A estas alturas no es ningún secreto que la temporada 2017 está siendo una absoluta locura. Empezó con los pilotos de Yamaha mostrándose superiores, después respondieron las Honda y ahora es Ducati la que se apunta a la fiesta de la mano de Andrea Dovizioso. Con estos antecedentes, no es extraño que los pilotos acudan a la catedral de Assen -con los horarios modificados- en busca de iluminación.
Un escenario mítico como ninguno, ya que es el único que se mantiene en el calendario desde los albores del Mundial allá por 1949. En el que los más grandes siempre han dominado: el techo de victorias son las 15 de Ángel Nieto, por las 14 de Giacomo Agostini. Tras los dos pilotos más laureados de la historia, hay un triple empate a nueve triunfos: Mike Hailwood, Jim Redman… y Valentino Rossi.
MOTOGP: PÓQUER DE REPETIDORES
Si bien es cierto que no es el circuito en el que más ha ganado (diez triunfos en Montmeló), Assen tiene algo especial para Rossi. Por sus siete victorias en MotoGP y, sobre todo, por las dos últimas: la de 2013 que ponía fin a la sequía de casi tres años propiciada por el calvario de Ducati, y la de 2015, cuando batió a Marc Márquez en un inolvidable mano a mano con toque y recorte de chicane incluidos.
Si nos ceñimos a los pilotos en activo, el siguiente en discordia es Jorge Lorenzo con cuatro triunfos, si bien sólo uno de ellos ha sido en MotoGP. El español ha tenido que ver ganar a su compañero en Mugello y Montmeló, y sabe que tarde o temprano le tocará a él, aunque es cierto que Assen no parece el territorio más propicio para la Desmosedici.
Idénticos guarismos tiene Marc Márquez: un triunfo en 125cc, dos en Moto2 –Lorenzo dos en 250cc- y uno en MotoGP, en el mágico 2014 en el que encadenó diez triunfos seguidos. Después de aquello, dos segundas posiciones: la mencionada ante Rossi y la del año pasado, cuando optó por no arriesgar ante Jack Miller y dio por buenos los 20 puntos. Sin duda, uno de los grandes favoritos a la victoria.
El líder de MotoGP, Maverick Viñales, es el cuarto y último piloto en activo que sabe lo que es ganar en más de una ocasión en Assen. Concretamente dos, y ambas en categoría pequeña: una en 125cc y una en Moto3. Tras el fiasco de Montmeló necesita como mínimo subir al podio, ya que ha perdido el colchón de puntos que tenía, sobre todo con Andrea Dovizioso.
La lista de los pilotos de la categoría reina que han alzado los brazos en Assen se completa con Jack Miller, que el año pasado logró su hasta ahora único triunfo en MotoGP; Álvaro Bautista (250cc), Andrea Iannone (Moto2), Johann Zarco (Moto2), Pol Espargaró (Moto2) y Dani Pedrosa (125cc).
Otro de los alicientes será el retorno de Álex Rins tras cuatro grandes premios de ausencia desde que se lesionó en Austin.
MOTO2: HASTA CINCO GANADORES
Curiosamente, hasta cinco de los actuales pilotos del Mundial de Moto2 saben lo que es ganar en el TT de Assen; empezando por los dos pilotos que se estrenaron el año pasado –Takaaki Nakagami en Moto2 y Pecco Bagnaia en Moto3-; hasta el hombre de moda de la categoría, Mattia Pasini, que lo hizo en 125cc; y pasando por Miguel Oliveira y el flamante ganador en Montmeló: Álex Márquez.
El español confía en poder repetir victoria para seguir recortando la desventaja con los dos pilotos que le preceden en la clasificación general: su compañero de equipo, el italiano Franco Morbidelli, y el suizo Thomas Luthi.
MOTO3: HABRÁ GANADOR NUEVO
Dado que no queda en la categoría ninguno de los vencedores de los años anteriores, para alguno de los actuales pilotos de Moto3 llegará la hora de consagrarse en la catedral de Assen. Seguramente el favorito sea Joan Mir, pero lo que sí tendrá son dos rivales que sí que han logrado subir al podio en Assen.
Ambos lo consiguieron el año pasado; y fueron Fabio Di Giannantonio y Andrea Migno los que escoltaron en el cajón a su compatriota Bagnaia. El resto de la parrilla buscará su primera presencia en el podio de los Países Bajos, y los candidatos serán los Jorge Martín, Arón Canet, Romano Fenati, Enea Bastianini, Marcos Ramírez, Juanfran Guevara, Niccolò Antonelli, Darryn Binder o incluso el local Bo Bendsneyder.