La historia de Aprilia en las carreras no comenzó en los circuitos de velocidad, sino en las pistas de off road. Alberto Beggio, creó la empresa al acabar la Segunda Guerra Mundial para fabricar bicicletas, y cuando su hijo Ivano tomó el mando de la compañía en 1969, inmediatamente amplió el negocio a las motocicletas con un ciclomotor denominado Colibrí.
A mitad de los 80 Aprilia comenzó a usar motores Rotax en sus motos de serie
A mitad de los 70 sus motos ya habían ganado el Campeonato de Italia de Motocross, ampliando la gama a las motos de enduro y trial, para a mitad de los 80 introducirse también en el mercado de carretera con la ST125. En aquel momento la firma empleaba básicamente motores Hiro japoneses, pero en 1985 decidió cambiar de suministrador, eligiendo a los austriacos de Rotax de manera casi exclusiva.
A las carreras
Aprilia se había conformado como una empresa que diseñaba sus motocicletas y encargaba a suministradores externos las diferentes piezas para montarlas en sus instalaciones sin fabricar directamente ninguna de ellas. El control de calidad de cada una y el de las motos resultantes quedaba a su cargo, pero no su elaboración.
Reggiani y Verrini acudieron a Aprilia en busca de ayuda y encontraron un equipo oficial
Con la entrada en el mercado de carretera, Aprilia también decidió entrar en la competición de asfalto, algo que le vino de perlas a Loris Reggiani. El piloto italiano, junto a Michele Verrini iba a montar un equipo de carreras, el CR-1 con un chasis de tubo de una Kawasaki modificado para alojar un motor Rotax, y acudieron a Beggio en busca de ayuda en el momento preciso.
El motor Rotax 256
Verrini era un hombre de mundo. Había trabajado como periodista en diversas revistas especializadas, creado la Copa Aspes que había ganado Reggiani, trabajado en las empresas importadoras de BMW y Montesa, había sido el director deportivo del equipo Minarelli desde 1979 a 1981 y Team Manager del Garelli en 1982 y 1983, logrando cinco títulos mundiales de 125 cc.
El motor Rotax de 250 cc era la única alternativa para los constructores privados
Por su parte Rotax había lanzado su motor Type 256 en 1980 creado por Hans Holzleitner colocando otro cilindro delante de su motor Type 124 de kart, y había tenido un éxito inmediato en un momento en que, salvo Yamaha, prácticamente nadie disponía de motores de carreras en la categoría. Con unos 78 CV a 12.000 rpm era la mejor opción para los constructores privados como Armstrong, Cotton, Real, Kobas, etc.
Éxito a la primera
A Ivano Beggio le gustó la idea y traslado el departamento técnico del equipo CR-1 a la sede de Noale, tiró el chasis de tubo e hizo diseñar uno de doble viga a Mauricio Roman. Tras desarrollar toda la moto, estaba lista para probarse en febrero de 1985, y ese mismo año empezó a correr con Reggiani el Mundial, en cuya primera cita en Kyalami, logró la 12ª posición.
En su primera temporada Reggiani logró un podio para el equipo
Ese mismo año Reggiani ya logró un podio que dio alas al equipo, pero la temporada una lesión en pretemporada de Reggiani trastocó la evolución de la moto que disponía de un nuevo chasis diseñado por Gaetano Cocco. Con Manfred Herweh sobre la moto y Stefano Caracchi supliendo a Reggiani al principio, fue un año casi perdido.
La llegada del nuevo motor
La temporada 87 llega con una moto dotada de un motor con nuevas cotas y gestión electrónica y un nuevo chasis realizado con la colaboración de varios ingenieros: Dolph van Woulde y Cocco, que incluía un basculante triangulado. Reggiani gana en Misano, la primera victoria de Aprilia en el Mundial de 250 cc, aunque lo mejor llegaría a partir del año siguiente.
En 1988 las Aprilia adoptaron un motor V2
A finales de 1987 llega el motor V2 que Rotax ha fabricado siguiendo el diseño realizado en conjunto con Aprilia y nace la AF-1 V2, que por primera vez también empieza a construirse en una corta serie para los pilotos privados como Eckl o Auinger. La V2 empezará a desarrollarse ese año compitiendo contra las motos oficiales de Honda y Yamaha, que en ese tiempo estaban en su apogeo.
Llegan los éxitos
Los últimos años de la década se dedican a modificar la moto, que recibe numerosos cambios en el motor, la entrada en el equipo de Carlo Pernat y el cambio de aires de Reggiani, que es sustituido por Didier de Radigues. En 1990 la moto cambia por completo al igual que se reestructura el departamento de carreras con Jan Witteveen a la cabeza y Reggiani vuelve a casa.
En los 90 el motor de válvulas rotativas empieza a demostrar su potencial frente a los japoneses
Con un nuevo chasis y un motor potenciado, que en 1990 ofrecía 80 CV y en 1991, 84 CV a 12.500 rpm, comienza la escalada, En 1991 se logran dos victorias con Chili y Reggiani, en 1992 Reggiani es subcampeón y Chilli tercero con seis victorias. El motor de válvulas rotativas empieza a demostrar su potencial frente a los japoneses alimentados por láminas. A mitad de los 90 ya ofrecía unos 95 CV
Dominio absoluto
En 1993 comienza la verdadera época dorada de las Aprilia, perfectamente distinguibles por la decoración negra y su patrocinio por parte de Chesterfield. Con Biaggi se ganan los títilos de 1994, 95 y 96, y con Capirossi y Rossi los de 1998 y 1999. Melandri se hará con el 2002, Poggiali el de 2003, Lorenzo 2006 y 2007 y Simoncelli en 2008. En total 10 títulos y 143 victorias.
En los últimos años de la categoría de 250 cc las Aprilia eran las grandes dominadoras.
Desde su entrada en 1985 Aprilia no dejó de competir oficialmente en 250 cc, convirtiéndose en los últimos años en la firma más numerosa en la parrilla, y disponiendo de las motos más potentes, además de convertirse en pionera en el empleo de elementos como pinzas de anclaje radial, basculantes de carbono y otro buen número de innovaciones técnicas.