Este domingo no habrá un solo aficionado al motociclismo que no tenga los cincos sentidos puestos en el Gran Premio de Qatar con el que dará comienzo la temporada 2019 del Campeonato del Mundo de MotoGP, que se presenta como una de las más emocionantes e impredecibles de la historia.
Habrá que ajustar la vista a la luz de los focos que bañarán el asfalto catarí.
Las mejores motos del mundo se sentirán tan cerca que casi se podrán tocar.
El paladar se llenará de una mezcla única de sabores desérticos y mecánicos.
Se escuchará el silencio del desierto catarí dando paso al rugir de las motos.
El olor de la gasolina traspasará las pantallas hasta colarse en todas las casas.
Todos nuestros sentidos se concentrarán exclusivamente en lo que esté sucediendo en pista. Una sesión de unos 40 minutos de duración que se repetirá otros 18 domingos más, como una suerte de ritual litúrgico donde cada aficionado pondrá todos y cada uno de sus sentidos, aunque por lo general tendrá predilección por uno:
LA VISTA – MARC MÁRQUEZ
Desde que Marc Márquez llegó a MotoGP, fijó la vista en el horizonte de la historia del motociclismo y no ha dejado de caminar en esa dirección. Trasladando la mirada de curva en curva, no son pocas las veces que ha dejado a los aficionados frotándose los ojos para cerciorarse de que la salvada o el adelantamiento que acababan de ver estaban alojados en su retina y no en su imaginación.
Un año más es el rival a batir, que es otra forma de decir que todos le tienen en su punto de mira. Ajeno a esa presión, sigue enfocado en su particular misión, a la que se dirige sin pestañear, demostrando que donde pone el ojo, pone la moto.
¿Veremos a Marc Márquez volver a proclamarse campeón?
EL TACTO – ANDREA DOVIZIOSO
Cuando Andrea Dovizioso fichó por Ducati, la Desmosedici era una moto rapidísima pero inestable, que requería un proceso de evolución que sólo podía ser llevado a cabo por alguien con un tacto excepcional. Alguien cuya finura y precisión en pista fuese comparable a su tacto fuera de la misma para tratar con las personas tras la persiana del box, creando el ambiente de equipo necesario para avanzar.
En estos dos últimos años ha podido rozar el éxito venciendo un gran número de carreras, pero todavía sigue con las ganas de acariciar el codiciado trofeo, que en 2017 casi pudo sentir entre sus dedos, pero con el que no llegó a hacer contacto.
¿Llegará Andrea Dovizioso a tocar el título de MotoGP?
EL GUSTO – VALENTINO ROSSI
El sabor de la victoria es lo único que mueve a Valentino Rossi. Es la única razón que le hace seguir ahí, año tras año. Para presentarse en la parrilla del Campeonato del Mundo de MotoGP y hacerlo aspirando a todos una vez cumplidos los 40, hay que tener un talento increíble y una capacidad de trabajo prodigiosa, pero sobre todo hay que tener un gusto exquisito por el motociclismo.
Rossi no está por estar, nunca lo ha estado. Si está es porque confía en que va a volver a saborear el triunfo, a paladear el champán. Porque aunque todos los sentidos tienen su propia memoria, un ganador nunca olvida a qué sabe ganar.
¿Volverá Valentino Rossi a saborear las mieles del título?
EL OÍDO – MAVERICK VIÑALES
Envuelto en ruido casi desde que llegó al Mundial, parecía que a Maverick Viñales todo le entraba por un oído y le salía por el otro. No era así: estaba buscando su propio sonido. Encontrando el silencio en su mente para poder escucharse a sí mismo. Cuando lo consiguió, se dejaron de oír las voces críticas y todo el mundo pudo escuchar lo que era capaz de hacer encima de una moto.
En los últimos años han vuelto el ruido y los cantos de sirenas. La buena noticia para él es que el desierto catarí es idóneo para reencontrarse con el silencio, no escuchar nada que no sea su propia moto y volver a convertir murmullos en ovaciones.
¿Oirá Maverick Viñales su nombre cuando anuncien al campeón?
EL OLFATO – JORGE LORENZO
Un depredador nunca pierde el olfato. Puede pasarse semanas, incluso meses, agazapado en su madriguera, lamiéndose las heridas, recreando alguna derrota, olisqueando la venganza. Pero nunca tirará la toalla, siempre estará en guardia, husmeando el próximo ataque o esperando algún movimiento en falso de algunas de sus presas para lanzarse a por ella cuando sea preciso. Su olfato le dirá cuándo es el momento adecuado.
Hace meses Jorge Lorenzo pensó en dejarlo, pero no pudo. La idea de renunciar al olor de esa jungla que es su casa le recordó que todavía tiene muchos rastros que perseguir hasta reencontrarse, por narices, con el perfume de la victoria.
¿Volverá Jorge Lorenzo a olfatear el trofeo de MotoGP?
¿EXISTE UN SEXTO SENTIDO?
La respuesta es sí. Existen más de cinco sentidos –aunque algunos se considera subsentidos de los anteriores-, y también están presentes en MotoGP:
- Equilibrio – Álex Rins
El más conocido de los ‘sextos sentidos’. La trayectoria mundialista del piloto español ha sido una búsqueda constante del equilibrio, ya que siempre compaginó grandes actuaciones con errores de bulto. Cuando por fin lo ha encontrado ha aparecido su mejor nivel.
- Propiocepción – Danilo Petrucci
Es la capacidad de percibir el propio cuerpo, de saber exactamente qué lugar ocupa tu cuerpo y la distribución exacta de sus partes. Desde que llegó a MotoGP con la Ioda, el italiano siempre ha sabido cuál era su lugar para ir progresando desde abajo.
- Nocicepción – Cal Crutchlow
Se define como la capacidad de sentir dolor, y está asociado al instinto de supervivencia. En octubre, el británico se rompió la tibia por dos sitios, el peroné por un sitio y el astrágalo en 16 partes. Y bueno, este domingo estará listo para dar gas a fondo en Qatar.
- Termocepción – Jack Miller
Es la percepción, a nivel interno, de la temperatura. Algo en lo que el australiano se ha hecho todo un maestro: cuando las condiciones se han vuelto cambiantes ha sabido regularse a la perfección, como en la carrera de Assen 2016 o en la Q2 de Argentina 2018.
SINESTESIA
Sin embargo, si hay un sentido que tienen en común todos los mencionados y los demás pilotos de la categoría reina es la sinestesia: la capacidad de asociar con un sentido estímulos que pertenecen a otro.
Pueden saber de qué color es la moto que llevan detrás sólo con escucharla, degustar el sabor del champán simplemente con ver la bandera a cuadros o escuchar los sonidos de su propia moto con tocarla.
Al final, lo que importa es que en los 22 impere un sentido sobre todos los demás: el sentido común.
Empieza MotoGP 2019. Y tú, ¿qué sientes?