Hace un año, Maverick Viñales se sentía atrapado en un callejón sin salida, con una moto que nunca le llegó a encandilar y en un proyecto donde había perdido toda su fe. Su convulsa salida de Yamaha parecía condenarle a un destierro temporal fuera del campeonato, y quién sabe a qué más…
Por suerte, se cruzó en su camino Aprilia, con una moto ganadora todavía por desarrollar, pero con mucho potencial. Y sobre todo, con un equipo humano que le arropó y le hizo sentirse como en casa desde el primer día. Y el piloto de Roses (Girona) ha vuelto a sonreír.
Pregunta. Alemania es el ecuador del campeonato. ¿Cómo valoras tu primera mitad de temporada?
Respuesta. Con mucha positividad porque sé que estamos trabajando muy duro, avanzando mucho y rápido. Y eso es lo que necesitamos. Es cuestión de carreras llegar delante. De coger confianza y entender un poco más la moto. La constancia es la clave de mejorar y creo que la hemos conseguido. En muchos entrenamientos ya estamos delante y eso nos da la idea de dónde podemos llegar. Seguimos trabajando duro, siendo fieles al planning que nos hemos marcado y eso pronto dará sus frutos.
P. En tu primera carrera con la Aprilia en Aragón, ya avisaste de que iba a ser un proceso de adaptación largo. ¿En qué momento estás ahora?
R. Estoy muy cerca. Muy, muy cerca. Me falta una décima o décima y media para estar ahí. Y eso se consigue a base de confianza, de entender bien la moto. Si hay una parte en la que he notado que he mejorado mucho de mi inicio con Aprilia a ahora, es que desde el viernes ya soy rápido en las primeras vueltas.
P. ¿Eso es que ya te sale el pilotaje natural?
R. Al final tienes que adaptarte a la moto. No todo va a ser subirte y que funcione perfecto. Eso sería el mundo ideal. Muchos de los puntos fuertes de la Aprilia son mis puntos fuertes, y tengo que aprovecharlos. Hay otros que todavía no me salen naturales. Llegará el día en el que la unión sea perfecta y lo conseguiré. Pero aún sin ser perfecto, ahora me siento muy rápido y con mucha capacidad de mejora.
P. ¿Por qué la adaptación te está costando más que por ejemplo cuando saltaste a Moto2, a MotoGP o en el cambio de Suzuki a Yamaha?
R. Para mí, la Aprilia es una moto totalmente nueva y cambia la forma de cómo exprimirla a fondo. Pero al mismo tiempo creo que tiene mucho más potencial que cualquier moto que he pilotado antes. Me siento más capaz de ser competitivo durante 20 carreras, porque creo que la Aprilia puede ser constante durante todo el campeonato. Y eso es justo lo que necesitaba. ¿Está siendo un proceso largo? Tampoco llevo tantas carreras. Realmente en muchos momentos estamos delante, pero falta más el cuadrar todo un fin de semana sin fallo que la adaptación en sí. En muchas carreras veo que soy el tercero en vuelta rápida, que tengo el ritmo de cabeza, que he hecho las últimas vueltas como el primero… pero salía muy atrás. Cuando todo se cuadre, clavaré el resultado. No hay más. La moto funciona, la velocidad la tengo y siento que tengo muchas posibilidades de adelantar en todo el circuito.
P.¿Por qué te está costando tanto la entrada de las curvas?
R. Quiero explicarlo para que la gente lo entienda. Con la Yamaha yo tenía que frenar y, antes de tumbar, empezaba a soltar freno. Con la Aprilia hay que llevar el freno hasta dentro de la curva. Prácticamente hasta que tocas el gas y eso es un cambio muy radical en el pilotaje. Pero ese cambio es muy positivo para mí porque hace que pueda adelantar más fácil. En eso es muy efectiva, pero falta que yo acabe de tener esa confianza.
P. ¿Qué destacarías de la Aprilia?
R. Para mí hay tres características fundamentales: La moto corre mucho, conserva bien el neumático y es muy estable y me permite frenar fuerte. Y lo que más feliz me hace es saber que todavía tengo mucho margen. Hay mucha gente que piensa que es una sorpresa que estemos delante, pero para mí no lo es. Cuando probé la moto por primera vez en Misano y conocí a toda la gente del Grupo Piaggio, vi mucha hambre de ganar. No hay que olvidar que Aprilia es una fábrica muy exitosa en el pasado y son gente que saben hacer motos ganadoras. A mí me llena de orgullo estar en una fábrica así y formar parte de este gran proyecto que es Aprilia.
