En los últimos años, el Campeonato del Mundo de MotoGP ha acometido varios cambios que han resultado ser un éxito. La llegada de Moto2 y Moto3 revitalizó las pequeñas cilindradas –cada vez menos pequeñas-, mientras que diversas modificaciones reglamentarias han redundado en una mayor igualdad en la categoría reina, beneficiando la emoción y el espectáculo.
Las clasificaciones son más apretadas que nunca, con prácticamente todos los pilotos separados por menos de dos segundos en los tiempos por vuelta; algo que se suele traducir en carreras animadas y competidas: desde el carrusel de adelantamientos en el grupo delantero de Assen hasta el apoteósico mano a mano final que tuvieron Jorge Lorenzo y Marc Márquez en el Red Bull Ring austriaco, por citar un par.
Esto ha creado un producto muy vendible. Y con un buen producto, sólo falta encontrar a los compradores. Por eso, Dorna ha creado copas de promoción (las Talent Cup), con las que buscar jóvenes talentos en diversos puntos del mundo. Y por eso hay cada vez más naciones presentes en las parrillas mundialistas.
El problema es que, mientras que cada vez hay más banderas en las clasificaciones –este año han debutado en MotoGP la suiza, la malasia y la belga-; cuando se mira la zona alta aparecen las mismas: la rojigualda española y la tricolore italiana.
En las tres categorías se reparten el pastel de forma preocupante, con escasas excepciones como Miguel Oliveira, Brad Binder, Cal Crutchlow o Johann Zarco, por citar unos pocos ejemplos. La realidad es que, en líneas generales, es un campeonato bipolar.
En MotoGP, sólo Crutchlow en Argentina rompe el duopolio en lo que se refiere a las victorias, mientras que sólo él y Zarco han puesto en el podio alguna bandera diferente. Sólo ellos rompen el cromatismo de la categoría reina: entre los once primeros clasificados de MotoGP hay cinco españoles y cuatro italianos.
Es más, en el mencionado GP de Argentina se produjo un hito que no sucedía desde hacía años: no hubo ningún español ni italiano entre los dos primeros de la categoría reina (Crutchlow-Zarco). No pasaba algo semejante desde la última carrera de la temporada 2011, cuando el australiano Casey Stoner se llevó la victoria en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana batiendo por tan solo 15 milésimas al estadounidense Ben Spies.
En Moto3, el alemán Philipp Oettl venció en Jerez… y ya. El resto, España e Italia. Cuatro podios han dejado escapar: el de Oettl, uno de Jakub Kornfeil, uno de Gabriel Rodrigo y uno de John McPhee. Sólo Rodrigo y Kornfeil se cuelan entre los diez primeros de una general con cinco italianos y tres españoles.
Moto2 está siendo la categoría más variada, pero tampoco demasiado. Allí España no ha ganado, y sí lo han hecho Portugal (dos veces con Miguel Oliveira), Francia (Fabio Quartararo) y Sudáfrica (Brad Binder). El resto, siete victorias italianas. Los podios: uno de Binder, dos de Quartararo y siete de Oliveira. Lo demás, Italia y España. En el top 11, los tres mencionados y el alemán Marcel Schrotter entre cuatro italianos y tres españoles.
Un dato revelador: en este 2018 hay hasta 16 pilotos que han logrado al menos tres podios. Sólo uno (Oliveira) no es español ni italiano. Entre España e Italia llevan 82 de los 99 podios de la temporada (82,83%) y 27 de las 33 victorias (81,82%).
Aunque, quizás, el dato más preocupante está en el reparto de puntos. Porque en cada gran premio sólo pueden ganar tres y sólo nueve suben al podio, pero hasta 45 puntúan. Y ni siquiera ahí el resto de países logran una nutrida representación: de los 23 países que han tenido presencia en la presente temporada, hasta 18 han logrado sumar algún punto a su casillero.
