El colombiano David Alonso ha hablado en DAZN tras proclamarse campeón del mundo de Moto3 2024 en el Gran Premio de Japón, lo que además ha logrado ganando la carrera disputada en Motegi, su décimo triunfo del año y el 14º en Moto3, lo que supone el récord histórico de la categoría.
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Eres campeón del mundo
Me gustaría llorar ahora mismo, pero no sé por qué no. De hecho, he cruzado línea de meta y me he dicho: ‘no puede ser que sea así, no puede ser que sea este sentimiento y que sea campeón del mundo’. Es como que no me lo creía. De hecho, creía que había tocado el verde en la primera curva, o sea saliendo de la 1-2. He dicho: ‘no quiero celebrar antes de tiempo’. He mirado, no había ninguna pantalla, el equipo no me había sacado la pizarra que tanto soñaba y digo: ‘ya está, eso es porque no he sido campeón del mundo’. He pasado por meta y tenía una confusión, luego han empezado a felicitarme y digo: ‘entonces yo creo que sí’, pero no lo sé.
Cuándo lo has sabido
A todos los que me han felicitado -Collin, Dani, mi compañero Joel- les he preguntado como mil veces lo de ‘¿soy campeón del mundo?’. Y ellos: ‘sí’. Y al rato, otra vez: ‘¿pero seguro que soy campeón del mundo?’. No me lo creía. Durante todo el fin de semana estaba tranquilo, pero ayer por la tarde empezaron un poquito las dudas, y la verdad es que necesitaba un poquito de ayuda para ver cómo afrontaba este día; y a mí siempre me gusta pasar todo a papel, de vez en cuando me gusta escribir, me gusta plasmar mis sentimientos en una hoja. Y esto se lo pasé a Vicente (ndr: Vicente Vila, responsable de prensa del Aspar Team). Después de todo el día, me fui a la habitación, me fui al baño y quería escribir todo lo que sentía en ese momento antes de irme a acostar, y se lo pasé a Vicente. Entonces, estos eran los sentimientos que tenía en ese momento:
“Me asusta el hecho de pensar cómo me puede cambiar la vida en menos de 24 horas. Es por la noche y solo tengo ganas de llorar. Me miro al espejo, me digo a mí mismo: ‘mañana vas a ser campeón del mundo’ y se me aguan los ojos. No sé si soy realmente consciente de la situación ni si estoy preparado para ello. Es el sueño que siempre he querido desde pequeño; y ahora, ahora que lo tengo ahí delante, a solo unas horas, es cuando más lejos parece estar. Por suerte suelo dormir, y al menos el sueño no me quitará. O no lo sé. Lo único que sé es que, si mañana sobre las doce, estoy leyendo esta carta, significa que sí, que lo he logrado. Perdón, quería decir: que lo hemos logrado”.
Esto es lo que escribí ayer, necesitaba escribir antes de irme a dormir.
Y has sido campeón ganando
Si soy honesto, estaba muy presente en mi mente. En mi sueño perfecto no me lo imaginaba de otra forma que no fuera ganando.
Diles algo a tus padres
Papá, mamá, os quiero un montón. Esos mensajes que siempre nos mandamos de buenos días, aunque estemos tan lejos; esas llamadas desde tan lejos me ayudan de mucho. Me acuerdo de un mensaje que me han puesto diciendo: ‘vamos hijo, tú puedes. Ha sido campeón de España, campeón de la Talent, que no te asuste y ve a por ello’. Todo lo que soy es gracias a ellos y, como siempre nos decimos entre los tres: ‘somos un equipo, vamos’.