P. Pero no me negarás que en un año ha pasado de ser el patito feo de MotoGP, a cisne.
R. Esto es mérito de cada persona que trabaja en Aprilia. La unidad aquí es muy importante y en esto Massimo Rivola está haciendo un trabajo muy importante, con los pilotos y con cada persona de la fábrica. Y por otro lado Romano Albesiano es el genio al frente de la moto. Aprilia está en la vanguardia y en este momento MotoGP está en un nivel altísimo. Media décima te cambia la carrera y hay que buscar en todas partes: la aerodinámica, el peso, la potencia, el giro… Tú cuando vas a Noale respiras gasolina. En Aprilia se respira un ambiente de competición puro y duro. Así entiendes cómo la moto funciona como funciona.
P. Hablando de equipo. Tu compañero Aleix se está jugando el título. ¿Hasta qué punto estarías dispuesto a ayudarle?
R. No hay que olvidar que estamos aquí por el proyecto Aprilia y lo bueno de este equipo es que somos una piña. Aparte, tengo mucha complicidad con Aleix. Cuando tú eres parte de un equipo hay que ayudarse. Lo hacemos desde los test, cuando uno prueba unas cosas, el otro prueba otras, y luego trasmitimos nuestras sensaciones conjuntamente. Y en carrera estamos demostrando que trabajamos en equipo. Llegará un día que esto también jugará en favor mío. Quiero decir, los frutos hay que recogerlos siempre pensando en Aprilia, no hay que pensar en uno mismo. El proyecto es muy ambicioso y es un proyecto ganador. Y yo estoy encantado de ayudar a Aprilia y de trabajar junto a Aleix para maximizar el potencial de la moto.
P. ¿Cuánta tranquilidad te ha aportado verte renovado en un mercado de fichajes tan convulso como el de este año?
R. Más que tranquilidad, me ha dado una dosis extra de confianza y una inyección de motivación. Formo parte del equipo de moda y todo este equipo no ha dudado ni un solo segundo en renovarme. Ambas partes sabemos dónde podemos llegar con este proyecto. Nuestro objetivo es ganar y creemos que tenemos el potencial para ello. Estoy feliz de ser el elegido, junto a Aleix, para liderar este proyecto.
P. Por cierto, ¿has pensado alguna vez en aquella oferta que te hizo Ducati en 2020?
R. Es difícil darte una respuesta porque no ha sucedido. Yo creo que ahora es el momento en el que estoy aprendiendo más, en la fábrica con la que tengo más confianza y donde me siento más involucrado con un proyecto. No cambiaría nada del pasado. Yo creo que el destino me ha llevado a Aprilia por algo y me ha llevado en el momento justo.
P. ¿En algún momento del año pasado te llegaste a ver fuera del campeonato?
R. Sinceramente nunca me vi sin moto, yéndome a casa o a Superbikes. Sabía perfectamente dónde podía llegar y cuál era mi objetivo. Aprilia apostó por mí en ese momento y me subió a su moto. Mi objetivo desde que tengo 3 o 4 años es ganar y sigo conservando ese sueño. No es fácil, a veces se tuerce y no tienes el escenario adecuado. Pero en este punto de mi carrera creo que tengo todo para conseguir mi sueño.
P. ¿Podemos decir entonces que el objetivo en 2023 será el título?
R. Este año no está acabado, ¡eh! Todavía quedan muchas carreras. El Mundial ahora es muy extraño y da muchas vueltas. Yo voy a darlo todo por mi sueño y por ver a Aprilia campeona del mundo.
Colección Oakley MVK
Desde hace años Maverick Viñales tiene su propia colección de gafas de sol con Oakley y durante el último Gran Premio d’Italia Oakley disputado en el Autodromo Internazionale del Mugello se presentó un nuevo modelo con el logotipo del piloto grabado en las lentes y la microfunda personalizada MVK. Un patrocinador que para el piloto catalán es muy especial:
“Cuando tenía 10 o 11 años ya me imaginaba siendo piloto del Mundial, y soñaba ir vestido de vestido de Alpinestars, con un casco Arai y lucir unas gafas de Oakley. Me siento muy orgulloso porque he conseguido todos los patrocinadores que quería. No puedo pedir más a Oakley porque tengo mi propia ‘signature’. Poder tener tu propia firma, con una gafa donde pone Maverick es una pasada. Tengo una relación muy estrecha con Oakley. Conozco prácticamente todo de la compañía y estoy encantado de ser uno de sus referentes. Por mi parte, siempre intento darles máxima visualización y ayudarles en todo. Para un deportista, ser imagen de Oakley durante tantos años es un orgullo porque representan los mismo valores que yo tengo”.
Además de a Viñales, Oakley ha presentado una serie de modelos especiales similares de Marc Márquez y de Fabio Quartararo, como parte del equipo Oakley; así como dos colecciones de gafas de edición especial que presentó en Mugello, el 'MotoGP Parlay' y el 'Mugello Circuit Sutro'.
