Las vueltas que da la vida. Hace no tanto, Valentino Rossi, Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo se disputaban títulos de MotoGP, con permiso de Casey Stoner. En este 2017, los tres tienen algo en común: un compañero metido de lleno en la lucha por el título.
Es cierto que Rossi y Pedrosa tienen todavía ciertas opciones –y hasta Lorenzo si nos ceñimos a las matemáticas-, pero ambos son perfectamente conscientes de que pensar en el campeonato con la desventaja que llevan respecto a los tres primeros es poco menos que una feliz utopía.
También sería un ejercicio de ficción pensar en que, ya desde Aragón, vayan a ejercer la labor de escuderos. Todavía queda mundial y ninguno de los tres lleva el gen del gregario codificado en su ADN. No en vano, son los tres pilotos que más títulos mundiales lograron en la primera década del siglo XXI.
Por otra parte, los tres son conscientes de que se deben a la marca que les paga; por lo que, llegado el momento, lo último que van a hacer es hipotecar las opciones de título de la misma. Y porque, además, de momento (toquemos madera) los tres guardan una buena relación personal con su respectivos compañeros de equipo.
Las órdenes de equipo, como tales, no aparecerán hasta bien entrada la gira asiática… o incluso hasta Valencia. Pero el juicio final por el título ya ha dado comienzo, y los golpes que Rossi, Pedrosa o Lorenzo den con el mazo pueden ser decisivos.
Marc Márquez, Andrea Dovizioso y Maverick Viñales saben perfectamente que es así. Que, en lo que queda de temporada, una victoria vale al menos cinco puntos, sí, pero que también puede llegar a valer nueve, doce o más. Y que el valor de la misma puede verse determinado tanto por sus rivales como por los jueces. Que si su compañero está en el segundo escalón del podio, serán cuatro puntos extra.
No es el plan que Pedrosa, Lorenzo y Rossi tenían a principio de temporada. Son tres campeones que soñaban con ser parte del desenlace de MotoGP 2017, pero tendrán que conformarse con ser los jueces. Unos jueces de lujo para un mundial de lujo. Una Honda, una Ducati y una Yamaha se jugarán el premio gordo, pero cuyos respectivos compañeros pueden ser tan decisivos como ellos en el reparto de papeletas.
Para colmo, también habrá un juez secundario de cada marca, como mínimo: Cal Crutchlow será el de Honda, Johann Zarco el de Yamaha y Danilo Petrucci el de Ducati. Tres pilotos que han subido al podio en lo que va de temporada –serían cuatro si se añade a Jonas Folger- y que, además, se están jugando conquistar la clasificación de independientes.
En un Mundial tan apretado, el potencial global de una marca puede decantar la balanza incluso por encima del piloto candidato de la misma. ¿Qué marca tiene el mejor trío de pilotos? ¿Serán decisivos los jueces de lujo? ¿Y los secundarios? Muchas preguntas, cinco carreras y, al final, sólo una respuesta: el nombre del campeón.