La mañana del sábado, antes de arrancar los entrenamientos libres de GP de Qatar, se presentaba de manera oficial el último de los equipos de MotoGP que quedaba. Dentro del box del Reale Avintia Racing, las dos Ducati Desmosedici GP18 de Tito Rabat y Karel Abraham, acompañado de la KTM de Moto3 del valenciano Vicente Pérez.
En el centro de la foto, el dueño del equipo, Raúl Romero, flanqueado por los representantes de los dos pilares sobre los que se asienta el último equipo 100 % privado de MotoGP: Reale y Avintia. Sin la inyección económica de dos grandes marcas como éstas, sería casi imposible hoy en día tener un equipo privado en la élite del motociclismo mundial, cuyo presupuesto está por encima de los 12 millones anuales (Dorna aporta en torno a 2,2 millones por moto).
El equipo, fundado por Raúl Romero y Josep Oliva en 1994 como BQR (By Queroseno Racing), vive el periodo más dulce de su historia. “Nunca habíamos contado con material tan potente como este año. Las motos de Tito y de Karel son las Ducati de Dovizioso y Lorenzo en 2018", comentaba Rubén Xaus, maestro de ceremonias y la actual mano derecha de Romero en el equipo.
No le falta razón. Si miramos atrás, el equipo que aterrizó en 2001 en la categoría de 125 cc poco se parece al actual, ni siquiera el que llegó en 2012 a la categoría reina aprovechando la puesta en marcha de las motos CRT, que compartieron pista junto a las MotoGP un par de temporadas.
Su alianza con Ducati a mediados de la temporada 2015 significó un salto cualitativo para el equipo. A partir de ese momento, se convirtió en equipo satélite de la marca italiana, pero nunca ha llegado a tener trato prioritario como el que tiene firmado Pramac Racing. Aun así, Reale Avintia Racing ha ido mejorando sus resultados conforme iba recibiendo mejor material, gracias sobre todo a las buenas manos de dos españoles. Primero Héctor Barberá y desde 2018 Tito Rabat.
“Queremos ser equipo oficial en 2021"
En la actual coyuntura de MotoGP, el Reale Avintia Racing es un ‘rara avis’. Salvo el equipo andorrano, el resto de satélites cuentan con acuerdos con las fábricas y hacen las veces de estructuras semioficiales o ‘B’, cuando no están al nivel de las oficiales, como el caso del Red Bull KTM Tech 3, que comparte material con el Red Bull KTM Factory.
Pramac Racing tiene una relación histórica con la marca de Borgo Panigale y ha sido desde hace años equipo prioritario. Jack Miller compite con la misma Ducati GP19 de Dovizioso y Petrucci; y Bagnaia tiene ficha directamente con Ducati. Algo parecido ocurre con el LCR Honda: Crutchlow arranca la temporada con la misma Honda RC213V que Márquez y Lorenzo, y la ficha de Nakagami corre a cargo de HRC. En cuanto al Petrona Yamaha SRT, tanto Morbidelli como Quartararo pilotarán sendas Yamaha YZR-M1 2019, en un acuerdo sin precedentes en la fábrica de Iwata.
Lógicamente en el Reale Avintia Racing se plantean dar un paso adelante más. La alianza con una de las dos fábricas que actualmente solo tienen dos motos en la parrilla: Suzuki o Aprilia. “Queremos ser equipo oficial en 2021 y esto pasaría por firmar con llegar a un acuerdo con una de esas dos marcas", explicaba Raúl Romero con claridad. La apuesta más factible en este momento sería Suzuki.
Mientras en Aprilia no consideran prioritario tener más motos en pista de la que tienen a corto plazo. En Suzuki, Davide Brivio, director del equipo de MotoGP, es consciente de que para crecer necesita poner en pista dos Suzuki GSX-RR más, aunque desde Japón siempre se ha encontrado con trabas para conseguirlo. No está siendo fácil, pero Brivio está acabando de convencer a los jefazos de Hamamatsu.
El objetivo del Reale Avintia es conseguir un acuerdo con una fábrica dentro de dos temporadas, en 2021. Raúl Romero es consciente que juega con la baza de que es el último equipo privado de MotoGP y que si una marca quiere poner en pista dos motos más, tiene que hablar con ellos. Hasta que eso ocurra, seguirá siendo el último equipo de un modelo deportivo en extinción.