Yamaha ha pasado sus peores años en MotoGP en lo que se refiere a resultados, con una sequía que se extendió durante 25 carreras hasta el triunfo de Maverick Viñales en el Gran Premio de Australia a finales del pasado octubre, más de 16 meses después de la victoria de Valentino Rossi en Assen 2017.
Una crisis que ha tenido momentos de auténtica tensión, con Valentino Rossi clamando por soluciones y con Maverick Viñales reestructurando su equipo –prescindiendo desde Ramón Forcada hasta del número 25-, y con un momento un tanto inaudito en la categoría reina en el Gran Premio de Austria, donde los máximos responsables de Yamaha en MotoGP salieron a pedir disculpas.
Los encargados de comparecer fueron el mánager del Movistar Yamaha, Lin Jarvis; y el jefe de proyecto de la Yamaha YZR-M1, Kouji Tsuya, que daba la cara y reconocía que estaban sufriendo en la entrega de potencia, si bien Rossi apelaba una y otra vez a la electrónica como el gran problema, un foco que poco a poco iría virando hacia el motor.
Tsuya aseguraba estar buscando soluciones tanto a corto como a medio plazo, pero no dudó en pedir disculpas: “Estamos investigando cómo solucionar este problema de cara a la carrera pero de momento sólo quiero pedir perdón a los pilotos por no haber podido ofrecerles la posibilidad de hacer un mejor resultado", admitía el japonés después del duro momento vivido en la clasificación en el Red Bull Racing, que dejó a Viñales undécimo en parrilla, con Rossi 14º.
Hay quien considera que aquel día la M1 tocó fondo, y desde entonces comenzaron los rumores de una posible reestructuración de Yamaha de cara a la temporada 2019. No se cortó Rossi, que en el Gran Premio de Aragón pidió un cambio profundo en la fábrica, poniendo como ejemplo el que se vivió a su llegada en 2004, quejándose también del secretismo de Iwata en cuanto al proyecto para 2019.
Parece que los cambios demandados van a llegar, y el damnificado será el propio Kouji Tsuya, que en 2019 no seguirá ocupando el cargo de líder del proyecto de la Yamaha YZR-M1 de MotoGP. Así lo ha informado el medio francés Paddock GP, que cuenta que durante este invierno Tsuya fue expulsado del proyecto de la categoría reina, y que será sustituido por Takahiro Sumi, un ingeniero que hasta ahora se encontraba al cargo del equipo de pruebas de la marca de Iwata.
La confirmación oficial de este relevo al frente del desarrollo de la M1 no llegará hasta el próximo 4 de febrero, cuando se producirá la presentación del Monster Energy Yamaha MotoGP en la ciudad indonesia de Yakarta, apenas dos días antes del comienzo de los test de pretemporada en el Sepang International Circuit de Malasia.
Hasta ahora, el gran aliciente estaba en ver si el cambio de Movistar por Monster como patrocinador principal tiñe las M1 de negro –incógnita que se han encargado de alimentar con un vídeo teaser-, pero tras saltar esta noticia también adquiere interés saber qué explicaciones dará Yamaha al respecto y cómo valoran los pilotos el cambio al frente del proyecto de una moto que tiene que volver a pelear por todo.
What's hidden under our bike cover?
— Monster Energy Yamaha MotoGP (@YamahaMotoGP) 21 de enero de 2019
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