El LCR, el equipo de Lucio Cecchinello, afronta su 17ª temporada en el Campeonato del Mundo de MotoGP de la mano de Honda, y como ya es costumbre lo hace con dos pilotos que cuentan con contrato directo con la fábrica y con dos Honda RC213V 2022 con las que intentarán alcanzar el podio.
Como ya es habitual, al contar con dos patrocinadores distintos, han separado su presentación en dos partes: primero ha sido el turno del LCR Castrol con el español Álex Márquez, y hora y media más tarde ha cogido el relevo el LCR Idemitsu con el japonés Takaaki Nakagami.
MÁRQUEZ, CONTROL MENTAL
“Tuvimos una pretemporada muy inusual, sin test en noviembre por el Covid-19”, recuerda Álex Márquez sobre su llegada al LCR el pasado 2021 tras haber debutado el curso anterior en el Repsol Honda. “Llegué a Qatar y me sentí genial desde el principio con el equipo, son una familia, muy abiertos”, comenta el piloto español, que sufrió en su debut pero rápidamente se dio cuenta de que había llegado a una gran familia:

“No fueron unos test fáciles ni dos grandes premios fáciles para nosotros, pero lo disfrutamos todo lo que pudimos. Sacamos muchas conclusiones y fue el principio de algo. Fue algo especial para mí llevar estos colores por primera vez bajo los focos de Qatar. No fue un buen debut, pero el feeling fue mejor de lo esperado”, subraya el piloto de 25 años, que tiene claro qué necesita para mejorar sus prestaciones en este 2022:
“Es importante estar bien físicamente para una temporada de 21 grandes premios, pero también mentalmente. Hay subidas pero también bajadas en algunas carreras, en algunas pistas que sufres más. Tienes que mantener un control, que las subidas no sean demasiado altas y ser realista, porque con esa confianza puedes creerte invencible y cometer errores. Y lo más importante es controlar las bajadas para mantenerte positivo”, concluye.
NAKAGAMI, DISFRUTAR Y MEJORAR
“No es fácil ponerlo todo junto, pero cuando tienes el feeling, sientes que vas realmente rápido y no cometes errores, terminas la vuelta y ves el tiempo, como en mi pole en Aragón 2020, es algo que te hace sentir súper feliz”, apunta Takaaki Nakagami sobre la pole que consiguió en el Gran Premio de Teruel 2020.

El japonés encara su quinta temporada en la clase reina, siempre en las filas del LCR, consciente de la responsabilidad que supone ser el único representante de su país en la categoría reina del motociclismo: “Mi prioridad es que, en lo alto del casco, se vea la bandera japonesa. Porque soy japonés, estoy orgulloso de ser el piloto japonés de MotoGP y es algo que nunca cambiaré”, zanja el de Chiba, que a sus 30 años cuenta con una gran madurez y es feliz con su trabajo:
“Cada año hay que empezar de cero. La moto es nueva, nuevos neumáticos, nueva electrónica, los tiempos de vuelta son más y más rápidos; por lo que tengo que adaptarme. Pero estoy feliz, este es mi trabajo, estoy feliz de ver mis tiempos mejorar. Es algo que disfruto: pilotar, mejorar”, sentencia.