Tu mismo te presionaste al poner muy alto el listón en tu debut en MotoGP, pero luego has incluso superado los deseos que te habías marcado. En la primera carrera de la temporada, en Qatar, podías haber terminado sexto. ¿Cómo valoras tu primer año en la categoría reina?
«Hemos conseguido ir mejorando a lo largo de la temporada. Aunque hasta mitad de campeonato fuimos realmente mal en los entrenamientos del viernes, en algunas ocasiones solo quedaron por detrás de nosotros los pilotos de la CRT. Luego la cosa mejoró y íbamos incluso deprisa en el primer entrenamiento del viernes. Si el primer día estábamos cerca de los punteros, luego en el cronometrado las cosas iban mejor. Hemos ido hacia adelante, tanto teniendo en cuenta el lugar en el que acabábamos, como la distancia que había entre los primeros y nosotros».
La primera vez que lo hiciste bien el viernes fue en Barcelona…
«Sí, en aquella pista me encontré a gusto desde el principio. Allí todo fue a pedir de boca. Allí demostré que en aquel circuito era capaz de ir deprisa desde el primer momento con la MotoGP. Me di cuenta que no iba a ser necesario esperar todo un año para hacer un buen entrenamiento el viernes».
Ya en Qatar dijiste de broma que tenías a Rossi controlado. Luego la realidad fue así.
«Sí, pero es un perro viejo que al final puntúa siempre, solo se fue al suelo en Laguna Seca. Es muy constante en sus resultados. Cuando se da cuenta que en un GP solo puede ser noveno, pues es noveno. Yo soy más nervioso e impaciente, lo que pasa es que entonces es cuando cometes errores. Rossi ha dejado una cosa clara, que incluso cuando no tiene material de primera fila es capaz de finalizar sexto en el Mundial de MotoGP, lo que no está nada mal. Es impresionante la capacidad que tiene para ser constante y llegar a meta. Sí, lo tenía controlado, tanto si miramos los resultados como los tiempos por vuelta. Solo me superó en su capacidad para puntuar de manera casi constante. He visto los resultados del premio BMW al que más poles ha conseguido, terminé séptimo, incluso mejor que Bautista».
También dijiste que adelantar a Rossi no era lo mismo que hacerlo a Barberá o Hayden…
«Sí, es algo que tiene un poco que ver con el respeto. Puede que ya no esté tan fuerte como antes, pero sigue siendo una leyenda. Siempre lo he tenido en un pedestal. Lo vi por primera vez en Sachsenring en 2003, cuando yo participaba en la Rookies Cup. Al verlo se me cortó la respiración. Antes mi padre había me había conseguido un autógrafo con una dedicación especial de Rossi para mí. En aquella época dormía con esa camiseta puesta. La lucha que tuvimos Rossi y yo en Brno fue muy divertida, allí peleamos los dos a brazo partido. Hemos peleado ya en varias carreras, siempre es algo especial. Cuando lo adelante dejo espacio de sobra…».
Nicky Hayden ha hablado muy bien de ti…
«Las Ducati no son los suficientemente rápidas, tienen un problema. Por supuesto, espero ser más rápido que ellos».
Lucio Cecchinello, tu jefe, ha dicho que en 2012 habría sido posible subir al podio en cuatro o cinco ocasiones.
«Sí. Assen, Mugello, seguro que también en MotorLand Aragón, además de en Valencia. Éstas son las ocasiones que me vienen a la cabeza. Así que dejémoslo en cuatro ocasiones».
¿Te cabrea mucho no haber subido al podio? ¿Habría sido realmente posible en el primer año?
«Es algo que se puede ver de manera positiva o negativa. Podríamos decir que nos alegramos de poder estar hablando de esa posibilidad, que fue algo que estuvo cerca. Por otro lado podríamos haber terminado solo una vez sextos y que siempre nos hubiésemos quedado a más de 20 segundos de la cabeza».
Tu jefe técnico, Christophe Bourguignon, dijo al final de la temporada: «Han sido unos 12 meses muy bonitos. Nadie esperaba que con un novato íbamos a estar luchando por el podio en cuatro ocasiones».
«La carrera con la que más disfruté y la que más feliz me hizo fue, sin duda, Mugello. Acabamos cuartos, pero aquello estuvo muy apretado. Allí incluso pude aguantar con Pedrosa durante las primeras vueltas. Más tarde vino la pelea con Dovizioso y Hayden en la última vuelta. Para mí fue un gran resultado y una experiencia maravillosa. En Assen me caí cuando llovía, lo que fue muy decepcionante. De todas maneras, lo peor de todo fue Valencia».
En Cheste ibas tercero y 8 décimas más rápido que tus perseguidores Nakasagu y Crutchlow. Después que tú también se cayó Jorge Lorenzo cuando iba líder. ¿Habría sido posible terminar segundo?
