El año pasado el tema estrella de la temporada fue el de los neumáticos ya que por primera vez después de muchos años veíamos como una marca que no era Michelin estaba liderando un campeonato que acabó por caer en manos «extrañas». Esto le salió caro, porque además de perder el mundial perdió al piloto más carismático de todos los tiempos que con su maniobra de evasión dejó en muy mal lugar a los franceses.
En 2008 el gigante francés tenía un objetivo muy claro. No sólo debía adjudicarse un nuevo campeonato sino que debía imponerse a su único rival demostrando el potencial de la marca de neumáticos más grande del mundo.
Pero en el pasado GP de EE.UU. vimos una imagen muy distinta a la que debería corresponder a la marca que ha dominado con mano de hierro la categoría máxima del Mundial de Velocidad, desorientados y ofreciendo, más que soluciones, «apaños» a sus pilotos.
Mala previsión
El principal problema que sufrieron los de Bibendum en EE.UU. fue la temperatura que se dio durante el fin de semana, muy inferior a lo que esperaban, y a que los neumáticos que fabrica Michelin aceptan un rango de temperatura muy pequeño, sufriendo excesivamente los grandes cambios de temperatura.
Estos dos problemas provocaron el desastre de Laguna Seca. Los técnicos de Michelin no eran capaces de solucionar los problemas de agarre de sus gomas que no alcanzaban la temperatura óptima de funcionamiento y, por lo tanto, no ofrecían el «grip» necesario.
En los entrenamientos libres del sábado veíamos como Michelin trataba de enmendar la baja temperatura recomendando a los equipos que rayaran los slicks para favorecer que estos cogieran la temperatura.
El año pasado Michelin también sufrió en la pista californiana pero el problema fue exactamente el contrario. Mientras en 2007 las gomas francesas fueron excesivamente blandas, este año han sido excesivamente dura.
«Hemos sido demasiado conservadores»
Según el Director Deportivo de Michelin «hemos sido demasiado conservadores en este gran premio algo que se recomendó desde la propia fábrica por lo sucedido en este circuito el año anterior»
Jean-Philippe Weber, el Director del departamento de carreras de motos, añadía «el año pasado teníamos un asfalto mucho más agresivo y una temperatura más alta que la del pasado fin de semana. Hemos proporcionado a nuestros pilotos carcasas más duras y compuestos que no han permitido desarrollar su trabajo. Tampoco teníamos suficiente cantidad de neumáticos por lo que nuestros pilotos debían conservar las gomas más blandas para la carrera. Aun así la situación no es tan mala como pueda parecer».
Proseguía diciendo que «ahora tenemos que cambiar de estrategia y compartir más información con los equipos. Colin Edwars, por ejemplo, nos solicitaba un compuesto que hubiera funcionado a la perfección en Laguna Seca.»
«Obviamente no podemos estar contentos, pero no podemos perder de vista la lucha que mantuvieron Nicky Hayden y Andrea Dovizioso por el cuarto puesto o la buena carrera de Randy De Puniet.»
Nicky Hayden, que fue el segundo clasificado de la marca, fue uno de los pilotos que habló claro tras la carrera «Bridgestone nos ha vapuleado en Laguna Seca, así que tenemos que trabajar muy duro para poder estar a su altura».
“Ex” líderes del Mundial
El fiasco de Michelin no puede llegar en peor momento. Hasta el GP de Alemania los franceses dominaban la clasificación del Mundial con Dani Pedrosa al frente y estaban respaldados por Jorge Lorenzo que, con su cuarto puesto «encerraba» a los dos máximos representantes de Bridgestone, Rossi y Stoner, segundo y tercero respectivamente.
En Schsenring Pedrosa y Lorenzo –ambos sufrieron sendas caídas– dejaron el mejor resultado de Michelin en manos de Dovizioso que fue quinto.
En USA la cosa no estaba mejor. Pedrosa, convaleciente aun de la caída alemana, no pudo participar y Lorenzo salió por los aires otra vez, dejando de nuevo la responsabilidad en manos de Dovizioso, que fue cuarto por delante de Hayden, los dos primeros Michelin.
Otra carrera copada en su totalidad por Brigestone, la segunda consecutiva.
Parece que para Michelin ha llegado época de vacas flacas. No sólo tienen a sus dos primeros espadas lesionados sino que Casey Stoner y Valentino Rossi parecen estar en un momento inmejorable y con una fuerte motivación por imponerse el uno al otro.
A falta de siete carreras nada se puede dar por perdido, pero con solo tres carreras en su haber –una menos que en 2007 en Laguna Seca– parece que el objetivo de Michelín no está tan al alcance de la mano como debía estarlo para la hasta ahora referencia en el mundo de los neumáticos de competición.