Aunque despúes de su fabulosa temporada 2007 Héctor Faubel nunca haya vuelto a estar en posición de luchar por un título mundial, lo cierto es que el de Liria se ha ganado una excelente reputación entre los pilotos de 125.
Es rápido y sumamente competitivo, pero mantiene las formas en una categoría donde perderlas es mucho más fácil de lo que imaginas, y también sabe pilotar agresivamente sin sobrepasar según qué límites si le provocan, algo que en las infernales carreras de 125 tiene muchas probabilidades de ocurrir.
Su trayectoria entre 2008 y 2010 en las categorías de 250 o Moto2 no ha sido todo lo exitosa que se podía esperar, pero cuando durante la pretemporada 2011 se anunció su vuelta al «octavo de litro» con el equipo más fuerte de la categoría, todo el mundo asumió que Faubel sería uno de los hombres más rápidos, si no el mayor rival por el título para su propio compañero en el equipo Aspar Bankia, el subcampeón de 2010 Nico Terol.
Durante la temporada pasada, Faubel volvió a encontrarse con la victoria y estuvo en el podio en tres ocasiones más, pero los resultados discretos y algunas caídas inoportunas marcaron su ritmo en el campeonato, fuera del grupo de los candidatos al título.
A las puertas de la temporada 2012, abolida definitivamente la categoría de 125 y esperando la llegada de las Moto3 con las que seguramente Faubel será igualmente competitivo, echamos la vista atrás para recordar la mejor carrera que el piloto valenciano guarda en su memoria. Una prueba que precisamente pertenece a aquella fantástica temporada 2007 en la que luchó por el título hasta el último GP en Cheste, y contra su propio compañero también en la formación de Aspar, el piloto húngaro Gabor Talmacsi:
«En la temporada 2007 sufrimos mucho a lo largo de todo el año», comienza contando Héctor Faubel. «Entonces la RSA era la nueva moto de Aprilia y dio muchos problemas de fi abilidad, se rompía mucho y eso me impidió luchar por el título. Rompí en Barcelona y en Misano, pero gané cinco carreras, más que ningún otro piloto esa temporada, incluido Talmacsi, que fue el campeón al final ganando solo tres».
Lo cierto es que la lucha entre Faubel y Talmacsi estuvo llena de intensos momentos, a los que sumaba la presión de compartir box en un equipo español. Sin embargo, entre la rivalidad desmedida de ambos pilotos -Faubel llevaba la nueva Aprilia RSA y Talmacsi una RS-, el equipo Aspar realizó un impecable trabajo a lo largo de toda la temporada respaldando a ambos pilotos por igual.
En teoría la RSA que llevaba Faubel y contados pilotos era una montura superior, pero fi nalmente se impondría la mayor fiabilidad de la RS: «La RSA era una moto complicada y muy delicada», continúa Héctor. «Había que tener mucho cuidado con los rebufos porque si abusabas de ellos, podías romper el motor debido a la ganancia de régimen de giro y la falta de refrigeración. La RSA tenía entonces problemas así».
En su camino hacia el título Talmacsi consiguió la victoria en España, Alemania y Malasia, subiendo al podio en siete ocasiones más. Faubel, por su parte, venció en Qatar, Italia, República Checa, Portugal y Valencia, estando en el podio en ocho carreras más. En la última prueba de la temporada en Cheste la ventaja en la clasificación para Talmacsi era de 10 puntos.
Incluso logrando Faubel la quinta victoria del año ante su público, al húngaro le bastó mantenerse inmediatamente detrás de él en carrera para ganar el título por solo cinco puntos. Era el final de una emocionante temporada en la que se marcaron muchos récords. De hecho, los de Estoril, Sachsenring y Cheste se mantuvieron imbatidos hasta el fin de la categoría en 2011: «Ese año rodamos realmente rápido. Hay récords de pista que nunca se han podido mejorar. Todo esto hace que también tenga muy buenos recuerdos que todavía me sirven de inspiración».
En agosto se celebró la undécima carrera, en la República Checa. El húngaro había ganado la anterior en Alemania y era líder del campeonato con solo dos puntos de ventaja sobre Faubel: «Recuerdo que en aquella carrera en Brno hacía mucho calor», puntualiza Héctor.
Durante los entrenamientos Faubel no estuvo entre los más rápidos en las sesiones libres, pero en el primer cronometrado acabó cuarto y en el segundo y último finalizó tras el «poleman» Talmacsi, que había rodado algo más de medio segundo más rápido. Aunque estuviéramos en República Checa, Brno era como una carrera local para Talmacsi, ya que hasta entonces ningún piloto de un país del Este de Europa había estado ni remotamente próximo a los éxitos del combativo piloto húngaro.
Cuando se dio la salida Faubel se marchó en el grupo de cabeza con Talmacsi, Mattia Pasini, Lucas Pesek y Sergio Gadea. Parecía que podría mantenerse con ellos en la lucha por la victoria: «Estaba rodando a fondo en la recta de meta antes de la primera curva, en la que bajas dos marchas para negociarla muy rápido en cuarta velocidad», gesticula Héctor.
«Cuando solté el embrague noté cómo la rueda trasera comenzaba a derrapar, pero volví a cogerlo a tiempo para evitar una caída e hice así toda la primera curva. A la salida de ella, ya con la moto recta, solté el embrague, pero el motor no se puso en marcha de nuevo. Volví a intentarlo y sí lo hizo, así que después de tres vueltas rodando con mucho cuidado por si volvía a gripar, rodé a tope para coger al grupo de cabeza, que se me había escapado unos siete segundos».
«Todo aquello me retrasó hasta la quinta posición. A partir de entonces la moto perdió bastante potencia, pero aun así no me rendí, me concentré y comencé a rodar de forma constante en vuelta rápida. Con el paso de las giros pude alcanzar de nuevo al grupo».
«Comprobar que vuelta tras vuelta iba recuperando terreno me dio más fuerzas aún para seguir tirando e intentar ganar. Quería hacerlo también porque si ganaba, sería la victoria número 300 de un piloto español en el Campeonato del Mundo. Estaba muy motivado por todo eso también».
«No recuerdo si era Pesek el piloto que rodaba cuarto y al que alcancé primero, pero sí de que me cuidé mucho de no coger su rebufo en ningún momento, ni exceder el régimen de giro del motor. Conseguí contactar con el grupo, rodábamos juntos en la última vuelta. Faltando cuatro curvas para el final pasé a Talmacsi de forma un poco ajustada, la verdad.
Eso le obligó a abrirse e hizo que también le pasaran Pasini y Pesek, lo que le dejó en cuarta posición. Gané y aquello además me benefi ciaba mucho en la clasifi cación provisional. Había llegado a Brno dos puntos por detrás de él y salía de allí como líder del campeonato. Fue como dar un golpe en la mesa en la lucha por el título».
«En Brno me sentía muy fuerte y cuando crucé la línea de meta estaba eufórico. Sin duda, es la carrera que más satisfecho me dejó después de acabar. Había tenido muchos problemas, pero conseguí superarlos y ganar. Quizá solo haya habido otra que me haya dejado igual de feliz, la de la victoria por 0”000 segundos sobre Zarco en Alemania en 2011, pero en esa ocasión nada más cruzar la meta las pantallas habían dado la victoria a Zarco, así que no disfruté esos primeros momentos de la misma forma.
Después de aquella carrera de 2007 me puse líder de la clasifi cación y además había ganado precisamente en el circuito donde Talmacsi era más competitivo. Allí me di cuenta de que realmente podía ganar el título. Todo fue muy emocionante. Por eso creo que es la mejor carrera de mi vida».