Siete días en Fukushima

MotoGP. Gran Premio de Japón.. ¿Iremos o no a Japón? Con el posible motín de estrellas como Lorenzo y Rossi, nuestro (valiente) fotógrafo Patrik decidió irse a Japón para ver por qué se ha formado tanto alboroto...

Texto y fotos: Patrik Lundin. Adaptación: J.G.M.

Siete días en Fukushima
Siete días en Fukushima

A las 2:46 pm del 11 de marzo de 2011 Japón fue golpeada por el más violento terremoto conocido, y el tsunami que vino después fue incluso más devastador.

Pronto se vio claro que la Planta de Energía Nuclear de Fukushima Dai-ichi había resultado seriamente dañada, aunque desde el pasado 10 de agosto un sistema de refrigeración sellado volvió a entrar en funcionamiento y ahora la central está bajo control: Japón poco a poco va volviendo a la normalidad.

En la zona de exclusión
Con este telón de fondo el Gran Premio de Japón se llevará a cabo el próximo 2 de octubre en Motegi. Y aunque la información que sale de Japón y un informe independiente encargado por Dorna ha declarado que es seguro ir a Japón, en el paddock abundan las personas que dicen que no lo ven claro. Actualmente hay una zona de exclusión de 30 kilómetros alrededor de la central de Fukushima impuesta por el gobierno japonés y no se recomienda viajar a esa área.

Otros países van incluso más allá como por ejemplo Australia que recomienda a sus ciudadanos no acercarse a menos de 80 kilómetros. El Twin Ring Motegi está a más de 120 kilómetros y no hay radiación evidente en toda esa zona. Y todo esto lo pude comprobar yo mismo porque decidí viajar a Japón y comprobar lo que pasaba allí en primera persona. ¿Será peligroso para MotoGP viajar a Japón? Armado con una cámara y un medidor de radiación me fui directo a la zona de exclusión.

En mi aventura de siete días dentro de esta zona viajé por todos los sitios que pude para ver con mis propios ojos cuál es la situación actual. Lo que primero me impactó fue lo normal que parecía todo, la gente que vive dentro de los 30 kilómetros hace su vida diaria, cuidando de sus campos y sus jardines como si nada, y con las tiendas y restaurantes abiertas en sus horarios comerciales habituales. Solo en las áreas del noroeste encontré evidencias de que estaba dentro de una zona de exclusión y pasé por ciudades desiertas y abandonadas. En algunos pueblos los semáforos seguían funcionando pero no había ni un alma en todo el pueblo: me sentí como si estuviera caminando dentro de una película...

La zona está fuertemente controlada por la policía y el ejército, que me pararon y preguntaron en numerosas ocasiones, aunque los agentes eran en su mayoría amables y solo se preguntaban, sin entenderlo, qué narices hacía yo allí…

Los niveles de radiación en esa zona eran bastante altos, unos 2,2 microsievert por hora (μSv/h). Una referencia: en un vuelo transoceánico de Tokio a Nueva York estás expuesto a 200 microsievert. Allí uno podría alcanzar el mismo nivel en cuatro días y llegar a 1 millisievert, la cantidad anual recomendada por la Agencia de Protección de la Salud del Reino Unido, en solo 19 días. Pero eso es adentrándose mucho en la zona de exclusión y no tendría que haber efectos en la salud por pasar allí unos días.

Miedo en el cuerpo
Aunque tomé todas las precauciones posibles antes de emprender mi viaje a Japón, y tenía acceso diario a los niveles de radiación a que me exponía, tengo que confesar que el miedo a la radiación crecía en mi mente cada día que pasé allí. Es un miedo irracional, como a la oscuridad, que no está basado en ninguna evidencia científica… Pero la radiación es un peligro que no se puede ver y eso hace que se le tema aún más. Creo que precisamente esa naturaleza invisible de la radiación y la falta de información es lo que ha encendido la llama en el paddock de MotoGP para que muchos piensen que no es seguro ir a Japón.

Todo el mundo dice que es seguro ir, pero algunos pilotos de MotoGP y gente del paddock discuten sobre la posibilidad de boicotear el evento. Algunos dicen que no están preocupados por la situación de la central sino por la posibilidad de un nuevo terremoto y posible tsunami. Pero eso significaría que nunca más deberíamos volver a Japón, porque el riesgo de terremotos ha sido y será siempre alto. Y del mismo modo, MotoGP no tendría que
viajar a Laguna Seca ya que la falla de San Andrés está destinada, algún día, a provocar un gran terremoto…

Es desconcertante que personas que están preparadas para competir a más de 300 km/h estén tan preocupados por una posibilidad tan remota. Mientras yo estaba allí hubo un terremoto de 6,4 grados, su epicentro se registró en Iwaki a menos de 50 kilómetros de Fukushima, pero no causó ningún daño a la central. Entiendo ese miedo irracional, pero tras estar allí creo que es solo eso: irracional.