El Twin Ring Motegi japonés ha acogido, como todos los años, el Honda Racing Thanks Day. En este 2018, el gran protagonista no podía ser otro que Dani Pedrosa, que después de retirarse de la competición activa dejará la marca a la que ha sido fiel durante toda su trayectoria deportiva para enrolarse en la austriaca KTM, donde hará las labores de piloto probador en la ilusionante aventura de convertir la KTM RC16 en una máquina ganadora en MotoGP.
La ausencia del convaleciente Marc Márquez, que pasó por el quirófano para corregir sus preocupantes problemas de hombro y que ya ha iniciado la fase de recuperación en su casa, toda la atención del tradicional día de agradecimiento de la marca del ala dorada se centró en la despedida de Pedrosa.
Junto al piloto de Castellar del Vallés también estuvieron otros pilotos de dos ruedas como los pilotos de trial Toni Bou y Takahisa Fujinami o el japonés Takaaki Nakagami, que acaba de completar su primera temporada de MotoGP y que llega tras ser el más rápido de los test de pretemporada de MotoGP 2019 que han tenido lugar en el Circuito de Jerez – Ángel Nieto.
También estuvieron numerosos pilotos de cuatro ruedas, entre los que destacan el veterano británico Jenson Button, ex F1 y actual campeón de SuperGT; el prometedor piloto de Toro Rosso Honda de Fórmula 1, el francés Pierre Gasly, que en 2019 saltará al Red Bull Racing; y otro veterano con el nipón Takuma Sato.
Más allá de los eventos organizados para deleitar a los aficionados congregados –entre los que pudo verse al propio Dani con una Honda Cub y una Honda Super Cub decoradas con los colores de Repsol-, lo más significativo fueron los dos regalos que Honda decidió hacer al piloto de catalán como reconocimiento a su trayectoria dentro de la marca.
Evidentemente, son dos motos: la primera de ellas, la Honda RS250RW con la que ganó el Campeonato del Mundo de 250cc en la temporada 2005, convirtiéndose en el tricampeón mundial más joven de la historia con poco más de 20 años. Además fue su mejor temporada en el apartado ganador, ya que aquel año logró hasta ocho de las 54 victorias que adornan su increíble palmarés.
La otra fue la MotoGP que llevó dos años después, en 2007: la primera versión de la Honda RC212V, la nomenclatura que recibió la máquina de la marca nipona en la era de las 800cc. Con aquella máquina Pedrosa disputó su segundo año en la categoría reina tras haber debutado con la RC211V en 2006, cuajando una gran temporada en la que acabó como subcampeón del mundo sólo por detrás de la Ducati de Casey Stoner, superando a Valentino Rossi por un solo punto tras ganar la última carrera en el Ricardo Tormo.
De la entrega de tan especiales obsequios se han encargado el Director de Honda Racing Corporation, Tetsuhiro Kuwata; y el Director de Honda Motor Company, Takahiro Hachigo. Los mayores responsables de la marca no quisieron perderse la despedida del que ha sido su piloto más fiel durante las dos últimas décadas en el mundo del motociclismo.