«Sí, pero yo no tenía la información que me estás contando. Pensaba que iba muy lento, pues Pedrosa me había adelantado como si fuese un tren bala. Me precipité adelantando a Aoyama, debería haber esperado una curva más. Así que pisé una zona húmeda con la rueda delantera. De todas maneras, tampoco había banderas azules».
En algunas carreras has ido detrás de Stoner, Lorenzo y Pedrosa. ¿Qué es lo que has visto?
«No lo sé, no es algo que pueda responder de forma directa. Mi fallo es que he sido muy agresivo con los frenos, ello ha perjudicado luego mi aceleración a la salida de los virajes. Ahí es donde he perdido metros con respecto a mis rivales. Me he obsesionado con frenar cada vez más y más tarde. He hecho todo lo contrario de lo que debía. Los otros frenaban algo menos y me ganaban la partida en la aceleración. Este fallo ha pesado en mis tiempos por vuelta».
Tu objetivo para la próxima temporada es terminar entre los cuatro primeros y hacer cinco podios. Para conseguir todo esto tienes que, primero, tranquilizarte un poco; y luego, perder menos tiempo en el último tercio de la carrera.
«No va a ser fácil. Quedarse igual significa ir para atrás, lo que queremos es progresar. Por supuesto son objetivos ambiciosos, pero no imposibles, siempre que desde los entrenamientos en Sepang comencemos a rodar deprisa. Soy muy cuidadoso con declaraciones de este tipo. De todas maneras, uno no debe menospreciar sus posibilidades. Espero que la experiencia y los datos que hemos reunido nos ayuden a ser mejores en 2013. La pasada temporada comenzamos con cero de experiencia. En los primeros test invernales quedaron de manifiesto mis dificultades, tanto físicas como psíquicas. Dormí mal antes del primer test en Sepang, tenía miedo. Mentalmente no estaba preparado. 2013 será diferente, ya sé lo que me espera. Conozco al equipo, a todos y cada uno de los miembros de mi escuadra. Nos hemos convertido en una fantástica familia. Me ayudan en todos los aspectos posibles».
¿Cómo es de difícil ir deprisa con los neumáticos ya gastados?
«Mi mayor desventaja es que mis tiempos caen en el último tercio de la carrera. La vuelta rápida y la más lenta tienen que estar más juntas. En estos momentos hay demasiada diferencia. Aquí entra en juego el estilo de conducción, la puesta a punto de la moto y el ir variando la manera de pilotar a medida que van pasando las vueltas. He mejorado en este aspecto y sé por dónde deben ir los cambios. Lo primero que tengo que hacer es salir más rápido de las curvas. Al final utilizo las gomas hasta el borde. Los rivales abren gas con algo más de suavidad, lo que les permite conservar los neumáticos más enteros hasta el la caída de la bandera ajedrezada».
Shuhei Nakamoto, vicepresidente de HRC, ha hablado muy bien de ti, de tu agresividad. ¿Cómo ha sido de difícil luchar contra las estrellas de MotoGP?
«En mi primer año de Moto2 me acostumbré a la lucha cuerpo a cuerpo. Allí en las primeras vueltas el tiempo por vuelta era lo de menos, lo importante era ir por delante del rival. Aquello fue una gran escuela en lo que se refiere a las peleas a cara de perro. En Moto2 la primera vuelta es más difícil que en MotoGP. En la categoría reina los pilotos tienen más experiencia, saben que la carrera no se gana en la primera vuelta y tienen claro que es vital conservar los neumáticos. En Moto2 hay muchísimas acciones al límite, aunque la mayoría de las veces la sangre no llega al río. Allí lo importante es pasar en la primera vuelta a tantos tíos como sea posible. MotoGP no es una carrera al sprint. No se va como si se tratase de la Superpole».
Bourguignon, tu jefe técnico, ha dicho que eres rápido en cualquier condición y que por ello confía en ti.
«No sabía cómo iba a reaccionar si yo lo hacía bien o si la cagaba. Bourguignon siempre ha mantenido la calma, incluso cuando en el cronometrado de Le Mans estábamos el 13 o el 14, o cuando terminamos cuartos en Mugello. Lo he ido conociendo poco a poco. Ahora reconozco en su mirada si está contento o no. "Beefy" es un tipo que no muestra sus emociones, muy tranquilo. Es muy crítico, pero nunca pierde de vista el objetivo. Siempre encuentra la solución técnica necesaria. Su estrategia para los entrenamientos y para el cronometrado es buenísima. Esto es algo que no había vivido en mi carrera. Nunca deja de darle vueltas a la cabeza, de pensar en cómo ir más deprisa. Hará todo lo que esté en su mano para que en 2013 subamos al podio».