Álex Rins llegó al Campeonato del Mundo de MotoGP a la vez que Moto3: en el Gran Premio de Qatar de 2012. Hace varias carreras, la categoría pequeña que sustituyó a las 125cc –poniendo punto y final a la era de las dos tiempos- cumplía sus cien grandes premios. Ahora le toca a Rins, que al haberse perdido cinco carreras este año ha tenido que esperar algo más.
3, 2, GP. Rins ha recorrido con gran velocidad la cuenta atrás que lleva implantada en el imaginario motero desde ese mismo 2012. Pese a no haber logrado ser campeón del mundo en las categorías de acceso a MotoGP, su rápida adaptación a las mismas le ha catapultado a lo más alto con apenas 21 años.
Tres años en Moto3, dos en Moto2 y a punto de terminar el primero en MotoGP. Cuando lo haga, llevará 101 grandes premios, una cifra nada desdeñable de por sí, pero todavía más especial teniendo en cuenta que no cumplirá 22 años hasta el próximo mes de diciembre.
Lo más increíble de la trayectoria mundialista del joven Rins no es tanto su meteórico ascenso hasta la élite, sino la manera en la que lo ha conseguido. En sus cinco temporadas anteriores ha acabado siempre en el top 5 de la general final; y en esas 100 carreras ha conseguido finalizar en el cajón hasta en 40 de ellas, con doce victorias.
La infografía difundida por su servicio de prensa para conmemorar su centenario es ciertamente reveladora:
Bien es cierto que en ocasiones ha tenido errores que le han acabado privando de ganar algún título en el Mundial, donde llegó como campeón de España de 125GP. Salvo su temporada de debut con la Suter Honda del Estrella Galicia 0,0 –en la que subió al podio en la cuarta carrera y acabó quinto conquistando el Rookie del Año-, siempre ha estado en la foto del podio final.
Subcampeón con KTM en su segundo año, donde tuvo opciones de título hasta la última curva de Valencia –cuando le metió la moto a Maverick Viñales y se fue largo-; en 2014, ya con Honda, le faltó algo de regularidad para pelear con Jack Miller y con su compañero Álex Márquez, a la postre campeón invirtiendo los papeles del Campeonato de España de 125GP en 2011.
Saltó a Moto2 sin culminar la faena, pero rápidamente probó que no había elegido mal. Ya el primer año logró ganar carreras y hacer podios para terminar como subcampeón, siendo tercero al año siguiente después de haber sido el principal rival de Johann Zarco, mucho más veterano y, sobre todo, experimentado en la categoría.
Tampoco necesitó rematar la faena para ganarse un contrato en MotoGP, y hacerlo con un equipo de fábrica. Pese a que no le han salido las cosas del todo bien, Rins ha ido progresando con la Suzuki GSX-RR y ha dejado el sello en unas cuantas carreras. En 2018, ya con más de un centenar de grandes premios a sus espaldas, tratará de volver a su hábitat: el podio.