Prohibido dormirse en MotoGP. La era de la igualdad debe ser también la era de la reacción, porque si te echas una siesta y dejas de evolucionar las demás marcas te pasan por encima. Ante una competencia tan feroz, un paso en falso te hace retroceder varias casillas, y estancarse durante varios años te condena al ostracismo.
Tres constructores lo han experimentado, a diferentes niveles, en los últimos años: en 2017 fue Suzuki la que dio un paso atrás, pero reaccionó rápido y vuelve a estar delante. Las otras dos llevan años con más preguntas que respuestas: Yamaha y Aprilia. En la firma de Iwata parecen haber reaccionado ya, tal y como les venía pidiendo Valentino Rossi. Les toca a los de Noale, y en ello están.
En la temporada 2016, con Álvaro Bautista y Stefan Bradl como pilotos, Aprilia terminaba el año con 101 puntos en la clasificación de constructores, prácticamente triplicando los 36 que había logrado en la temporada anterior, la de su retorno a MotoGP. Ese mismo 2016, KTM debutaba como wild card en Valencia. Con Suzuki en plena evolución y llegando a ganar carreras (antes del traspiés de 2017), las dos últimas marcas en llegar se sometían a una inevitable comparación entre sí.
Una comparación que Aprilia ha perdido todos los años frente a KTM, la última en llegar. No solo no ha vuelto a alcanzar esos 101 puntos, sino que cada temporada ha hecho menos que la anterior. Al menos hasta este 2019, donde parece haber una leve mejoría. Se pueden inferir dos factores claves en esta involución: la excesiva dependencia de Aleix Espargaró desde su fichaje (en 2017 Sam Lowes sumó cinco puntos y en 2018 Scott Redding acabó con 20) y el claro estancamiento de la RS-GP.
En la gráfica de la clasificación de constructores se puede observar claramente como hay cuatro tipos de líneas en los últimos años: la trayectoria ascendente de Ducati y KTM; la estabilidad de Honda en lo alto de la tabla; el fiasco ya corregido de Suzuki y dos líneas que no han parado de bajar: Yamaha y Aprilia.
En Aprilia han dicho basta. Aleix Espargaró lo lleva clamando por activa y por pasiva, y Andrea Iannone se ha unido a la reivindicación con su particular estilo, llegando a afirmar que el español no ve los problemas de la RS-GP, lo cual inició un breve cruce de declaraciones, ya que el de Granollers mantiene que por supuesto que los ve, pero que es más rápido con lo que tiene.
Affaires internos aparte, los dos coinciden en el punto clave: la Aprilia RS-GP no necesita pequeñas evoluciones, precisa de una revolución. En Noale han escuchado y tendrán esa revolución, tal y como ha revelado el director técnico de Aprilia Racing, Romano Albesiano, en una entrevista concedida a GPOne.
Albesiano ha señalado que están probando nuevos componentes para solventar los dos principales problemas de la RS-GP: el reparto de pesos en la entrada de la curva y la gestión electrónica a la salida de la misma. Aunque están trabajando en la electrónica, donde señala a Iannone como una gran ayuda, se centran más en el primer aspecto, y en Brno cada piloto tendrá dos chasis, un basculante y más cosas para probar, algunas de ellas ya testadas por el británico Bradley Smith.
Pero todo lo que probarán en la nueva RS-GP está orientado al desarrollo de una versión revolucionaria para la temporada 2020, al tiempo que están modificando su departamento de carreras en un proceso de crecimiento y renovación que debería alcanzar su madurez el próximo curso, pero del que ya están viendo los beneficios.
Lo más importante es que Aprilia está apostando fuerte por el futuro en un momento en el que los resultados del presente curso están mejorando los del anterior, lo cual habla de un inconformismo que ahora mismo resulta vital para poder competir con garantías en MotoGP.
De las seis marcas presentes en la categoría reina, Aprilia es la única que no ha logrado subir al podio en los últimos años, teniendo como techo el sexto puesto que Espargaró ha repetido en tres ocasiones, siendo la primera de ellas Qatar 2017, su primera carrera con la RS-GP. Un dato que parece una curiosidad pero que deja patente la frustración que deben sentir tanto el piloto como la marca, que después de dos años y medio juntos no han logrado mejorar el resultado del que partieron.
2020 será un nuevo comienzo para Aprilia, Espargaró y Iannone. Si no sucede nada, será la primera vez que Aprilia repita con dos pilotos dos temporadas completas seguidas, una estabilidad vital para el desarrollo de un proyecto, porque la moto partirá de cero pero la estructura del equipo continuará igual, con el valor añadido de Bradley Smith y sus dotes de probador.
Solamente el tiempo y el cronómetro dirán cuál es el sitio de esa nueva RS-GP y, por tanto, el estatus de Aprilia en el futuro cercano de MotoGP, pero de momento corren vientos de ilusión en Noale.