Pedro Acosta, campeón del mundo
“Pedro Acosta campeón del mundo, suena bien. Suena de puta madre, suena de puta madre, hoy sí. Vi el otro día que hizo dos años del de Portimao y me acordé un montón. Hoy Remy me ha escrito, me ha escrito Clara, me ha escrito Escrig, me ha escrito muchísima gente. Todo eso es por ellos, porque el año pasado lo pasé mal.
Hoy, en la celebración había una foto cayéndome, y me he acordado de cada vez que me caí, de cada vez que no me salían las cosas. Eso es lo jodido de ganar el mundial, porque ahora vienes y ves todo bonito y te acuerdas nada más de lo malo, pero me sirvió mucho para este año. Creo que hemos ganado muchísima consistencia, que fue lo que el año pasado, sinceramente, nos hizo perder el mundial o no hacerlo mejor. Han sido tres años en Ajo Motorsport, que han sido increíbles en el equipo. Es el tercero, segundo mundial, último… no me ha hecho mucha gracia irme, pero bueno. Al final, creo que me han criado ellos, al fin y al cabo, han sido como mi padre y mi madre, la gente del equipo.
Todo este mundial lo han ganado ellos. Fue muy duro el año pasado. El año de Moto3 salió todo un poco más fácil, y no lo asimilas igual. El año pasado sufrimos mucho, no entendíamos porqué yo no conseguía ir rápido. No era la moto, no era nada. Yo no conseguía ir rápido, me frustraba. Lo hablaba anoche con ellos, que fuimos a jugar a los bolos. Tengo tanto respeto por ellos que no me han visto llorar en el box, digo: es que no me vais a ver llorar, a lo mejor el día que me vaya, sí. Pero este mundial lo han ganado ellos. Fue duro el año pasado, no me salían las cosas como yo quería.

Tuve algunos problemas fuera del mundial que a lo mejor me hicieron pensar mucho. Cambié de entrenador, hemos hecho el invierno y el verano del año, porque íbamos todos los días a Fortuna. Íbamos todos los santos días a entrenar y ya era: como, tengo ganas de ir a las carreras pa no verte. Adri, un saludo. No está aquí, estaba muy lejos y digo: ‘solo me falta que vengas y no gane, entonces ya no vienes más’ (risas). Ha sido un verano que, hasta Miguel y Eva, que son los muchachos del circuito, me decían: ‘tío, vete ya a las carreras, vete ya’. Ha sido un Mundial que no los hemos currado, seguramente el que más. Porque el de Moto3, salían las cosas un poco fáciles; cuando menos me di cuenta, de ocho carreras había ganado cuatro o cinco, era una burrada. Creo que en este hemos sabido, gracias al año pasado, lo que es luchar un mundial”.
Perdonarse los errores
“No he aprendido a perdonarme. Soy del pensamiento que, si Pedro Acosta está 22 carreras al cien por cien, puede ganar las 22 carreras. No se pueden ganar 22 carreras, pero el objetivo es ese: ganar todas las carreras, ser competitivo en todas las carreras. Es verdad que este año hemos fallado poco, pero la caída de Le Mans me dolió mucho y todavía está ahí. Sobre todo, Australia me dolió mucho que llegué y me cerré en la habitación y dije: hoy ni cena ni ná. Porque, cuando tú respetas tanto a alguien, como me pasa a mí con la gente del equipo, sentía hasta vergüenza de decir: ‘coño, qué buenos son ellos y qué malo soy yo’. Porque era una cagada que se podía haber consentido el primer año que corrí el mundial, no ahora y menos a estas alturas. Ha sido duro. Sobre todo, el año pasado cuando no salían las cosas, y a Augusto tampoco le salían las cosas y aun así ganó el Mundial. Ahí me di cuenta de que tampoco había que ganar todo, porque me acuerdo que llegamos a Jerez y estábamos riéndonos por ver si íbamos a las carpas en vez de a un box en Sachsenring. Y mira cómo el tío lo remontó.
Entonces, este año decidí tomármelo con calma. Es verdad que el objetivo era ganar todas las carreras, pero lo bueno es que la que no se podía estábamos segundos, la que no se podía estábamos terceros. Creo que lo peor que hicimos ha sido un doce en Argentina y un sexto en Barcelona. Ha sido temporada de asentar todos los errores que hicimos el año pasado y de ponerlos todos en el mismo punto”.

Mensaje de Remy Gardner
“Una cosa que no se ve cuando sufres es que tú tienes que disfrutar. Al final, venía a las carreras, quería hacerlo bien, no me salían las cosas. No es que me frustrara, porque es verdad que íbamos mejorando, pero no me terminaban de salir las cosas como yo quería. Yo le mandé uno el día que ganó el Mundial, que en dos días va a hacer dos años, y me ha puesto que disfrutase todas las vueltas de las carreras. Eso he intentado. Al final, miraba a la pizarra, he visto que primero Arbolino se ha ido muy pa’ atrás, luego pa’ adelante. Cuando he visto que tenía una distancia más o menos considerable he dicho: ‘mira, se ha acabado la carrera, no vamos a hacer ninguna tontería hoy.
Todos los errores que he hecho durante tres años, los he puesto en un punto y he dicho: no puede pasar nada, hoy tiene que salir el día bien. Ha sido gracias a todos ellos. Remy estuvo ahí, apretando mucho cuando no me salían las cosas. Recuerdo una bronca que me echó en Argentina, que yo nunca le he visto así. Se puso rojo y se le hincharon las venas del cuello, y estaba Pedro con el culo así. Es gracias a él, gracias al equipo, gracias a Adri, gracias a todas las personas que han estado alrededor mío, porque el año pasado no fue fácil”.
Evolución en dos años
“Es gracias al equipo, gracias a Albert Valera. Esto lo sabe más gente de la que pienso, pero antes de entrar al Mundial, a la semana de firmar me quedé sin equipo. Y se lo he dicho: ‘tío, qué bien ha salido todo’. Te pones a pensar y qué bien ha salido todo. Aki me ha dado el entorno para poder hacer eso. Llegué al Mundial siendo un niño que no sabía ni cómo iba la pantalla de la moto, que solo sabía que cuando salían las luces tenía que cambiar de marcha. Me han ayudado a crecer, mi primer mundial que lo hice sin mi padre o mi madre viniendo conmigo a las carreras, creo que ahí me espabilé mucho, dejé de ser ese niño tímido al que le costaba hablar, y ahora solo queda disfrutarlo. Quedan dos carreras con este equipo y creo que van a ser las dos carreras más bonitas de mi carrera”.