La temporada 2023 llegaba a Indonesia con dos títulos muy abiertos y otro cada vez más cerrado. Y salió de allí con dos títulos muy abiertos y otro cada vez más cerrado. Mientras en las categorías reina y ligera los contendientes al título entraban en modo ‘gana tú que a mí me da la risa’, el elegido de Moto2 sigue a lo suyo.
No empezó bien el fin de semana para Pedro Acosta, último en la primera sesión tras destrozar su Kalex en los primeros compases. Toda una prueba de fuego para el más sólido de los líderes del campeonato, que tras saber que la RC16 que llevará en 2024 será color rojo GasGas puede centrarse en conquistar su segundo título mundial antes de cumplir los veinte.

Después de una fase de la temporada en la que tuvo que aferrarse al podio o incluso pensar en salvar puntos, la debilidad de Tony Arbolino le ha hecho soltarse y lleva tres victorias en cuatro carreras. En Mandalika, tiró la zanahoria a Arón Canet y la mantuvo hasta el final, con Fermín Aldeguer completando el triplete español. Ya tiene 65 puntos.
Y mientras el título de la categoría intermedia podría quedar cerrado en 15 días en Tailandia, los otros dos apuntan a doble traca final en Valencia. Especialmente el de MotoGP, viendo cómo es capaz de cambiar el panorama en las 24 horas que separan sprint y carrera. Mandalika ha sido el mejor ejemplo del picante especial que añade el nuevo formato.

El sábado todo el mundo parecía estar tallando en el trofeo de MotoGP el nombre de Jorge Martín, que se llevó la victoria mientras Pecco Bagnaia apenas rescataba dos puntos tras no pasar a Q2. A su lado en el podio, dos superhumanos como Luca Marini y Marco Bezzecchi, sobre todo este último, que en cuestión de días cambió el quirófano por el champán.
Si entonces el superhéroe era Martín y el humano Bagnaia, el domingo cambiaron las tornas cuando el español cayó liderando y el italiano se impuso tras remontar desde cuarta fila en parrilla para recuperar el liderato de la general tras contener a otros dos superhumanos: Maverick ‘Batman’ Viñales y Fabio Quartararo, que casi da la campanada con la Yamaha.

Son superhumanos porque no son superhéroes de ficción y a veces cometen fallos, pero hacen cosas que no están al alcance de la mayoría de los mortales. Y si ellos fallan, cómo no van a hacerlo los ‘pequeños’, donde Jaume Masià venía desatado y solo pudo ser sexto… aunque le supo a gloria con los problemas de Ayumu Sasaki y Dani Holgado.
Fue un día marcado por el verde, el mismo que condenó a Holgado y del que se salvó Diogo Moreira, que antes de batir a David Alonso y David Muñoz lo había rozado en el giro final. Sin embargo, perdió adrede una posición y eso apiadó a los comisarios, transformando el verde en la verdeamarela, que volvió a lo alto del cajón 18 años después.
