conseguido el AGR Team en su corta trayectoria es convertir a su restaurante itinerante en el más importante del paddock. «Lo de la comida ya lo hemos conseguido, ahora solo nos queda ser el número uno en la pista», afirma Arguiñano padre.
Apoyo a la cantera
En una apuesta estratégica con miras al futuro, el AGR Team vuelve a tener presencia este año en la cantera del Mundial: el FIM CEV Repsol. Steven Odendaal es el encargado de defender los colores de la escuadra en la categoría intermedia de este certamen. El sudafricano, que ya en 2013 disputó con el Argiñano & Ginés Racing Team el campeonato de Moto2, aspira este curso a codearse con los mejores de la categoría y a luchar por las tres primeras posiciones en cada carrera.
Pero el apoyo a la base del motociclismo no solo se reduce a Odendaal. El AGR respalda también esta campaña a otros dos jovencísimos pilotos que lucen los colores característicos del conjunto en la clase preMoto3 de la Copa de España de Velocidad: el español Ferrán Hernández y el americano Ian Champness.