Que Honda tiene una gran dependencia de Marc Márquez no es ningún secreto, sino todo lo contrario: es una evidencia cada vez mayor, y que en este 2019 ha quedado completamente puesta de manifiesto con la llegada de Jorge Lorenzo y sus dificultades para acercarse al nivel del de Cervera con la Honda RC213V.
Desde que llegó a la categoría reina, Márquez se ha erigido en la gran figura de MotoGP en general y de Honda en particular, lo cual se puede ver en el porcentaje de las victorias, los podios y los puntos de la marca del ala dorada que llevan su firma en el periodo 2013-2018:
Desde su llegada a la categoría reina ha ido haciéndose cada vez más fuerte dentro del box y la marca, pasando de conseguir unos resultados muy similares a los de Dani Pedrosa en su primer año (en 2013 le sacó 34 puntos disputando una carrera más) a abrir una brecha enorme entre sus resultados y los del resto de pilotos de Honda, empezando por el de Castellar del Vallés, que en sus últimos años no pudo acercarse al rendimiento del heptacampeón.
Año a año, la dependencia de Honda en la figura de Marc Márquez ha ido en claro aumento, como se puede apreciar en la evolución del porcentaje de victorias, podios y puntos que ha aportado. Sin ir más lejos, el pasado 2018 solamente una victoria de Honda no llevó su nombre, y fue la conseguida por Cal Crutchlow en Argentina… aprovechando que un problema técnico de Márquez le obligó a hacer un ride through que condenó su carrera.
YAMAHA-ROSSI Y DUCATI-STONER
No es la primera vez que una marca festeja títulos al mismo tiempo que experimenta una clara situación de dependencia hacia el conquistador de dichos títulos. El de Márquez es el más reciente, pero en la era MotoGP hemos tenido dos ejemplos muy claros:
- Valentino Rossi y Yamaha
El italiano Valentino Rossi era el hombre del momento. Como haría Márquez después, ‘Il Dottore’ había llegado arrasando a la categoría reina, y también de la mano de Honda. Tras ganar el último título de 500cc se hizo con los dos primeros de la era MotoGP en 2002 y 2003. Sin embargo, tenía que oír que ganaba por la moto, sobre todo en ese 2003 donde tanto el subcampeón (Sete Gibernau) como el tercero (Max Biaggi) también iban con Honda.
Lo que sucedió a continuación es historia viva del motociclismo: cambió Honda por Yamaha y se proclamó campeón del mundo a la primera, en 2004. Después vendrían más títulos, pero en ese 2004 la Rossi-dependencia de Yamaha fue exagerada, hasta el punto de que su segundo mejor piloto en la general fue Carlos Checa en la séptima posición, igualando el resultado del año anterior, donde había sido la mejor Yamaha.
Al año siguiente Rossi revalidó el título, pero Colin Edwards logró acabar cuarto también con Yamaha, minimizando esa dependencia al menos en términos de clasificación final. Lo mismo sucedería en 2008, cuando recuperó el trono pero su compañero –ya por entonces el español Jorge Lorenzo- concluyó cuarto.
- Casey Stoner y Ducati
Antes de que Rossi recuperase el título lo perdió en dos ocasiones y ante dos pilotos distintos de dos marcas distintas: Nicky Hayden con Honda en 2006 y Casey Stoner con Ducati en 2007. El título del australiano es otro paradigmático ejemplo de dependencia de una marca, ya que su compañero Loris Capirossi –que había sido tercero el año anterior- solamente pudo ser séptimo.
Igualaba así el hito de Rossi en 2004: ganar el título siendo el único piloto de la marca en el top 6. La Stoner-dependencia de Ducati no acabó ahí, pero sí lo hizo su cosecha de títulos: en 2008 el australiano fue segundo y la segunda mejor Ducati (Toni Elías) acabó en duodécima posición; mientras que en 2009 él fue cuarto y la segunda mejor Ducati (Nicky Hayden) concluyó en la 13ª plaza.
MARC MÁRQUEZ Y HONDA
Después del triunfal 2007 de Stoner, todos los campeones de la categoría reina lo fueron con algún piloto de su misma marca en el top 4. Hasta 2016. Ese año, Marc Márquez salía decidido a recuperar el trono perdido el año anterior, donde Yamaha había hecho su segundo doblete tras el de 2009.
La diferencia con sus dos primeros títulos es que su compañero Dani Pedrosa ya no estaba tan cerca. En sus dos primeros títulos, Pedrosa había sido tercero en 2013 y cuarto en 2014; pero en aquel 2016 Márquez se vio solo ante el peligro. Finalmente pudo hacerse con el título, con Pedrosa sexto como segunda mejor Honda.
Al año siguiente revalidó la corona y Pedrosa mejoró hasta la cuarta posición, pero en 2018, donde el título volvió a ser para Márquez, Pedrosa fue undécimo, siendo la segunda mejor Honda la de Cal Crutchlow, séptimo. Es decir, si se toma solamente un año suelto, el título de Márquez en 2018 igualaba a Rossi en 2004 y Stoner en 2007 con el segundo mejor de la marca en séptima posición.
Sin embargo, si se mira la capacidad de un piloto para lograr títulos siendo muy superior al resto de pilotos de la misma marca, el resultado es que Marc Márquez es:
El único piloto que ha ganado cuatro títulos mundiales de MotoGP sin otro piloto de la marca en el top 3 (2014, 2016, 2017, 2018), superando los tres de Rossi (2004, 2005, 2008).
El único piloto en ganar tres títulos seguidos de MotoGP sin otro piloto de la marca en el top 3 (2016, 2017, 2018), superando los dos de Rossi (2004, 2005).
El único piloto en ganar dos títulos de MotoGP sin ningún otro piloto de su misma marca en el top 5 (2016, 2018), superando la única vez que lo lograron Rossi (2004) y Stoner (2007).
Unas cifras que ya dejan a las claras que la Márquez-dependencia que sufre Honda es tan grande como la Rossi-dependencia de Yamaha y la Stoner-dependencia de Ducati; pero ha pervivido más en el tiempo mientras seguía coleccionando títulos. Y todo esto por ahora, ya que en este 2019 está ampliando esa situación dependencia: de momento lidera la general con la segunda Honda (Crutchlow) de momento en séptima posición.