Jorge Lorenzo y el imposible Marc Márquez

Hay mucha gente que dice que ganar a Marc Márquez con la misma moto es imposible. Otra mucha piensa que no. Jorge Lorenzo está en ese segundo grupo, y en base a esa firme convicción estampó su firma en el contrato que le unía por dos temporadas al Repsol Honda Team en MotoGP, un vínculo que comienza en este 2019 con un claro propósito: destronar al campeón de cinco de las seis últimas temporadas en la categoría reina.

Precisamente, Lorenzo fue el único piloto que ha ganado un título desde que Márquez llegó. Sin embargo, la percepción mayoritaria es que no ganó ese título en igualdad de condiciones: en aquel 2015, Honda erró en el desarrollo de la RC213V y Yamaha acertó de pleno con el de la YZR-M1, lo que propició que mientras Márquez se desesperaba intentando compensar esa desventaja –un esfuerzo que le dio tantos errores como triunfos-, Lorenzo se proclamaba campeón en un mano a mano con su entonces compañero, Valentino Rossi.

Desde ahí, tres títulos seguidos de Márquez, que aprendió la lección en 2015 y ha lidiado con una moto que no ha sido precisamente dominadora, y que por momentos dio la sensación de estar claramente detrás de Yamaha (2016) y Ducati (2017-18); algo que ha contribuido al pensamiento casi unánime de que es el mejor piloto del momento.

De igual forma, no son pocas las personas que ven en Jorge Lorenzo a su némesis. El balear ha tenido un periplo duro en Ducati, pero antes de las lesiones que lastraron su tercio final de 2018, recordó al mundo en general y a Márquez en particular que cuando tiene una moto por la mano puede ganar a cualquiera.

MÁRQUEZ, TRITURADOR DE COMPAÑEROS

Esa convicción le llevó a firmar por el Repsol Honda, donde se convertirá en el segundo compañero de Márquez en categoría reina tras Dani Pedrosa; y en el quinto que tiene en su periplo mundialista después de que en el octavo de litro compartiese estructura con tres pilotos en tres años: debutó en 2008 junto a Tito Rabat, en 2009 estuvo al lado de Cameron Beaubier, y en 2010 junto a Sandro Cortese (aunque vistiesen distintos colores por temas de patrocinio). En Moto2 no tuvo compañero.

Como se ve en la tabla comparativa, todos ellos sucumbieron claramente ante Márquez. Y no hablamos de pilotos cualesquiera: Pedrosa tiene tres títulos mundiales, Cortese dos, Rabat uno y Beaubier es tres veces campeón estadounidense, batiendo a un piloto ganador en MotoGP como es Toni Elías.

Aunque Tito Rabat primero y Dani Pedrosa estuvieron cerca en algún momento, ninguno acabó por delante. Desde que Marc Márquez llegó al Mundial, ningún compañero le ha ganado ni en la general final, ni en victorias ni en puntos. Con estos gráficos se aprecia la superioridad de Márquez con todos aquellos con los que ha compartido box:

Esto es, concretamente, a lo que se enfrenta Jorge Lorenzo. A un piloto que hasta ahora se ha mostrado imbatible a igualdad de moto, porque no es sólo que ningún compañero le haya batido con la misma moto, es que siempre ha sido el mejor piloto de su marca en la general final. Eso sí, Lorenzo tiene un precedente de alguien que sí superó al de Cervera dentro de su box, pero hay que bajar al territorio nacional para encontrarlo.

La última vez que Marc Márquez acabó por debajo de su compañero de equipo en la clasificación final fue en 2006. Con 13 años, Márquez acabó octavo en el CEV de 125GP con 48 puntos, sorprendiendo por su velocidad pero haciendo gala de una irregularidad que le hizo acabar con tres puntos menos que su compañero en el Monlau Competición: el vasco Efrén Vázquez, que le sacaba seis años y que acabó séptimo con 51 puntos.

LORENZO LE QUITÓ EL PREFIJO A ROSSI

Por otro lado, hay un condicionante a tener en cuenta: el bagaje de Jorge Lorenzo en MotoGP es superior al de Dani Pedrosa. Dicho de otra forma: a priori, Lorenzo va a ser más difícil de batir a igualdad de moto que sus anteriores compañeros, lo que hace que Márquez tenga el que seguramente sea el compañero más difícil de batir de su carrera deportiva.

El propio Lorenzo lo compara con aquel 2008 en el que se plantó en MotoGP para ser compañero de Valentino Rossi. Por aquel entonces, el italiano era el ‘imposible’ de la categoría. Bien es cierto que venía de perder dos títulos, pero uno ante Honda (Nicky Hayden, 2006) y otro ante Ducati (Casey Stoner, 2007).

Al igual que le sucede ahora a Márquez, Rossi había superado claramente a todos los compañeros de equipo que había tenido, entre los que se contaban nombres como Tohru Ukawa, Nicky Hayden, Carlos Checa o Colin Edwards. Grandes pilotos que se habían visto relegados al papel de escuderos… hasta que llegó Lorenzo.

Tras ser cuarto en su año de debut, en 2009 ya se convirtió en el principal escollo de Rossi, al que derrotó en 2010 para proclamarse campeón del mundo y, de paso, quitarle el prefijo ‘im-‘ a ese imposible llamado Rossi. Casi una década después, afronta un nuevo (im)posible.

¿(IM)POSIBLE?

Sabiendo todo esto, ¿es imposible ganar a Marc Márquez con su misma moto? Dejando a un lado la mítica frase de Muhammad Ali (“Imposible es sólo una palabra que utilizan los débiles") o la reflexión de sobre de azúcar de Paulo Coelho (“Imposible es sólo una opinión"), si nos guiamos por el diccionario de la Real Academia Española veremos dos acepciones principales:

• 1. No posible.
• 1. Sumamente difícil.

No, el diccionario no arregla nada. Si nos guiamos por la primera acepción, está claro que no es imposible: es posible, Efrén Vázquez lo demostró, así como el propio Lorenzo batió a Rossi con su misma moto. Si hacemos caso a la segunda acepción, sí es imposible: que nadie lo haya conseguido en nueve temporadas prueba que es sumamente difícil).

Así pues, ganar a Marc Márquez con la misma moto es algo así como la imposibilidad de Schrödinger: es, a la vez, posible e imposible. A final de año veremos qué acepción estaba en la caja.