Después de la incursión en el desconocido gigante Bharat, la temporada 2023 se ha adentrado en la gira asiática a través de Japón, el país de dicho continente que más veces ha acogido el Mundial. Allí pasaron infinidad de cosas, que permitirían llenar páginas y páginas. No obstante, es posible intentar reducirlo todo a la mínima expresión: en apenas cuatro sustantivos.
El primero es impresión, definido por la Real Academia Española como la ‘marca o señal que algo deja en otra cosa al presionar sobre ella’. Durante todo el fin de semana, Jaume Masià se erigió como el más rápido en Moto3, pero muchas veces eso no basta para ganar en dicha categoría. Él mismo lo sabe: varias veces le han batido cuando él tenía más velocidad.

Esta vez fue distinto, ya que se pasó toda la carrera presionando a sus rivales hasta que por fin los acabó soltando para llevarse la victoria, dejar su marca en el trazado nipón y, de paso, colocarse como nuevo líder de la general por delante de Ayumu Sasaki y Dani Holgado, que precisamente le acompañaron en el podio en ese mismo orden.
El segundo es opresión, la acción y efecto del verbo oprimir, cuya definición es ‘producir agobio o desasosiego grave a alguien’, y también ‘someter a una persona, nación, pueblo...’. Desde que se dio la bandera verde en el primer entrenamiento del viernes, el tailandés Somkiat Chantra no hizo otra cosa que someter a sus rivales con la inexorable ley del cronómetro.

Eso fue provocando el desasosiego en todos ellos, que sesión tras sesión veían se veían impotentes para igualar su velocidad. En carrera hizo lo mismo para contener a su compañero Ai Ogura y a un Pedro Acosta que, a su vez, está oprimiendo cada vez más a un Tony Arbolino cada vez más agobiado al ver crecer cada vez más su desventaja.
La presión, tercera palabra, es el ‘acoso continuado que se ejerce sobre el adversario para impedir su reacción y lograr su derrota’. Y esa es, precisamente, la táctica adoptada en los últimos tiempos por Jorge Martín para erosionar la resistencia de Pecco Bagnaia, tratar de darle caza en la clasificación general y poder invertir el teórico orden mundial en Ducati.

En Motegi lo hizo en seco primero y en mojado después, dando otros dos bocados a su rival, que, tras ser tercero en el Sprint por detrás de Brad Binder, finalizó segundo en la carrera. Aún tiene tres puntos, pero Martín está impidiendo totalmente su reacción y empieza a atisbar en el horizonte el fantasma de una posible depresión o ‘decaimiento del ánimo’.
Esa es la cuarta palabra y es lo que sufre Honda al pensar en perder a Marc Márquez, que se sacó un tercer puesto de la manga para rematar un día bastante bueno para la marca con las victorias de su moto en Moto3 y de su equipo en Moto2… pero que al mismo tiempo no hace sino ahondar la tristeza de su probable adiós.