Los cambios rápidos son casi una norma en la categoría MotoGP, en la que los sistemas «seamless» o se han implantado o están en vías de hacerlo, y ahora en Moto3 los fabricantes también buscan soluciones para mejorar en este importante apartado. Desde la sexta carrera de la pasada temporada, Honda tiene instalado en sus motos de esta categoría un sistema de cambio rápido y este año KTM también se ha sumado a esta práctica.
En realidad no se trata de sistemas «seamless», ni de algo tan evolucionado como los que se emplean en las MotoGP, y desde luego son mucho más baratos, pero permiten un accionamiento más rápido de la caja de cambios, que es de lo que se trata. La marca austriaca probó su sistema en los entrenamientos después de la carrera de Valencia del año pasado, y obtuvo una mejora en los tiempos de dos décimas por vuelta.
El sistema de los austriacos viene heredado del que ya equipaban las motos de 125 cc y 250 cc de los tiempos de Harald Bartol, con los piñones separados de los tetones de accionamiento y un recorrido mucho menor de las horquillas que los desplazan, un sistema conocido como «floating dogs». Pero KTM ha ido más allá de desempolvar esa caja de cambios, ya que ha creado una empresa especializada en transmisiones, separada de la matriz, y no solo para trabajar sobre las motos de carreras, sino también sobre los equipos de las motos de serie y los de las de motocross.
Los primeros resultados de su trabajo es que ya han logrado mejorar los cambios de las Moto3 en dos aspectos fundamentales, por una parte los tratamientos superficiales de los piñones, y por otra los ajustes de los procesos de mecanización, que han permitido jugar con tolerancias bastante menores. La llegada de estos nuevos procesos ha permitido que las cajas de cambio de las Moto3 hayan evolucionado respecto a las de las que montaban sus antiguas motos cuando el Mundial era de dos tiempos, y que los desplazamientos de las horquillas sean aún menores. El principal problema es el mantenimiento, ya que la duración de sus elementos es mucho menor que el de las clásicas, tan solo unos cientos de kilómetros.
En Moto3 la caja de cambios no forma parte del motor, tan solo tienen que registrarse las dos únicas posibilidades de cada relación, y pueden homologarse modificaciones en el sistema a lo largo de todo el año. El resto del propulsor está sellado y todas las unidades están en manos de la organización desde la primera carrera de la temporada. Honda homologó su cambio la pasada campaña, y KTM lo ha hecho ésta, dejando a Mahindra en solitario en el uso de una caja de cambios tradicional.
