Valentino, tú eres el último piloto del mundo en ganar todos los títulos en todas las variantes de las categorías modernas del Mundial de los Grandes Premios, desde 125 y 250 cc hasta las tres versiones de la «categoría reina»: 500 cc, MotoGP 990 y MotoGP 800. Así quiero dedicar esta entrevista al estado actual de la velocidad, y con énfasis en los cambios causados por los recientes reglamentos. Antes de nada, me gustaría pedirte que te acordaras de las sensaciones cuando probaste por primera vez la Honda 500, la Honda 990, la Yamaha 990 y la Yamaha 800. Empezando con la primera experiencia con la 500…
"Fue en Jerez, 1999, en el invierno. La primera experiencia fue impresionante porque la 500 era… ¡Increíble! ¡Brutal! El motor era increíble. La entrega de potencia era muy fuerte, muy agresiva. Cuando llevas la 500 dices: “¡Joder! ¡Qué difícil!”. Y la odias. Pero en la otra parte de su mente te dices: “¡Amo esta moto!”. Porque sabes que es una hazaña difícil intentar controlar este tipo de moto".
Desde joven soñabas con ser campeón del mundo de 500, ¿no?
"Sí, porque cuando fui joven la mejor moto de “cuatro tiempos” era sólo la superbike, pero la 500 era lo máximo".
¿Y tu primera impresión de la Honda RC211V?
"Mala impresión salvo por el motor. Ya era una moto muy rápida y con gran potencial. Pero una moto jodida, como una superbike… más ruda, menos fina. Lo impresionante es lo mucho que aquella moto mejoró en muy poco tiempo. El hecho de que las MotoGP ya sean tan rápidas es mérito de los neumáticos. ¿La primera impresión con la MotoGP 990? Grandes derrapadas, una conducción poco fina. La entrada de las curvas era divertida porque con tanto freno motor la moto entraba siempre de lado… La Honda 990 era divertida, pero era mucho más emocionante llevar la 500".
Pero cuando hiciste el cambio a Yamaha, la Honda todavía funcionaba mucho mejor, ¿no? ¿Cuál fue tu primera impresión de la Yamaha?
"Sí, la Honda mejoró mucho pero cuando probé por primera vez la Yamaha no era tan mala. Esperaba que fuera mucho peor. Tenía problemas porque creo que en 2003 perdieron un poco el rumbo en el desarrollo, porque los pilotos oficiales les llevaron por una vía diferente. Había mucha confusión. Pero no era un desastre de moto. Y cuando en Yamaha me ficharon, decidieron hacer un gran esfuerzo para mejorar la M1. Yamaha confió en mí al 100 por cien desde el principio y yo les demostré que también confiaba en ellos. Por eso, por la confianza mutua, pudimos mejorar la moto mucho en muy poco tiempo".
Y la primera impresión cuando probaste la Yamaha 800…
"¡Fffffuuu! Cuando me subí por primera vez en la 990 la moto era muy ruda, salvaje, pero con un gran motor y con muchísima potencia. La 800 es peor, simplemente peor, es la misma moto con menos potencia. Estuve muy triste al principio, ahora ha mejorado, sí… Pero la potencia de la 990 la hacía mucho más divertida".
Desde el punto de vista del espectáculo para el público en las gradas y para la audiencia televisiva, ¿qué se puede hacer para recuperar lo que se ha perdido?
"Para mí el espectáculo con las 990 no era menor que con las 500. Hubo grandes batallas y grandes derrapadas… Y esto es lo que el público quiere ¿no? Grandes derrapadas tanto entrando como saliendo, pero sobre todo en la salidas de las curvas. Pero con las 800… Yo creo que las 800 son el error más grande del campeonato del mundo en los últimos 15 años. Hemos perdido gran parte del espectáculo y parte de esto es porque la electrónica ha avanzado mucho. Para mí los fabricantes han cometido un gran error al cambiar la cilindrada a 800 cc. Las 990 eran mejores en todos los sentidos".
Continúa leyendo la entreevista en el número 2.169 de MOTOCICLISMO que está esta semana en tu kiosco.
