Noiretable, una de las localidades con mayor tradición endurística en Francia, acogía este octavo y último Gran Premio del año del Mundial de Enduro con un escenario de máximo nivel y un público tan numeroso como apasionado.
Tres vueltas a un bonito recorrido de setenta kilómetros y el habitual esquema de prólogo más tres especiales –tramo, crono, y prueba extrema- daban forma a la carrera, añadiendo la lluvia una incómoda complicación traducida en barro, roderas y piedra mojada, brindando al evento un mayor grado de dificultad.
En Enduro 2, Iván Cervantes, con el subcampeonato ya en el bolsillo, aún tenía opciones de proclamarse campeón. Claro, que eso pasaba por que su rival Mika Ahola, que hasta llegar a Francia había sumado ocho victorias y no se había bajado en una sola ocasión del podio, incurriese en algún grave error o sufriera un contratiempo mecánico serio. Y ninguna de las dos cosas ocurrió: Mika, que ya había comenzado a bajar el ritmo en la anterior carrera (Turquía), siguió al pie de la letra su meditada estrategia de «correr a ritmo de entrenamiento», pero el abandono el sábado de Fabien Planet cuando era primero, le servía en bandeja el triunfo y con ello, también el título, al no llegar a pisar el podio Iván Cervantes, quien no terminaba el domingo.
En cuanto a la batalla final por el número tres de la categoría, eran Tomas Oldrati y Pierre Alexandre Renet quienes sostenían un cerrado duelo, que se decidiría en favor del primero, a pesar de que su rival francés se colocó justo por delante de él en ambas jornadas, ganando además el domingo.
Tampoco faltó el calor, a pesar de las bajas temperaturas reinantes, en Enduro 1, donde los máximos candidatos al título a primeros de año, los franceses Antoine Meo y Johnny Aubert, iban a librar el combate final con la molesta presencia de un Eero Remes, que en constante progresión y animado por sus últimas victorias, también tenía algo que decir en la lucha por el título. Los franceses se repartieron las victorias, pero la ventaja final era para el piloto de Husqvarna, que llevaba años esperando un título y lo celebró ruidosa y emotivamente. Aubert se hacía con el subcampeonato y Remes, con la tercera plaza, en tanto que Cristóbal Guerrero, quinto el primer día, se retiraba el segundo tras doblar la palanca de cambio.
Con David Knight ya campeón, la «fiesta» en E3 la protagonizaban los aspirantes al subcampeonato: Simone Albergoni, Sébastien Guillaume, y Christophe Nambotin, sonriendo la fortuna también en este caso al oficial de Husqvarna, que completaba así una jornada de absoluto júbilo para el equipo de Fabrizio Azzalin. A destacar aquí los buenos resultados obtenidos por Oriol Mena (quinto y sexto) y la retirada de Aarón Bernárdez, al lesionarse un hombro el sábado.
Lorenzo Santolino, campeón Junior desde el anterior Gran Premio, probaba fortuna en E2 –undécimo y abandono-, dejando a sus compañeros «sub 23» que peleasen por el número dos. Jérémy Joly, que lo tenía fácil, no fallaba y aunque, matemáticamente, Víctor Guerrero, aún podía darle un disgusto, controló la situación sin problema, más aún cuando Víctor hubo de retirarse el primer día al sufrir un fuerte golpe en la cabeza. Mario Román volvía a dominar en la Youth Cup, y a sorprender por su buen hacer en la general Junior.
Por último, las mujeres volvían a asomar por el Mundial, para disputar la tercera y última prueba de su corto pero intenso certamen. «Lulu» Puy y Gas Gas conquistaban este primer título, al que nuestra polifacética Laia Sanz (segunda y tercera en Francia) ya no tenía acceso, al no haber acudido a la anterior carrera.
Clasificaciones finales Mundial de Enduro