Pero entre España e Italia aglutinan el 70,75% de los puntos repartidos: 3.268 de los 4.619. Aquí se puede ver la increíble desigualdad entre los dos países dominantes y el resto:
País | Victorias | Podios | Puntos |
---|---|---|---|
España | 14 | 40 | 1613 |
Italia | 13 | 42 | 1655 |
Portugal | 2 | 7 | 186 |
Francia | 1 | 4 | 188 |
Gran Bretaña | 1 | 2 | 227 |
Sudáfrica | 1 | 1 | 132 |
Alemania | 1 | 1 | 145 |
Argentina | 1 | 84 | |
Rep. Checa | 1 | 84 | |
Japón | 124 | ||
Australia | 81 | ||
Malasia | 49 | ||
Suiza | 24 | ||
Kazajstán | 9 | ||
Bélgica | 8 | ||
Finlandia | 6 | ||
Tailandia | 2 | ||
EEUU | 2 |
Una diferencia que no es más acusada porque Moto2 equilibra (ligeramente) la balanza: en la categoría intermedia los italianos y españoles ‘sólo’ se quedan con el 62,27% de los puntos. Un porcentaje que sube al 72,08% si hablamos de Moto3 y que se dispara hasta un 77,91% en MotoGP.
En el gráfico se aprecia el desigual reparto de la tarta de los puntos (en total y por categorías):
Una auténtica barbaridad, como se puede ver de forma más precisa en la tabla del reparto de puntos por países y categorías:
País | MotoGP | Moto2 | Moto3 | TOTAL |
---|---|---|---|---|
Italia | 482 | 542 | 631 | 1655 |
España | 717 | 417 | 479 | 1613 |
Gran Bretaña | 130 | 54 | 43 | 227 |
Francia | 104 | 84 | 188 | |
Portugal | 186 | 186 | ||
Alemania | 91 | 54 | 145 | |
Sudáfrica | 112 | 20 | 132 | |
Japón | 11 | 7 | 106 | 124 |
Argentina | 84 | 84 | ||
Rep. Checa | 4 | 80 | 84 | |
Australia | 61 | 20 | 81 | |
Malasia | 24 | 1 | 24 | 49 |
Suiza | 24 | 24 | ||
Kazajstán | 9 | 9 | ||
Bélgica | 8 | 8 | ||
Finlandia | 6 | 6 | ||
Tailandia | 2 | 2 | ||
EEUU | 2 | 2 | ||
Brasil | ||||
Andorra | ||||
Países Bajos | ||||
Austria | ||||
Indonesia | ||||
TOTAL | 1540 | 1540 | 1539 | 4619 |
En definitiva, que mientras el resto de países tienen que confiarse a la aparición de algún héroe solitario como Miguel Oliveira, en España e Italia son muchos y muy variados los pilotos que gozan de gran protagonismo en todas las categorías mundialistas.
En las últimas temporadas los títulos mundiales han estado más repartidos en este sentido, con Johann Zarco, Danny Kent o Brad Binder proclamándose campeones (o los alemanes Stefan Bradl y Sandro Cortese yendo algo más atrás). De hecho, hasta el de Franco Morbidelli del pasado 2017, Italia llevaba ocho años sin un título.
Sin embargo, mientras España coleccionaba títulos y diseminaba pilotos por todas las categorías; e Italia hacía lo propio después de unos años en los que había perdido protagonismo, el resto de países no cuenta con una base sustancial de pilotos.
Ni siquiera Gran Bretaña, que predomina en el Mundial de Superbike, es capaz de posicionarse más allá de Crutchlow, e incluso perderá peso en 2019 sin Bradley Smith ni Scott Redding. Solamente España e Italia producen pilotos de nivel mundialista en masa.
Y esa es, precisamente, la asignatura pendiente del panorama actual de MotoGP: tiene, seguramente, el mejor producto de su historia. Pero parece estar vedado fuera de España e Italia.